Cada día que me asomo a las noticias, observo como en Estados Unidos la lucha racial ha vuelto a las calles. El ojo por ojo, parece la contraseña para contrarrestar la muerte de ciudadanos negros, a manos de la policía. Las calles se convierten en trincheras, los humanos en guerrilleros, las pistolas en dueñas de las voluntades. Mientras una familia llora a su hijo, hermano, nieto.¿ Hasta cuando la verborrea de la de la violencia dominará al ser humano?
Ana Tapias
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