El político español me recuerda a un cetáceo gordo, pesado, que respira bajo el agua, olvidando salir a la calle a encontrarse con el sentir del pueblo. El español mileurista, bastante tiene con acometer las facturas: del agua, de la luz, de los alimentos y la hipoteca; para preocuparse del no gobierno; de los no pactos; de las luchas internas en el Partido Socialista; de la corrupción; de las terceras elecciones generales. El cetáceo cubierto de grasa, sobrevive mientras el resto malviven. Ya va siendo hora de pedir responsabilidades a los políticos, y quienes no quieran asumir compromisos, que se vayan a buscar barcos hundidos o nos hundirán a todos.
Ana Tapias
No hay comentarios:
Publicar un comentario