martes, 31 de enero de 2017

Lateralidad

No logro decirme, entre ser lateral u horizontal. Los lados, me amparan a  las esquinas, a  los recodos,  a los escondites; para camuflarme, bajo la lluvia y llorar tranquila; sin los ojos de los demás encima; que parecen me acuchillan El horizonte, me asila al firmamento, a las estrellas, a las nubes; para huir de la venganza, que supone, vivir entre sombras;  que no has elegido; que te pisan, que te ametrallan, que te vejan, una y otra vez. Tal vez, sea vertical.
Ana Tapias

lunes, 30 de enero de 2017

Mujer asesinada en O Carballiño

Presuntamente, el marido mató a su mujer de 55 años; para ello eligió un cuchillo. Virginia, ha abandonado la realidad;  cubierta en sangre, agonizando sola, sintiendo que su vida no le importaba a nadie.  Morir siempre es difícil, nadie quiere dejar el mundo de los sueños; debe serlo aún más, si  lo haces asistiendo a tu asesinato. No imagino, qué pensó, Virginia;  al ver a su agresor sobre ella; no acierto, a pesar  el sufrimiento, que salpicó sus últimos momentos de conciencia; no oigo, la dureza de su grito" No te perdono". Querida Virginia, vives en el resto de las mujeres. No te olvidaremos.
Con cariño a la memoria de Virginia
Ana Tapias 

Moléculas

 Los seres humanos, tantas veces convertidos en inhumanos, cuando arrebatan la vida sin disimulo, con alevosía, con crueldad, a sus semejantes; se  han convertido en moléculas en la distancia; en pequeños átomos a los que ignorar; en microscópicas  partículas, a la que pisar;  en enquistadas realidades, a las que obviar en el movimiento de rotación.
Ana Tapias

domingo, 29 de enero de 2017

Soraya Leiva

Soraya Leiva, es una asistente de arbitro; sufrió durante el encuentro Torredelcampo-Vilches, insultos, por parte de algunos espectadores. La joven, acabó destrozada, desvanecida, hundida, en el vestuario. Ese desgarro emocional que se ha producido ella; es culpa de aquellos, que aún creen que las mujeres somos animales, a quienes maltratar. Pues no, señores hinchas, que acuden al campo; las mujeres podemos arbitrar; sabemos cómo hacerlo; actuamos, para que la justicie domine en los campos de fútbol. Este país, debe entender que el respeto es un derecho.
Ana Tapias

Fotos antiguas


En las fotos antiguas; destaca, su coqueteo, con la perspectiva, que abre el plano;  dando lugar al silencio del espacio; donde aún queda mucho por luchar, por amar, por soñar, por navegar, por anclar, por visitar, por emular, por atar, por abandonar. En las fotos contemporáneas, resplandece el  color; que es el horror vacui;  del que corre estresado, para no cruzar el semáforo en rojo; no puede esperar un minuto, si llega el último, alguien, será lo sustituirá en el trabajo;  pagará su hipoteca;  tendrá un buen entierro. Las fotos,  muestran la erosión del tiempo sobre las costumbres.
Ana Tapias
 

sábado, 28 de enero de 2017

Tápies

Admiro a Tápies, desde hace años; compartimos el mismo apellido, Tapias. Sus cuadros,  nos llevan a la evolución, de un artista, de un soñador, de un vagabundo de los soportes. Me llama la atención, su cuadro titulado" Puerta metálica y violín". Sobre una puerta metálica, de esas que crujen al cerrarse las tiendas, ha colocado, a la derecha, un violín, sucio, por el paso del tiempo; erosionado, por la notas derramadas sobre él; enfermo, tras la larga lucha de la supervivencia. A  unos metros, ha dibujado, una cruz negra, que parece más grande que el instrumento; tal vez, simbolice la desnudez de la muerte;  a las que nos enfrentaremos como objetos destrozados por el viento.  Cada obra, invita a un sueño diferente,  a una  malformación de la realidad, a un canto a lo errante.


Ana Tapias

Nevar

Lleva casi un año sin nevar en Segovia;  lo comenté en Facebook, con un amigo del Espinar( un pueblo de Segovia); me decía que allí se nevaba. "Con los mayores que somos y aún nos importa la nieve; es incomoda;  no puedes sacar el coche; te resbalas; te caes; el cuerpo se vuelve hielo", pensé. Al hablar de la nieve,  recuperamos  la infancia, olvidando la dureza que supone aceptar la madurez; territorio inhóspito, cubierto de  enfermedades, de  muertes, de  fracasos, de decepciones. El cambio climático, ha afectado a nuestro memoria de la ilusión, de la inocencia, de la belleza, de un mundo, que se derrite ante nuestra mirada.
Ana Tapias

viernes, 27 de enero de 2017

Hoja mojada

Los días donde las gotas, ocupan el horizonte;  busco un paraguas, pequeño, débil, endeble;  que se adapta a mi bolso. Lo abro, cubriendo mis nostalgias;  a veces, lo dejo en el suelo; quieto, apegado al asfalto, envuelto en mi indiferencia; para hacer una foto. Hoy, mi mirada ha sucumbido, ante esta hoja mojada, que ya es memoria.


