Las alcantarillas en otoño, se llenan de muerte, Las hojas, cubren sus rendijas, que son peldaños, para llegar al cielo .El viento, desde el otro lado, llama a la rebelión de las hojas, que apuran sus últimos mimos a la sumisión del predicador. La religión ha muerto entre gritos. Hay lapidaciones en las esquinas. La gente suplica perdón. Las hojas estornudan.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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