El olvido evoluciona hacía la despedida, que sutura con la muerte de las personas, que usaron objetos, que envejecen sin cumpleaños. Las tazas, son de mi abuela, Encarna; que vive escondida en la memoria, de aquellos, que la quisimos; que acariciamos sus huellas, con devoción; sabiendo que tuvo que aferrarse, a la supervivencia de la postguerra; que creó espejismos de dolor, en aquellos, que silenciaron sus miedos; que inventó realidades, en aquellos, que callaron su derrota; que dibujó sueños en blanco y negro, en aquellos, que escondieron sus ideas, para sobrevivir. Las tazas, realzan el silencio de unos años, que esconden el sufrimiento, al que le han salidos canas.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias Garcíalunes, 30 de diciembre de 2024
domingo, 29 de diciembre de 2024
El tiempo
El
tiempo se desvanece ante nuestras miradas, cansadas de atrapar sueños que se
deslizan dentro del centrifugado de la incertidumbre, que acalla la esperanza de
sobrevivir al mañana, que como si fuera una esfera de reloj, erosionada por el
recuerdo; se despide lentamente para ser memoria en las memorias de aquellos,
que nos sobrevivan hasta que, llegado un momento, partamos hacia el olvido.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
Niebla
viernes, 27 de diciembre de 2024
Soledad ante los desperdicios
Camina junto a los desperdicios de gente, que han ejecutado un
ejercicio de felicidad; por eso, han bebido juntos, al sopor del
invierno; han cantado al mañana sin miedo; han descuidado el fracaso por el
sentimiento; pero él, no tiene nada que arrojar al olvido; y, esgrime
pasos con la voluntad de alejarse de ellos, que nunca soñaron con él; que nunca
le invitaron a reír; que nunca le hablaron de sus secretos, que se escinden en
el hoy; donde solo son espejos por conquistar; que él, inmerso en su
incertidumbre, deja atrás .
domingo, 22 de diciembre de 2024
Soledad de la navidad
viernes, 20 de diciembre de 2024
Románico en las calles
He nacido en una ciudad, donde las iglesias románicas
rodean mi cuerpo, lo envuelven con sencillez, con austeridad, con suavidad; lo
protegen del frio, para que no caiga en el olvido; lo invitan a soñar con el
pasado; lo deslizan hacía la memoria, de aquellos, que están enterrados bajo el
silencio; que se lee en las columnas, como si fueran palabras imposibles de
abrazar, que vuelan hacia el universo; donde el tiempo construirá esculturas a
las que admirar. El románico se ha instalado en mi mirada para morir conmigo.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
Personas
Encuentro
en el periódico, a un conocido; la verdad, es que habré cruzado con él, algunas
frases, pero sé que es buena persona, Se llama
Juan Andrés Saiz Garrido, quien llegó a mi Facebook, por algún amigo en común.
Sé que fue enfermero; sé que perdió a uno de sus hijos, muy joven; sé que es hijo
de Gabarrero; sé que escribe palabras, que le llevan a sus abecedarios de
supervivencia, que encuentra su espacio de libertad en el bosque; donde es aquel
que niño, que observaba a su padre como acariciaba los árboles, para vender la
madera, que huele a ayer; que sigue viviendo en su memoria de la infancia, que
le invita a ser árbol de hoja perenne en el invierno de castilla.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
jueves, 19 de diciembre de 2024
El silencio
Parece un guante de niño, que tras correr, ha dejado su mano ficticia en el parque; donde su fantasía le llevó a ser un héroe, que perseguía fantasmas de trapo, a los que descubrir detrás del otoño; que se desvanece lentamente, para ser olvido, entre murmullos de la nieve; que caerá sobre muñecos de nieve, que sonríen con una zanahoria como nariz, que será atrapada por el paso del tiempo, y el silencio se escribirá en la memoria de un otoño más.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
jueves, 12 de diciembre de 2024
Un guante
Un guante permanece perdido en medio del otoño, que se desvanece dentro del invierno, que avanza sin pedir perdón sobre la vida; que se camufla del frío, con capas de incertidumbre ante el mañana, que se colorea en la esperanza de seguir soñando con el ayer.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
lunes, 9 de diciembre de 2024
Una hoja, una mirada
Esta
hoja, que permanecía erguida con decisión, habrá sido ajusticiada por el tiempo
sobre su memoria, que yace escondida en el olvido, donde llorará su destino,
imposible de evitar, inaccesible de abrazar, recóndito de soñar, que se
escinde entre el hoy y el ayer para abrazar el recuerdo, que seremos todos.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
domingo, 8 de diciembre de 2024
No son mujeres
Los talibán recuperaron el poder en Afganistán en agosto de 2021, desde entonces la sociedad ha sido fulminada por su dictadura; que afecta a todos por igual, pero hay un colectivo que está siendo torturado, que quiere ser eliminado de Afganistán, son las mujeres; cuyos derechos, han sido asesinados lentamente, siendo uno de los últimos el uso de su voz; quedando relegadas a no ser mujeres, a ser un espacio donde llegar para que la especie siga su camino y no perderse en la memoria de un país sin justicia; que pertrecha el sufrimiento como parte de la supervivencia de la vida, que no es vida, pues carece de esperanza, pues adolece de felicidad, pues niega los sueños de miles de afganas, que han enmudecido por la ley; pero yo, alzo mi voz por ellas, y canto su silencio, para que la música de sus corazones sea libre.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
viernes, 6 de diciembre de 2024
Despedida
El
otoño se despide lentamente, entre suspiros del invierno, que dejará a los
árboles desnudos de esperanza, que invita al olvido, que se cobijara dentro del
armario del ayer; donde el recuerdo aparecerá en el fantasma de la nieve, que
un día, mi abuelo materno, me explicaba con gusto a eternidad, que era memoria
de su infancia, que sobrevivía a la caricia al frio; que se calentaba junto a
la leña y a los cuerpos de sus hermanos mayores; que le invitaron a ser abrigo para su frágil esqueleto. Cada otoño, siento nostalgia del ayer y lloro
como si fuera una hoja sin destino.