Ana Tapias


Rhoda Henelde Abecassi

El 27 de Enero de 1945, Auschwitz fue liberado por los soldados del ejército rojo. He leído, novelas, y muchos libros, sobre Auschwitz; uno, me partió en dos, fue sobre las mujeres en Bikernau( no recuerdo el título). He oído dos testimonios, de dos mujeres, ante los que he llorado. La primera, fuee Violeta Friedman: supervivente de Auschwitz. Fue hace muchos años. El recuerdo es vago y tal vez impreciso: iba en silla de ruedas, tenia el pelo blanco; hablaba con calma, cargada de emoción, entre suspiros; por lo que vivió y ante lo tuvo que hacer frente toda su vida: el asesinato diario, del que se salvó. No sé, si uno se llega a acostumbrar a la tortura que supone ver exterminar. Ayer, escuché el testimonio de Rhoha Henelde Abecassi; era un bebé en la Polonia ocupada; tuvo que ir a Bielorrusia, Siberia, Ucrania, vuelta a la Polonia liberada, Kassel e Israel. En todos los países, pasaron hambre, humillaciones, vejaciones por ser judía; sólo sobrevivieron de su familia, ella y su madre.Al oírla, rodeada de gente, fue en el Acto del día de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los crímenes contra la humanidad, organizado por el Ayuntamiento de Segovia. Sentí ganas de llorar; pensaba " Que poco ha cambiado el mundo, ahora, hay miles de refugiados sirios, a los que nadie acoge". Los campos de concentración siguen ante la indiferencia de la vieja Europa.
A la memoria de los judíos asesinados
Ana Tapias

A las siete y cuarto de la mañana

A las siete y cuarto de la mañana, salía a trabajar; algo confundida por el jet-lag de volver, tras cuatro  días de volar, hacia del descanso, de formas, de vagabundeos de incertidumbre, de acertar o equivocarme. Algo adormilada, me fijé en un interruptor compuesto en dos mitades, con los cables al aire, que se expandía entre el portal de casa, y el de los vecinos.  Llovía, pero me pudieron las ganas, saqué la cámara y lo fotografié. Unos metros, más adelante, había un hombre, al que no ví, hasta que me gritó" Cuidado señora". Lo miré asustada; pensando"¿ Qué haría allí a esas horas?, se acercó: me asusté aún más. Muy serio me dijo" Soy policía, no toqué nada, ahora vienen a recogerlo; han robado en la tienda de al lado"¿ Ha visto algo?, me preguntó. No me salían las palabras, mi voz temblaba" Llevo sin ir a trabajar cuatro días, tenia moscosos", me apuré a susurrar. Caminamos juntos; él se quedó esperando a sus compañeros, yo me fui, envuelta en un delito que no entendía. Me crucé con un coche patrulla, seguía lloviendo sobre Segovia.
Ana Tapias

miércoles, 25 de enero de 2017

Levantar muros

Apenas, puedo  alzar la vista a la televisión, me pasa desde hace días. Su imagen, me descentra, me desconcentra, me aturde. Nunca sonríe, está en tensión permanente; amenazando con la mirada, parece que la humanidad le ha hecho algo, y debe vengarse contra ella. Firma decretos, con absoluta autoridad; ensimismado en su poder absoluto; en su carisma Sheriff-Soldado, que le ha aupado a la centralita de decisiones; una de ellas,  levantar un muro en la frontera; fomentando las desigualdades, aún más; creando ausencias, que dejarán rastros de dolor; sumando lágrimas a la huida. Los muros han de tirarse, no arrojarse como si fueran clavos ardiendo.
Ana Tapias

Politicos

Leía, nada absorta," Salto mortal" de Kenzaburo Oé; Alsina, desgranaba las noticias del día; entre las que se encontraban los virajes de" Podemos". Las palabras  de "Iglesias";  me han traslado al Catecismo, a las promesas del Bautismo, a las Bienaventuranzas; que las monjas, me obligan a memorizar. Algo está pasando a nuestros políticos, que yo una atea convencida vuelvo a la religión,
Ana Tapias

Verduleras

La expresión verduleras, la recuerdo de mi adolescencia; llamaban así a la gente, soez, burlona, gritona. He recordado la palabra, al pensar en algunas mujeres, que conozco; rápidamente, me he persuadido de mi error. Cuando iba los jueves, al mercado con mi abuela, Encarna;  la persona que mejor compraba de la familia; se paraba en la" verdulera"; era una mujer amable, tierna, simpática; llena de cestos con verdura, que a mí no me gustaban; mi abuela, no prestaba atención a mis gruñidos. Tocaba el género, sin disimulo; la verdulera, ya acostumbrada, pesaba, en una balanza antigua, desgastada, por los productos del campo; que equilibraba con mesura, con una pesa gorda,en
 medio, que bailaba hacia un lado u otro¿ Algo más? preguntaba ansiosa, la verdulera." No", contestaba indiferente mi abuela; que contaba las pesetas y los duros, con parsimonia, buscando céntimos. Nos  íbamos con el carro lleno.  Eran otros tiempos, ahora, las verduleras son unas básculas, diminutas, sosas, silenciosas; colocadas al lado de la fruta, que te dan hasta el precio.
Ana Tapias

martes, 24 de enero de 2017

Bimba Bosé 2

Tras la muerte de Bimba, las redes se han llenado con su imagen; las televisiones hablan de ella. Uno siente pena, de no haberla conocido, apoyado, vigilado, cuidado, en su final. La sensatez, persigue los actos de esta gran mujer, que al irse nos ha dejado  huérfanos, a todos, de su mayestática presencia.
Ana Tapias

