jueves, 4 de junio de 2015

el carpintero

 Era alto, calvo, voz ronca, se ganaba la vida como carpintero. El sábado le ví agarrado del brazo de uno de sus hijos, caminaba despacio, con agonía en sus zapatillas verdes fosforito. Le oí toser la nochdel lunes, se ahogaba. Se lo comenté a mi madre con pena. Le oí hablael martes,  decía "Quno quería ir al hospital". 
Le conozco desde pequeña, nunca hablé coél, a su mujer" Matilde" la aprecio, es toda una insitutucióeel patio de vecinos. Alegre, dicharachera, charlatana, cariñosa. Ayer, regresaba  a casa feliz tras caminar y comer un helado de nata. De lejos vi un coche negro, mresistía a leer su rótulo"" Servicios Funerarios",  Miré a uno de los trabajadores, del coche negro, establecí udiálogo mudo co él.
-¡ Qué pena!-dijé.
-Asi es la vida!-contestó.

 El portal estaba abierto, vi la cara de uno de sus hijos. Lloraba con la mirada. LLoré. 

 El marido de "la Matilde", ha muerto, din hoy los vecinos.


Matilde

Ana Tapias.

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