La guerra sigue en Siria, después de siete años de batallas feroces, que han diezmado la población de cada ciudad. A nuestras miradas, se han asomado los rostros de los supervivientes cubiertos de polvo, de sangre, de magulladuras; se han incrustado los cadáveres de niños envueltos en sábanas; se ha perfilado la destrucción de todo lo que abarata la derrota; de ciudades como Alepo, Guta y ahora Duma. Enclave rebelde, que según la ONG"Cascos Blancos" ha recibido un ataque químico, muriendo cuarenta personas, casi todos, mujeres y niños. No sé quién ha ejecutado esta acción, pero, me da igual. Los dos bandos, asesinan sin piedad, sin cuidado, sin empatía; entregándose al deber de causar el mayor número de bajas en el enemigo. Los dos bandos, son iguales de crueles, de vengativos, de cobardes, pues matan a sus no enemigos, que es la población civil; para sentirse más seguros, más libres, más poderosos frente al otro. El otro, son sus hermanos, sus vecinos, sus amigos; con otras metralletas, con otras bombas, con otras armas. El otro, son ellos. Espero que algún día se den cuenta de lo que están haciendo, y lloren, al lado, de las tumbas de sus víctimas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
No hay comentarios:
Publicar un comentario