Sara G de P

Al empezar a trabajar en Julio, por el centro pululaban muchas personas desordenadas en mi mente, que estallaba niebla ante tantos nombres, apellidos, circunstancias que aprender. Una compañera, situada al otro de la lado de la puerta de entrada, me sonreía. Un  día, salí tarde, me había equivocado, llevaba trabajando pocas horas; me topé con ella, cuidaba que nadie  saltará el cordón de seguridad, que protege las entradas de las salidas. Fue sincera, simpática, alegre; de aquella primera charla, nació el virus de una amistad, que se contagió como si de una gripe se tratará. En mis idas y venidas, por esos pasillos. cuajados de indiferencia;  descubrí a una mujer, sensible, culta, cauta, apasionada del baile, que luchaba por un sueño. Nadie sabía, que con una mirada murmurábamos. Sara, escuchaba mis tropiezos, mis sonrisas truncadas, mis juegos de dejarlo o continuar. La vida es más llevadera, cuando  encuentras a personas con corazón, como mi amiga Sara.
Con todo mi cariño a Sara.
Ana Tapias

Antonio C. V

Al llegar al centro donde trabajo, no  aprendí su nombre, ni me fijé en él. Pasaba desapercibido, pegado a su escoba, con su trapo en la mano, cambiando de lugar rápidamente. Creo, que pasaron uno o dos meses, hasta que empezamos a hablar. Estaba agobiada, frente a mi ordenador; nadie me había enseñado a mirar el tiempo, que me sobraba de trabajo; dejó su escoba, se acercó a mi ordenador, me pidió mi clave, se la di; aprendí a jugar con mi tiempo de trabajo.  Desde aquel momento, fui descubriendo a un ser humano, lleno de matices, de formas necesarias para mis sonrisas, de aterciopelados dejes de creatividad, manifestados en su página web. Antonio, es un cofrade, dispuesto a pelear por sus imágenes, que son versos de sus genes,  que son música de la Semana Santa, que es la fe del Cristo del madero.  Con el paso de los meses, esa sombra, que se diluía entre pasillos, entre sillas, entre cajas; se ha convertido en mi amigo.
Con todo mi cariño a Antonio C. V.
Gracias Antonio
Ana Tapias

Sequia

Leo un articulo en el diario " el País" titulado "La Galicia Sumergida", firmado por Silvia. R. Pontevedra, con fotos de Óscar Corral. Muestran la Galicia oculta, esa que quedó ahogada, por el afán expansionista de los pantanos, que tuvo el dictador. Aquellas gentes, tuvieron que abandonar forzosamente sus recuerdos, sus ilusiones, sus memorias; que fueron agua. El tiempo,  pone todo en su sitio; el cambió climático, ha desenterrado esta libertad, que un día durmió para siempre.
Ana Tapias

lunes, 23 de enero de 2017

Rosalia

El nombre de Rosalia, lo asociaba a la poeta gallega, cuyos versos leo, cuando mi animo vagabundea entre palabras. Ha saltado a los juzgados, la mujer de Bárcenas, cuyo nombre es Rosalía. Hace tiempo, que desconecté de la" Presunta corrupción". Los ciudadanos, yo( estoy a punto de engordar las listas del paro), bastante tenemos con desmayarnos, con las facturas de la luz, que suben, ante la indiferencia de los políticos. La mujer que acataba lo que hacía su marido;  firmaba cosas sin saber lo que era, y, ahora por su analfabetismo conyugal, se sienta a declarar¡ Menos mal que no tengo un marido en quien confiar!
Ana Tapia

Bimba Bosé

La tristeza me inunda al escribir esto, es verdad que no conocía a Bimba; pero, me caía simpática; era alegre, expansiva, fuerte, tenaz, valiente, guapa, grande. Hablaba como si el mundo la perteneciera, como si la vida fuera fácil. Últimamente, cantaba el bolero de la resistencia frente la cáncer, que la llevado a la eternidad; donde aquellos que la admirábamos la buscaremos, cuando el eco de su voz nos devuelva su imagen en el espejo.
Con cariño y admiración a la memoria de Bimba
Ana Tapias

domingo, 22 de enero de 2017

Fotos

Detrás de cada foto, hay  una duda, que suelo escribir; nada es casual, todo forma parte de un puzle. El Acueducto, es testigo de la espera de una mujer, que lleva una maleta azul; los rayos de sol inciden en ella, despejando al resto de personas¿ A quién aguarda?¿ Qué sentido tiene que mire a la derecha o la izquierda? ¿ Su maleta lleva ropa o libros?. Las preguntas, acechan a la cámara, que intenta descifrar el origen, la evolución, el eslabón perdido del sentimiento.
Ana Tapias


