Un desequilibrado, atiborrado de falsa ideología se puso al volante de un camión enorme, lo llevó a una calle transitada de Niza, que celebraba su fiesta Nacional, y se lanzó a 90 kilómetros por hora, a la aventura de matar gente anónima, que paseaba por la calle, alejados de las preocupaciones. 84 vidas arrebató, este asesino, cuyo nombre no quiero conocer. Cada vez que matan, nos matan a todos; cada vez que la sangre se extiende por las calles, la nuestra se va de nuestro cuerpo; cada vez que nos eliminen la esperanza en un mundo sin guerra, lucharemos desde nuestra trinchera por la paz. Nunca nos dejareis sin voz, para gritar" No a la violencia".
Con todo mi amor a las victimas.
Con todo mi amor a las victimas.
Ana Tapias
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