Asocio la nieve a mi abuelo materno, Leoncio. Recuerdo el tejado de la casa, enfrente, de la nuestra con una capa de nieve enorme e intensa. Veo a mi abuelo, con el recogedor azul, quitar la nieve del balcón. Soy un muñeco de nieve- niña, que deambula por el pasado. Cojo la nieve, que es como si diera la mano, de fumador, a mi abuelo. Tiro bolas, que es como si besará a mi abuelo en su rostro, deformado, por el cáncer. Cierro los ojos, busco el horizonte donde se exilio mi abuelo. lo abrazo en silencio, bloqueando mi impulso de abrir los ojos para evitar caer al vacio de la ausencia. Sé que necesito que nieve ,cada año, para volver a recobrar su figura desdibujada entre mis lágrimas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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