Atardece sobre Segovia

La luz de Segovia, es distinta, esta llena de vida, alejada del fuselaje de la contaminación, superviviente, tal vez, del pasado romano. El sol, no da abasto a cubrir los 167 arcos, que forman esta lavadora antigua;  a quien acaricio cada día; paso mi mano derecha o izquierda, siempre las confundo, sobre la epidermis del granito Al que llega el atardecer, pese a la no querencia de los turistas; que anhelan fotos brillantes, expresivas, delirantes, para mostrar. Anochece sin pausa sobre Segovia.
Ana Tapias


Noticias atrasadas

Hoy voy a limpiar mi cuarto del pasado; sé que  he dejado estas noticias,  quería escribir sobre ellas, pasó el tiempo, y las metí en una carpetita. 1 de Febrero de 2014, el diario el " País", " El ejército alerta de un conflicto civil"; bandas armadas torturan a activistas de la oposición, en la" Crisis de Ucrania";21 de Diciembre de 2013, el titular del el Mundo"" El lugarteniente de los Kim"" Las purgas dejan como número dos de Corea del Norte a un oficial cercano a la familia"; 22 de Febrero de 2014, un articulo de Timothy Garton Ash, en el diario el" País" sobre lo que está en juego en Ucrania;  27 de Febrero de 2014, el " País"," El régimen pacta un adelanto electoral", en la foto hombres y algunas mujeres, sostienen el féretro de un hombre joven, fallecido en la represión de Kiev. Huelen a tinta los periódicos sensación mágica, que me lleva a mis veinte años, donde iba a la biblioteca a sacar libros; ahora leo en un Kindle, que no huele a imaginación. 22 de Marzo de 2014, el "País"" Golpe de Erdogan contra las redes sociales"; 23 de Julio de 2015, el"Mundo", "Persecucción a los subsaharianos  en Tánger"; 24 de Febrero de 2015, el"Mundo"," Abusos sexuales en la frontera" Mujeres y niños refugiados sufren explotación a manos de las mafias en su ruta por Europa; 5 de Septiembre de 2015, el diario el" País", " Éxodo a pie en el centro de Europa";  22 de Febrero de 2014, el" País", Subero ya no vive aquí.  Estas noticias, que fueron dolorosas, cautivaron mi impotencia ante la injusticia, ante la lucha, ante la masacre, de la razón.
Ana Tapias

sábado, 21 de enero de 2017

Carburantes en África

Un informe de Public Eye, pone de manifiesto, que los combustibles vendidos en África, sobrepasan el límite de Azufre; 200 veces por encima del nivel autorizado. Estos niveles de azufre, producen cáncer de pulmón, y enfermedades del corazón¿Hasta cuándo África, va a ser el continente, marginado, olvidado, alejado, de la civilización? o los dejamos morir, o los matamos. Los africanos son ciudadanos de primera; no cadáveres famélicos, ausentes, inocentes;  que deambulan por los desiertos de la pobreza¿ Hasta cuándo?
Ana Tapias

Groenlandia

Quiero huir de las calles de Segovia, siempre las mismas caras, los mismos pasos de peatones, la misma felicidad inhóspita, de rostros que nunca sonríen. Encuentro en una revista a Groenlandia; rodeada de nieve, que es limite frente al mar;  de esta isla gélida, desprendida, vecina de América del Norte, con temperaturas de hasta cuarenta bajo cero. Hacen excursiones en trineos con perros; seguro que mi sangre reviviría en el frio, y olvidaría el calentamiento global; en Ilulissat, el cementerio, tienen cruces blancas que encajan con la nieve, que cubre las fosas; en Oqaatsut secan el pescado en tendederos; el glaciar Jakobshavn, es una combinación armónica de mar y hielo. Mi imaginación sueña con unas vacaciones, leyendo, al calor del fuego, rodeada de misterios a los que dar sentido.
Ana Tapias


