La lluvia cuando encuentra una
amapola, la invita a una cita en
una nube, para poder acariciarla, sin temor, a la despedida; para sentir, su
presencia, sin caer en la duda; para amarla, sin olvidarla, en el
calendario. La amapola, que rebosa soledad, acepta sin pensar que pétalo a pétalo
perderá la memoria y olvidara el encuentro con su fantasía, que nunca fue
realidad.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario