El domingo nevó sobre Segovia, fueron unos copos insginificantes, pero para las margarita del parque de mi niñez, al que voy con mis sobrinos; es una realidad absurda, que las ha sometido al delirio del tiempo, que se ha vuelto paranoico. La margarita, ha de asumir el cambio de invierno a primavera en unos segundos, por eso, tal vez este triste, y lloré en medio del aire frio, con lágrimas que miran hacia la tierra.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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