A la
memoria de mis cuatro abuelos: Evarista, Saturnino, Encarna y Leoncio, os quiero.
martes, 3 de diciembre de 2024
Ignorancia
Esta
bolsa de plástico que madruga, que se deja hacer una fotografía, que posa
ausente de su destino; es la confirmación de la tragedia, que cada día, asoma a
nuestras miradas, descompuestas en nuestros sueños en vigilia por la amenaza constante
de la muerte, que nos hace ateos de la inmortalidad de nuestra memoria, que
naufraga en el desaliento, de saberse olvidada.
domingo, 1 de diciembre de 2024
Sobrevivir al recuerdo
El recuerdo acariciado por la nostalgia es despedida, como si fuera una hoja enterrada, que susurra al mañana; sosteniendo la memoria de su olvido, que formará un abanico de silencios, en los que llorar dentro del destino, donde no ser palabra, solo ausencia sin horizonte.
Frases sin destino
Las frases van y vienen, de boca en boca; algunas incluso se
susurran, pero hay una que suena con voracidad en los últimos meses" Es lo
que hay"; cada vez, que la escucho, mi esperanza en cambiar la realidad se
rompe como si fuera un frágil cristal de bohemia, imposible de pegar a mis sueños: que lloran en medio del silencio, que sobrevive
encadenado a un mañana, donde el sentimiento sea bautizado de felicidad,
imposible de rescatar en una frase como” Es lo que hay”, pero siempre hay frases sin destino, que terminan en el cubo
del olvido.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
jueves, 28 de noviembre de 2024
Una hoja
Una hoja que acaricia una calle poco transitada, desierta ignorada, por los seres que caminan ajenos a la nostalgia; se convierte en una duda de supervivencia, entregada a las lágrimas del destino, que ejecutará sus sonrisas para convertirlas en sangre de la memoria sin horizontes, sin estrellas, sin universos, sin nada, tan solo con el abrazo del olvido.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
domingo, 24 de noviembre de 2024
Otras guerras
Nombres
que no se pronunciar, se ven envueltos en la guerra entre Israel y Palestina;
debido al ataque terrorista sufrido el 7 de octubre por Israel. No hay tregua,
solo silencios, solo lágrimas, solo dolor de los rehenes, de los asesinados en
los ataques, muchos de ellos niños. El devenir de la guerra, no invita a la
esperanza; el sufrimiento no es inventado es real; la muerte implora, grita,
suplica, no ser la protagonista, pero nadie escucha a la vida, en esta guerra
que ha de acabar.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
Perspectiva
Sonrisas del agua.
Al otro lado
de la rutina, queda el sosiego del agua, que es música para los oídos
contaminados por la tristeza, que se expande como si fuera un eco de la supervivencia;
que cansada, que ausente, que indecisa, camina en un parque en otoño; donde una fuente, esboza una sonrisa de agua;
que cae, incesante sobre la soledad, de aquellos, que vagan con la
incertidumbre del destino sobre sus miradas; que se alegran por el encuentro
con la fragilidad de una fuente, que les recuerda que la vida pese al dolor, es
un encuentro con la felicidad del momento.
sábado, 23 de noviembre de 2024
Jardín sin hojas
En
otoño, los jardines se despojan de sus hojas, que escriben en calendarios pasados;
que interrogan al mañana, que suspiran al recuerdo, que vaga incesante,
inquieto, indeterminado entre el olvido; que somos nosotros, que lloramos
despedidas en medio del silencio, roto por el eco de la memoria.
