martes, 30 de octubre de 2018

Carvana de migrantes

Yo camino, junto con los hombres, mujeres y niños, centroamericanos, que anhelan cruzar la frontera mejicana.  Yo he sufrido violencia, hambre, silencios, soledades, lágrimas. Yo sólo tengo mi mochila, mis pies y mis sueños.  Yo soy espejo de mi pueblo perseguido. Yo no entiendo, que un hombre mande el ejército a la frontera para impedir que mi sonrisa tenga sentido. Yo pido, que el pueblo, americano, nos ofrezca una oportunidad para ser felices. Nunca tuve nada. Resistí bajo la incertidumbre, pero, ya no puedo más y he de lograr que mis hijos abracen la esperanza, y olviden el dolor.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©



Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

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