No
conozco sus nombres, ni sus vidas, ni cómo llegaron al cementerio, pero sé, que
seis mujeres, han sido” presuntamente” asesinadas por sus exparejas o parejas
hasta el dos de abril en España. La cifra recorre mi cuerpo, como si fuera un escalofrío
del corazón; arranca la sangre de mis entrañas, que se vuelven lágrimas
inconclusas. Estas seis mujeres, no deberían ser esclavas de la violencia.
Estas seis mujeres, deberían estar sonriendo en sus terrazas a la espera de la
primavera; no ser esclavas de la violencia, que afecta a la sociedad española, que ha de cambiar sus cuchillas por palabras de empatía hacía las víctimas.
Con cariño a ellas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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