martes, 2 de octubre de 2018

Los nuevos Auschwitz

Cada vez, que me enfrento a un examen de oposición me siento en un  nuevo Auschwitz. Un montón de seres humanos, somos adormecidos en un llamamiento, que como si fueran los vagones del destino nos dejan en nuestro pupitre. Los seres permanecen callados, ausentes, sin mirarse. Saben que cualquiera los puede arrebatar el plato de comida. Las sonrisas se han exiliado al otro de la alambrada, donde gente con trabajo escupe delante de los escaparates sin miedo. Las hojas de examen expulsan gas, que en noventa minutos nos dejarán muertos. Los vigilantes amenos, charlatanes incluso, recogerán nuestros cadáveres que serán enterrados en una fosa común, donde nuestros nombres y apellidos desaparecerán en medio de la contaminación de la gran ciudad, que espera nuevos vagones para eliminar a sus seres marginales del asfalto
Ana Tapias( todos los derechos reservados)


Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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