A las 7.18 de la mañana, de este martes donde la nieve volverá a aparecer en Segovia, todo es posible; pero, yo sólo escucho el canto de los pájaros que no puedo descifrar, que me acerca a la belleza de la realidad con alas, que me posa en el misterio de sus sonidos. Mi ventana esta abierta, a pesar, del frio invierno con rasgos de primavera en los jardines, adonde han llegado las primeras margaritas, cubiertas de ilusión por recibir el calor que va a helar sus pétalos de ayer. Necesito sentir el murmullo de los pájaros sobre mi piel, que se difuminará con la llegada del ruido, de la muerte, que es la monotonía.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
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