jueves, 21 de noviembre de 2024
Soledad
El paisaje otoñal casi invernal, es un juego de soledades,
de objetos, de destinos; que se alinean con los suspiros en medio del olvido;
que nos invita a ser otros; a refugiarnos en el calor; a caminar agazapados en
nuestros sueños; que se hielan sin abrazos; que se congelan sin palabras; que
se abrigan sin nostalgias; esperando el advenimiento de la primavera, para hablar,
para sonreír, para jugar con la esperanza.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Suspiros de otoño
El otoño
suspira entre despedidas, que van y vienen, entre el olvido que acaricia al
destino, que imprime sueños frente al horizonte del ayer; que llora con eco de
nostalgia; que invita a abrigarse; que canta silencios; que arma despedidas al
compás del universo, que batalla contra abecedarios del mañana.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
martes, 19 de noviembre de 2024
Desahuciada
Aislada de la felicidad, se sumerge en el olvido, para dejar de
ser importante; para dejar de ser hoy; para dejar de ser superviviente;
desahuciada por el silencio; conminada por abecedarios mudos; encerrada en su memoria; que volará sin destino, hacia el espacio de donde nadie regresa el
ayer.
domingo, 17 de noviembre de 2024
Complot del silencio
jueves, 14 de noviembre de 2024
Soledad
Los otros
De mi manual de costumbres, no se baja, leer periódicos atrasados,
donde me nutro del ayer; una noticia del 23 de septiembre de 2023, encuentro,
una imagen que agujerea mi corazón, acariciando agujeros de dolor, al sentir el
miedo de un niño, de no más de tres años, a travesando la concertina de alambre
del rio Bravo, para dejar la pobreza e intentar llevar una vida sujeta a la
certidumbre de sobrevivir en un país
rico como es Estados Unidos; pero algunos, no logran y dejan su vida en el rio,
como un niño de tres años, que murió ahogado por la necesidad de ser libre, de
ser otro, de ser mañana. No deberían existir fronteras asesinas para aquellos
que anhelan soñar sin miedo.
miércoles, 13 de noviembre de 2024
Ella
Ella es
Nuria Espert (1935) a quien encuentro, en una entrevista en un periódico
atrasado, y pienso debo escribir sobre esta gran mujer. Sus arrugas que vagan entorno a su
rosto, dibujado sobre alfabetos, me conmueven, me inspiran, me invitan a hacer
una reverencia ante su pasión por la palabra; que habla en cada personaje, que
toma su alma como si fuera la suya; que burla al paso del tiempo, para crear sin
dar un paso atrás a mujeres, que se convierten en espejos del destino. Sé que
la grandeza de Nuri Espert, reside en su lucha por ser ella.
domingo, 10 de noviembre de 2024
Engalanar la infancia
Otoños
Se extingue el otoño en su apogeo de hojas sin retorno; su cenit lo decidirá el frio; siempre inhóspito, que encierra nuestras lágrimas en guantes, que son incapaces de dar calor a nuestros sueños; que se hielan en el olvido de otoños sin bautizar
sábado, 9 de noviembre de 2024
Una castaña
Ventana a la incertidumbre
Nuestros ojos cansados, por las rutinas, que nos obligan a ser otros; a participar en inverosímiles anhelos; a reciclar sueños del ayer; abrazan el horizonte susurrando lágrimas, pues tal vez el mañana, sea un esquivo puzle de alegrías, que secuestren nuestra esperanza, que duerme aterida frio bajo la incertidumbre.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
jueves, 7 de noviembre de 2024
Sudor del despertar
Cada
mañana, el despertador suena sin mirar atrás; asombrados los ojos, intentan
comprender, que han de capturar sus sueños un día más; donde las emociones, nos
acompañan como si fueran sombras desgastadas por la supervivencia; que abraza a
aquellos que sonríen al destino; para ser memoria del hoy; para ser canto del
ayer; para ser escritura del mañana; que silenciará nuestra esperanza.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
martes, 5 de noviembre de 2024
Ligereza de los sueños
Muchas hojas con destino, se evaporan en el pensamiento; dibujan sueños que vuelan hacía el horizonte; donde el olvido creará sinónimos de lucha; para aquellos, que aún tengan fuerzas, para emitir abecedarios de esperanza; que proclamen que la verdad, solo existe para la memoria de quienes han amado.
