Anás al- Basha ha sido asesinado en Alepo; los bombardeos, de unos y otros, han acabado con la vida de este joven payaso, que buscaba sonrisas entre los escombros. En Alepo, ya no quedan niños, sólo fantasmas de una guerra, que no terhminará hasta que no mueran todos. En Alepo, ya no quedan sueños, sólo pesadillas de una guerra, que no finalizará hasta que no caiga derramada la sangre de todos. Alepo, ciudad habitada por el dolor, no deja de llorar a los que se fueron sin pedirlo. Adiós al payaso Anás al-Basha
Ana Tapias
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