domingo, 22 de abril de 2018

En un lugar de la mancha

En un lugar de la mancha, son palabras mágicas que nos trasportan a un hidalgo viejo de adelgazada figura; bautizado como Alonso Quijano "el bueno". Caballero andante,  amable, generoso,  tierno, tal vez, algo huraño con los gigantes, desfacedor de agravios y  sinrazones, enamorado de Dulcinea del Toboso, remendador de conciencias,  conquistador de ínsulas y castillos.  Don Quijote, cabalga desde el siglo XVII, por los laberintos de la fantasía de millones de hombres, de mujeres; creando sonrisas, lágrimas, suspiros, murmurllos; que al fin y al cabo, son correciones que Cervantes  hiló a a nuestro ánimo cosido a la monotonía, para que no olvidaramos  que luchar por nuestros sueños,  que adelgazar injusticias, que amanecer con los ideales pegados a nuestra sombra, merece que seamos nosotros mismos, cada dia, delante de un mundo que arremete, violentamente, contra quienes piensan.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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