El feminicidio, que asola a México, es como este microondas, con el tomate, que se descompone en su cima, lentamente, invisible, oscuro, ausente, en las miradas de todos. Que nos cobijamos, de nuestra propia muerte, en las estrellas. Mientras, las ciudades se llenan de sangre de mujeres, que sonrían, que soñaban con el horizonte, que anhelaban caminar hacia el futuro. Pero, la brutalidad, de seres anónimos, las deja sin incertidumbres, sin melancolías, sin arrugas. Las posa en olvido de donde nunca volverán.
A todas las mujeres asesinadas en México.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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