viernes, 22 de febrero de 2019

Tardes de soledad


Ese árbol con este cuervo, se encuentra dentro de los jardines del Alcázar en Segovia, donde, don Antonio, vivió varios en años. En una pensión en la calle de los Desamparados, a escasos cinco minutos de allí. Lo encuentro paseando tranquilo, sosegado, absorto en sus palabras. Me da miedo interrumpirle, pero lo hago. Hablamos del país, de que aún no se ha vuelto a proclamar la República. Admiramos la belleza de los campos de Castilla, que se extienden bajo nuestras midas.  A veces, le pregunto por el estado de su melancolía; otras, le regaño por su torpe aliño indumentario. Me despedido con un beso en la mejilla. Antonio se sonroja. Sigue su camino, y yo el mío. Son tardes de soledad.

Ana Tapias( todos los derechos reservados))©


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