Sentir el amanecer en lo más profundo de las pupilas, es creer en el Dios de la vida, de la luz, del sol. La noche declina el misterio, la muerte, la otra realidad, que ilumínanos con farolas. Las campanas hablan del destino, que llora en los hospitales. El camión de agua, riega las calles, refresca los sueños de los trabajadores. La alegría, es un paso entre el hoy y el mañana. Amanece bajo una lluvia de deseos.
Ana Tapias
Ana Tapias
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