jueves, 11 de octubre de 2018

Soledades

No sé, si es bueno y necesario tomar distancia de la soledad. En la foto, hay varias soledades: la de plancha de mi bisabuela, Juliana; la de mi tía María, su hija; la de un viejo diccionario, roto en dos partes desiguales; la de tres claveles marchitos; la de un collar de perlas; la de un trapo de tela que parece un manteo de segoviana. Las soledad de mi tía, María,  tal vez se aliviara acariciando la plancha de su madre; quien, tuvo ocho hijos en los que verse reflejada; y ya cansada por la noche leería esas palabras imposibles de descifrar, que a la alejarían de las preocupaciones de sus siete hijos casi casados, y su hija, María, que no tenía suerte con los hombres con los que se cruzó y lloraba arropada con su manteo segoviano, desgastando  con sus dedos un collar de perlas como si fuera un rosario de avemarías para consolarse de su soledad; que siempre fue vigilada por sus hermanos y sobrinos
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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