viernes, 19 de octubre de 2018

Encuentro con mis abuelos

Nunca sé cuándo van a aparecer, así que, no espero nada de ellos. Llegan de repente sin hacer ruido;  besan mi frente;  se acomodan al lado de mi almohada como cuando era pequeña, y me parecían grandes e imbatibles. Mis ojos cansados por el día, se sumergen en la otra realidad en blanco y negro o color. Hablaba con mi abuela, Encarna. La notaba cansada, envejecida, apagada, pachucha. "Abuela, no quiero que te vayas" a la residencia, la decía. Mi inteligencia sabía que mi abuela nunca fue a una residencia, que siempre estuvo con nosotros." Allí, me dan muy bien de comer", contestaba. La abrazaba contra mi pecho, me resistía a que se fuera. Antes de cruzar la puerta de casa, fue a saludar a mi hermana, Alicia, que parecía sacada de una las miles de fotos que tenemos con ella. La hablaba con cariño, la besaba. Su decadencia me estaba matando. No quería perderla. Abrió la puerta de casa, se fue. La seguí, entró en su casa, había un cristal que me separaba de ella. Una habitación pequeña con un balcón y una cama. Mi abuelo apareció de repente." Abuelo", grité. Ellos  no me oían. Me desperté sabiendo, que mis abuelos, nunca se habían ido de su casa, que esa era su cielo.
Con todo mi amor a mis abuelos maternos
Ana Tapias( todos los derehcos reservados)©

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