Soy voluntaria de la Media Maratón de Segovia, ayer fue mi tercer año en el mismo sitio. Mi labor consiste en poner una valla, que pesa mucho, así que me ayuda mi amigo, José Emilio Otero Pascual, el culpable de que sea voluntaria. A parte de la valla, también tengo que poner dos cintas de seguridad, para que los coches no pasen en medio de la carrera. La polícia local, nos avisa cuando tenemos que cortar la calle. Lo emocionante es cuando empiezan a llegar los corredores. Mi kilómetro es el diecisiete, se hacen esperar. En ese momento, me transformo en un ser con alas, que se posa sobre las piernas de los corredores para volar con ellos hacia la meta. No me deprime mi cansancio, mi agotamiento, mi frustación de sufrimiento que anula mis fuerzas. Sigo los cinco kilómetros que me quedan para cruzar la linea de meta. He llegado."Todo es posible", grito al viento. Me quito el chaleco, vuelvo a caminar, olvido mis alas para seguir soñando.
Con cariño a mi amigo José Emilio Otero Pascual
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
Con cariño a mi amigo José Emilio Otero Pascual
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