Noticias de mujeres

En un rincón de mi cuarto, acumulo artículos sobre mujeres, de la revista" Yo Donna",  desde hace meses; con la idea de escribir sobre ellas. Ya lo dijo, Virginia Woolf para escribir sólo se necesita tener un cuarto propio. Ante mí, desordenadas aparecen nombres de mujeres anónimas, conocidas; Rula Ghani, la mujer del presidente Ashraf Ghani; lucha para mejorar la calidad de vida de las mujeres en Afganistán; en Laos, equipos de mujeres, envueltas en simples uniformes y ayudadas por un detector de metales, se afanan por encontrar bombas de racimo,  de la Guerra de Vietnam; en Nigeria, las niñas son secuestradas por Boko Haram, terrorista, que las utiliza como esclavas para cumplir sus macabros propósitos; en la España de 1915, se creó la Residencia de Señoritas, mujeres como Zenobia Camprubi, Victoria Kent, Josefina Carabias, Maria Zambrano, Maruja Mallo, forman parte de la elite intelectual española, que lideraron la idea de una sociedad de iguales, derribada por la Guerra Civil; Andrée De Jongh, una enfermera, de 25 años, creó la Red Cométe para ayudar a fugitivos del régimen nazi; mujeres saudíes se rebelan en Twitter y en Facebook, con la etiqueta="IamMyOwnGuardian"(Soy mi propio guardián); arqueólogas españolas en Egipto, encuentro a: Mª Angeles Jimenez, a Gudelia Garcia, a Pia Rodríguez, a Nieves López, a Zulema Barahona, que excavan para descubrir el pasado que es presente; en Nicaragua, donde la ONG" Plan España", ayuda a las jóvenes victimas de abusos sexuales, y violaciones, a encontrar un futuro.
Cada una de estas mujeres, es grande, inolvidable, necesaria; ayudémoslas, dándolas visibilidad, creyendo en ellas.
Con admiración y cariño a todas
Ana Tapias

Marcha de Mujeres

En Washington, miles de hombres y mujeres; marchan para pedir a Trump:  fin de la violencia contra las mujeres; respetar los derechos sexuales y reproductivos,  del LGTBQIA, de  las trabajadoras, de las inmigrantes; de las personas con diversidad funcional; y la justicia medioambiental.  Yo, camino con ellos; reivindico la igualdad; alzo la voz contra la injusticia, contra la opresión, contra la carencia de valores; de un país, que no ha de olvidar lo conseguido. Me uno a sus vidas, quiero un futuro libre, igual, limpio, para todos.
Ana Tapias

StateofWoman

StateofWoman: HOY PODEMOS CAMBIAR EL MAÑANA; es un video, donde mujeres americanas, encabezadas por Meryl Streep, gritan " Nosotras, somos el Estado unido de Mujeres"; el video, termina con las palabras, de Michelle Obama, " Y somos más fuertes, cuando nos mantenemos unidas". La monotonía de millones de mujeres, está compuesta de estereotipos; de macabras ideas de cómo tienen que comportarse; de cuerpos derrotados por el hambre, por la ansiedad, por la indecisión de querer y no saber cómo.  Como dijo, Martin Luhter King" I have a dream". Yo sueño con una sociedad que desnude la sonrisas de las mujeres.
Ana Tapias

Gloria Fuertes

Gloria Fuertes, cumpliría 100 años, a los 81 marchó al olimpo de las poetisas. La veía en televisión, de vez en cuando. Llamaba poco mi atención; aquella señora mayor, que recitaba poemas; que a mí, no me gustaban; andaría liada leyendo a Machado, Sartre, Rosalía de Castro, Pedro Salinas, Juan Ramón Jimenez. Con el tiempo, que siempre crea figuras en la cercanía; adivino a una poeta tierna, dulce, fuerte, inmersa en su mundo interior, que decidió descubrir lentamente, verso a verso, coma a coma, suspiro a suspiro
Querer
"....Quererte como nadie se imagina
es la única enfermedad que he tenido
desde la tosferina..." Gloria Fuertes


Sus palabras, vuelan como las hojas hacia los corazones de sus lectores. Gloria es bandera, símbolo, metáfora, de sus sueños.
Telegramas de urgencia escribo
"....Destino: La humanidad
ingredientes: Mucha pena
mucha rabia
algo de sal...." Gloria Fuertes
Con admiración, a la memoria de Gloria Fuertes
Ana Tapias

viernes, 20 de enero de 2017

Destruir

Se ha confirmado, el autollamado," Estado Islámico" ha destruido parte del Teatro de Palmira. Los culturetas, palabra que he oído, con cierto estupor; se tirarán por un barranco, ante esta perdida, tan trascendental, para la evolución de la humanidad. A mí, me parece que son gajes, efectos colaterales, mal menor, de una guerra; que cada día mata, asesina, vapulea, a  miles de inocentes; cuyos nombres y apellidos, no salen en los periódicos. Su familia, los enterrará, si puede, con dignidad, bajo la telaraña de escombros; que todos olvidarán; pero, seguro que el Teatro de Palmira será reconstruido.
Ana Tapias

Encabronar

Leo periódicos atrasados, siempre acumulo una docena, que destripo meses después, de sucedidos los eventos, actos, juicios, sucesos; casi nada me sorprende. Últimamente,  noto que me encabrono, palabra  a la que Fernando Lázaro Carreter, tendría algo que objetar, en sus geniales artículos. Me encabrono, sin subjetividades mayestáticas, ni cloroformos de dudas, ni aspavientos de todo pasa y todo queda; por la corrupción; a la que sucumben no solo los políticos, no nos engañemos, sino todos. Yo misma, he fotocopiado alguna ley en el trabajo, pocas la verdad. Le dije a una compañera que imprimiría la ley en una fotocopiadora, me contestó" Aquí todos imprimen la ley".  A mí, eso de robar no me va. Estos días, que he estado archivando, uniformando expedientes; quitó los clips, que con los años se oxidan y deterioran el papel. He reciclado los clips, para que los sigan usando.  No entiendo, a quienes se llevan el dinero a paraísos fiscales, a sociedades vagabundas, en el espacio de los tributos, a selvas sin justicia; mientras a la mayoría de la población la cuesta pagar el recibo de la luz. Vivo encabronada.
Ana Tapias

