viernes, 13 de abril de 2018

Una brocha gorda

Una brocha gorda, yace abandonada en la cocina de mis abuelos. Los dos murieron hace infinitos momentos, apenas los puedo imaginar, ni contener en mi imaginación, Vuelan silenciosos hacía el no recuerdo, hacía la no memoria, hacía la inexactidud de mi calendario, colmado de nuevas lágrimas que impiden que  vuelvan las viejas, desusadas, desvencidas. La brocha, fue testigo de sus vidas, por eso, tal vez, he necesitado fotografiarla, para acunarlas dentro de mis pupilas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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