Qué pereza me da, aspirar a ser brillante; a hacer bien en la cama; a fregar bien el suelo; a no tener pesadillas;a dormir bien sin despertarme; acertar en cada comentario, en cada acción, en cada gestos, en cada palabra. Quiero sucumbir a la deflagración de mi torpeza; no disimular mis lágrimas, que corren sin pensar en los momentos más inadecuados; poder gritar" Soy poeta", aunque sea mala, que más da. Nadie me va a pedir la suma de rimas al final del día. Qué pereza aspirar a ser imperfecta, en un mundo de perfectos.
Ana Tapias.
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