Sala de espera

A las nueve, mi madre, que mañana cumple ochenta años, tenía que estar en la tercera planta del Hospital de Segovia; fue citada para operarla de la " Catarata derecha". Las enfermeras nos indicaron la habitación, había cuatro sillas, para cuatro pacientes el A, el B, el C y el D; y otras cuatro para sus familiares. Un auxiliar de enfermería, nos da  indicaciones, nos presta un pijama enorme; un asalariado del hospital, todo de verde, se lleva al quirófano, al paciente, de la silla de la esquina. Seguimos las indicaciones, nada metálico en el cuerpo; al poco rato,  aparece un señor, con su hija. Tendría unos noventa años; no oye; no responde a las preguntas. Compartimos el mismo armario, el C y D. No caben tantos abrigos, en un espacio tan reducido. La hija parece ausente como el padre. Toman la tensión, la temperatura a mi madre. El señor mayor, no entiende nada. Otro señor y su mujer entran. La habitación ya no soportará más pacientes. La enfermera, empieza con el protocolo de echar las gotas. La pregunto algo, se pone explicar a todos, lo que tienen qué hacer después de la operación. El ambiente se relaja, todos nos conocemos, hablamos, nos comportamos con familiaridad. Aparece el primer señor operado; su cara es inmejorable, su tensión se dispara. Bromea con la enfermera, no la ve de momento. Son las diez de la mañana;  mi madre, va después de la paciente que se acaban de llevar; a las once entrará en quirófano. Tose, me preocupa; no puede hacer esfuerzos. Llamo a una de mis hermanas,; el jueves, el médico de cabecera, no me recetó un jarabe, sabia que la operaban. Me crispa su incompetencia: no la ha puesto a dieta por la diabetes, no la ha mandado a hacer pruebas para la alergia. Las once se acercan, el celador viene a por mi madre; mi padre y yo vamos detrás de él. La mete en el quirófano, vamos a la sala de espera. Discuto con mi padre sobre la necesidad de ir a Madrid; se va a comprar el periódico. Me siento sola, no sé cómo estará mi madre. Las caras de los familiares son angustia, el terror se apodera de las arrugas, el drama se oculta tras las palabras. "Los familiares de Carmen suban a hablar con el médico", mi corazón casi estalla. Subí corriendo las escaleras. La doctora me dijo que todo bien, me dio algunas instrucciones que intentaba memorizar con precisión; la recuperación de mi madre, estaba en juego. " La han subido a la habitación", mi padre estaba allí. " Tiene buena cara", pensé, respiré tranquila. Fui a pedir el justificante para el trabajo, y a citaciones. Al volver a la habitación la charla seguía armoniosamente. En la calle, la nieve se derretía. Segovia había amanecido con una capa de nieve; que yo eludí, por no tener tiempo para soñar.
Ana Tapias

jueves, 19 de enero de 2017

Votar

Hoy, América del Norte, cambia de presidente; se va el bueno de Obama, llega el insospechado Trump. El mundo, contiene la respiración ante su mandato. Sus declaraciones son exageradas, cargadas de fuerza, inspiradas en el dramatismo.  Los americanos votaron a Trump; esperemos que no sean hayan equivocado. " Dios salve a América".
Ana Tapias

Voces

Me pasa a veces, no siempre. Hay voces, que se pegan a mi mente, y en cualquier momento estallan;  algunas de ellas, me agotan, me estresan, me bajan las defensas. Son los sonidos de la rutina;  los sepultaría bajo tierra, para no escucharlos con el eco distorsionado, como si fuera un zumbido de lo que no hago bien; otras voces, me acarician, me inundan de amor, me contagian ternura.  Son cuerdas vocales cuajadas de abrazos; los tendría en mi mirada, para no llorar, cuando las otras voces me gritan.
Ana Tapias

