Kim Jong-un, es el apuesto jefe de Estado de Corea del Norte. Imagino a su mujer, llamándole dulcemente, para que vaya a casa pronto y no mal gaste el tiempo en la oficina. Pero, Kim, guerrero en ciernes, perteneciente a una saga de dictadores. Prefiere, acariciar bombas, que no charlar con su abnegada, paciente, sufrida, esposa. Trump, es el gentleman, Presidente de América del Norte. Imagino a Melania, criticándole ásperamente por no tenerla en cuenta en sus decisiones. Trump, amenaza a Corea, con lanzar un ataque preventivo, y demostrar su fuerza nuclear. Pero, Melania, no quiere romper relaciones con Corea del Norte. Apuesta por un baile de gala, para conquistar al afamado galán coreano, e invitarle a pasear por la Casa Blanca. Una estrategia bien medida, para que Trump, vuelva a casa, y olvide sus sueños de Gran Capitán en la reserva. Melania, no quiere ser la viuda de un yanqui, sino la amante esposa de un magnate. Kim-Jong, tiene la clave en sus manos
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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