Hablar con el ayer
Detesto
mi etapa escolar, que cursé en el mismo colegio; desde los cinco años hasta los diecisiete (si no me equivocó) sufrí acoso, por parte de mis compañeras de clase,
durante años. Hecho que me causó una profunda tristeza; una inabarcable
inseguridad en mí misma; una agotadora depresión, nunca tratada; que voy
superando con el paso de los años; pero aún, por las noches, tengo pesadillas,
con sus rostros, que formaban parte de mi infierno: ellas reían, dentro de sus
cuerpos horondos, henchidos, rellenos; mientras, yo lloraba, dentro
de mi cuerpo absurdo, patético, insignificante; que caía una y otra vez en la
indiferencia del acoso sistemático; que
tuve soportar, abrigada por mi fuerza interior; que nunca lloraba delante de las maltratadoras, que se alejaron de mi camino, al terminar el colegio; por desgracia, a algunas, las he visto y se han seguido riendo de mí; de otras, sé de sus vidas por amigas
suyas; y a las menos, hablo con ellas. Ayer, tuve que imponerme a la niña que
fui, para entrar con una amiga, en la tienda, de una compañera de colegio, con
quien no coincidí en clase, pero amiga de mis acosadoras y me sentí observada
por el ayer; que me saludó, pero, no comenté nada sobre el colegio. Mi amiga
(ya lo sabía yo) no estaba interesada, en la ropa de la tienda, de mi excompañera
de colegio; pero no puede vivir sin dar discursos, aunque sea en una tienda de
barrio perdida. Al menos, tenía un
perrito diminuto, que hizo que pudiéramos mirarle, sin detenernos mucho en nuestro
deterioro; que es imparable como nuestras arrugas, las mías aún en penumbra,
describen el destrozo de mi adolescencia por adolescentes malas, a las que
nunca perdonaré. El maltrato es una huella profunda, que nunca se olvida.
lunes, 4 de noviembre de 2024
Días de lluvia
Una madre con su hijo, se protegen de la lluvia, con sendos paraguas; uno de colores y el otro sin ellos; que les resguardan del destino, que llora, cada día, pues puede ser el último de la nostalgia; que se inventa esperanzas para sonreír ante la incertidumbre; que juega a caerse, a levantarse, en las calles, donde la vida se despide con sueños mojados.
domingo, 27 de octubre de 2024
Un hombre sin paraguas
Yo no soy
María Trinidad Pérez de Miravete Mille( 1947-2009) más conocida como Mari Trini, fue una cantante española. Recuerdo su figura, enmarcada por su voz; cargada de matices. La verdad, nunca presté mucha atención a la nostalgia que desprendían sus letras. Leo un artículo sobre su vida, y empiezo a entender su pasión, su eco, su dolor, que le acerca a mi sentimiento, siempre azul, como sus ojos imposibles de olvidar; y como una de sus canciones, tal vez, la que más he escuchado, es "Yo no soy esa"; que es con los años un himno de su latido interior, que sobrevivirá en cada corazón, que acaricie su duelo con la realidad
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
jueves, 24 de octubre de 2024
Coser el ayer
Este
paño, es una herencia materna; mi antepasada nació en siglo XIX; lo cosió en
1865; me habla de ella, se llamaba" María Martín"; quien con sus manos,
dejó una huella de su existencia; limitada por las comodidades; ausente de prisas;
intimidada por la enfermedad; que algún día, llegaría a su cuerpo, para postrarlo en
el horizonte; donde sus puntadas, pequeñas puntadas, forman parte de mi memoria;
que abraza su distancia; que anhela su consuelo; que besa sus abecedarios, inmersos en su rutina, que nunca entenderé; pero si, soñaré en mi vocabulario del hoy.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
Sudario del ayer
El
ayer cristaliza envuelto en un sudario; desgastado, desdibujado, comprimido,
por las lágrimas; que se acomodan en la mirada, de la multitud; que camina absorta en sus preocupaciones; que come
inquieta por la ansiedad; que devora sueños en las madrugadas; donde ellos, los
seres que se fueron, aparecen vivos como si fueran actores; que representan obras
recicladas en la melancolía; que
suspiramos al despertar; cada amanecer es un duelo del ayer.
miércoles, 23 de octubre de 2024
Soledad y otoño
Hay una
soledad no buscada, que es la del olvido; que se contagia de parque en parque,
cada otoño; cuando los días, tienen más
horas de oscuridad que de luz; y se dibujan sombras en medio del silencio, que es incapaz de soñar; que es incapaz de
hablar; que es incapaz de abrazar; y solo nos queda, gritar ahogados en el ayer; para que la nostalgia del frio, invite a
nuestros cuerpos a desaparecer hasta la primavera, donde florecerá el mañana.
domingo, 20 de octubre de 2024
Esqueletos del otoño
El otoño, se descompone ante nuestras miradas, que callan asuntes, el sigilo de la despedida; que recorre las calles, buscando ser rescatada por el mañana; donde una voz clamara por las hojas invictas de sueños, que luchan por ser abrazadas por la eternidad.