Frio en mi rostro

No suelo hacer caso a mi madre, excepto hoy, que me he puesto el gorro como ella me dijo; para soportar el frio polar, que anunciaban como si fuera un fin de siglo. El frio, ya no es lo que era, eso dicen todo el mundo; hasta mis compañeras, aún jóvenes; recuerdan las nevadas de los setenta, como una zona mítica a la que es imposible retornar. Salí de casa al trabajo; antes, quería hacer fotos de una fuente helada: la de Sirenas; a la que asocio, con mi abuelo materno. Al llegar, vi poco hielo; sólo en la cabeza de los leones; me sentí ausente de mi infancia; ajena al pasado; sometida al cambio climático. Bajé las escaleras; en el  Acueducto; mis pies se quejaban, insistentemente;  pero, qué coño, no podía hacerles caso. Mi pensamiento ideó, que me faltaba un selfish para ponerlo en mi Facebook.
 No me dio tiempo a peinarme; me autorretraté sin flash. Estaría  más guapa, si alguien me hiciera la foto. A lo lejos, apareció ella. La solté a bocajarro" Me haces una foto"; no la dio tiempo a decir que no. Se quitó, los dos guantes negros;  se disculpó, era mala fotógrafa, y disparó. Gracias, la avasallé con amabilidad." Mi guante, me falta un guante", repetía incrédula. Miró en su bolso diminuto; en su abrigo estrecho, Sólo faltaba yo, por registrar. " Yo no lo tengo", la dije convencida." Para qué vas a querer tú un guante"; al rato de no encontrarlo sobre ella, me hizo buscarlo en mi indumentaria. Cinco minutos, pasando frio sobre el rostro;  sin saber qué había sido de su guante negro. Me disculpé" Ha sido culpa mía", " Bueno, bueno, bueno, no pasa nada", aseveró de mal humor. Se fue a su trabajo; y yo resplandecí, tenía los dos guantes.
Ana Tapias


miércoles, 18 de enero de 2017

Soledad

Antonio, mi compañero de trabajo; cree que empiezo mis artículos bien,  pero, mi pesimismo anula el texto. Le contesto" Que la soledad, se pega a mi cuerpo, cada amanecer; que soy una sombra más, difuminada en el silencio; que fotografió tuberías, para saltar dentro de ellas; para ser otra; para sonreír con el abecedario; para olvidar, lo que me consume de una rutina, a la que no logro acostumbrarme, y, a veces me hace llorar". Antonio no me entiende.


 

Cansancio

Una lágrima, se ahoga en mi garganta; quiere salir, aún es de día en mi cuarto. La clandestinidad. exige llorar bajo la luna, a oscuras; en silencio; meditando las agujetas, que llenan la soledad de mi rostro. La noche ha llegado; mi lágrima se escurre agonizante por mis mejillas; tal vez sea, el cansancio de todo; la duda sobre si podría; la melancolía de mis recuerdos; el desacierto en mi vestimenta, no logro  a combinar mi sonrisa con mi camisa. Vago hacia la tristeza sin remedio, agotada; decidida a terminar de una vez.
Ana Tapias

martes, 17 de enero de 2017

Las hojas

Las hojas, se alienan en cualquier rincón, espacio, lugar; donde las deposita el viento; que no tiene consideración con sus deseos, de perecer al lado de su árbol; cuna de su vida, de sus sueños, de sus circunstancias. El destino, siempre inapelable, insobornable, inmediato; dibuja en los pasos de peatones, ataúdes sin crucifijos. Ni las hojas se salvan de ser memoria.


Ana Tapias

Sombra

La mayoría de las veces, no me siento, no me creo; no me pienso. Soy sombra, que otros mueven alegremente; sin pensar, que mi locuacidad, es fruto de sus ordenes; que mi silencio, es un agónico punto y aparte de  sus palabras; que mi duda, es una pesadilla de su subconsciente; que mis pasos, son la derrota de su carrera interior. Fotografió a mi sombra, esperando que mi yo dormido, despierte del invierno a la primavera.
Ana Tapias

lunes, 16 de enero de 2017

Tuberias

Algo tienen estas tuberías, que me han hechizado; tal vez sea, que imagino un mundo gobernado por  ellas. El color gris, adornaría los escaparates; todos iríamos igual vestidos; no habría diferencias, ni seres diferentes. Las mujeres, no llevarían  tacones, ni se pintarían la sonrisa. Los hombres, no dispararían armas; ni jugarían al fútbol. Los niños, no tendrían miedo a jugar el escondite.  La sangre, no seria pretexto para gobernar, sino los votos de cada ciudadano soberano. Las guerras, quedarían relegadas a los días de nieve. Cada uno, tiraría una bola a su enemigo; que se podría ocultar detrás de su vergüenza. Las tuberías, silencian bajo sus comisuras un mundo posible.
Ana Tapias

domingo, 15 de enero de 2017

Caminar con mi sombra

En mi bolso, siempre llevo un sándwich, que tomo a media mañana; el móvil;  las llaves. y mi cámara de fotos. Salgo de casa; pertrechada con una, impenetrable, zamarra, un gorro de lana;  una bufanda traída de la Pampa, y unos guantes con la figura de una calavera. Dispuesta a soportar los rigores invernales, algo decadentes, tras el cambio climático. Que antes si hacía frio y nevaba de verdad; eso dicen los nacidos en el siglo XX; yo, recuerdo, vagamente, los inviernos de mi infancia; donde observaba abrumada, las capas de nieve en los tejados. A pocos metros de casa, está el jardín abandonado en invierno de niños; y en verano lleno de cubos y palas. Como si fuera un Sherlock Holmes de las hojas;  busco sombras; son culpables de parecerme bellas; la gente, mira a esa mujer agachada, siniestra, perturbada; que fotografía cosas del suelo. El reloj, asoma a mi pensamiento, no quiero llegar tarde al curro; que luego salgo a las tres y media; y ya no sé qué decirle a mi amigo, Antonio; para hacer las siete horas y media. Guardo la cámara en el bolso. Al llegar, a la calle de San Juan. Las calles de Segovia, están todas vacías a las siete y cuarto de la mañana; mi sombra desnuda, me sale al paso. He de vestirla, antes de que la vean los curiosos. Me calzo unas botas, me abrocho los vaqueros, me ajusto el jersey negro de cuello alto. Vuelvo a ser de carne y hueso, la normalidad me invade. Mi mundo se queda desperdigado en mi imaginación, que no saldrá a pasear en toda la mañana. 

