Todos tenemos fantasmas ocultos en un
armario, a los que no dejamos salir por miedo a la realidad. Esos fantasmas, se
asoman en el juicio que se está celebrando en el Tribunal Constitucional,
donde la verdad se enfrenta con la fantasía de una república, catalana,
malversada, desdibujada, innecesaria. Proclamada sin ser llamada, sin ser necesitada, sin ser
votada en un referéndum legal Lejos del Parlamento catalán, las
voces de los “presuntos" culpables, contestan a las voces de los abogados,
en un recinto avalado por la Ley, de una Constitución que ha de cumplirse
siempre.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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