Seis cadáveres

En días como hoy, me gustaría no tener que escribir en mi blog. Cruzando el mar, han perdido la vida, seis inmigrantes; el mar  siempre es el culpable, y no las mafias, que los meten en esas lanchas sin destino.  Los más afortunados, son internados en centros de acogida; los más desdichados, son expulsados hacia sus países; donde los espera la miseria; las caras de desesperación de sus familias, que nos los abrazarán al verlos¿ Qué se puede hacer? Tal vez, ayudar a sus países de origen a crear empleos; educar a  construir gobiernos, que no roben a los ciudadanos.  El afán de tener dinero, destruye, arrasa, elimina, la conciencia de los hombres; que han olvidado el sentido de la sonrisa. Los europeos,   también nos meteremos en barcas y buscaremos un horizonte mejor, si la corrupción no cesa.
Ana Tapias


Nueva víctima de violencia

Desde que empezó 2017, sólo han pasado quince días;  y sino recuerdo mal, ya han sido cuatro las mujeres asesinadas, por sus parejas o exparejas. La última, ha sido degollada hoy en Huércal, Almeria. Tenía 33 años, el "Presunto culpable", es un hombre de 31 años, con el mantuvo una breve relación. Eso dicen los periódicos, que leo. Mi corazón, llora por cada nueva mujer asesinada. La sociedad española, ha de reaccionar ante esta epidemia; que no colapsa los hospitales como la gripe, pero, atasca los cementerios de mujeres, a las que nunca se las debió arrebatar la vida. Mañana, iremos a trabajar, y, comentaremos el frio que hace; la gripe que estamos a punto de coger; la nieve que no llega a nuestras calles. Y ella, la mujer acuchillada, yace olvidada en los susurros de dolor de su familia.
Ana Tapias

sábado, 14 de enero de 2017

La realidad

Esta foto, me ha llevado a mi admirado Antonio López, que se decantó por representar la realidad en sus cuadros. Me sumerjo en su mundo de pinceles, de sueños, de abismos cotidianos. Es complicado dejarse llevar por lo cercano, por lo que nos invita a ser uno mismo, por lo que refleja nuestro paisaje interior. Lo fácil, es evadirse a los sueños de ser otro; ese que se tira en paracaídas, que gira en una montaña rusa, que se desquicia en las colas de las rebajas; mientras,  mueren refugiados, que soportan estoicamente el frio que asola Europa. estos días de invierno. Por eso, la mayoría viajan a ver el mar en verano; en vez de condenar lo que pasa en el mar.
Ana Tapias


Las guerras

Mi abuelo, materno, me contaba su paso por la Guerra Civil española. Yo era muy pequeña; apenas lo recuerdo. El amor por las historias de mi abuelo, me llevó a licenciarme en Historia Moderna; leí libros y más libros, sobre todas las guerras; vi muchas películas de soldados que morirían; un día, dejé de verlas; ya no soportaba más, asimilar,  los cuerpos derrotados en los campos de batalla. Desde hace años, escribo en contra de las guerras. El mundo, ha perdido la empatía, la alegría, la amabilidad, de ser el otro; ese que cruza la calle, mientras nosotros miramos si podemos cruzar.  En Mosul, en Siria, cada día, alguien llora, alguien deja de rezar a su Dios invisible, alguien clama a lo imposible. En las guerras, todos son asesinos, todos son culpables, todos pierden. La victoria, es una mentira creada para justificar el asesinato. El ser humano, ha de revelarse en contra de la tiranía de las armas, sólo eso nos llevará a la paz.
Ana Tapias.

Ser interina

Me quedan, ocho o nueve, días para terminar el  trabajo. Me llevo la pena, de no haber estado a la altura de gente tan lista. Ser auxiliar administrativa, requiere años, y años, de trabajo. Estos últimos días son largos, tediosos, agotadores, inagotables. El interino, ha de empatizar rápidamente en el puesto de otro, que lleva  años en él; intentar encajar en un puzle de personas, con sonrisas y lágrimas; que chocan como si fueran trenes de alta velocidad. El funcionario o funcionaria, especie en extinción, suele estar sobrecargado de trabajo; a duras penas, levanta la mirada del ordenador; carece de tiempo real, para enseñar al sustituto del sustituto; que pulula apocopado, tímido, inhibido; por los pasillos  con la cabeza clavada en suelo, por miedo a levantarla y equivocarse. El interino, inmerso en sus sumas y restas,  cuenta los días para el final, pues la muerte, liberación del cuerpo,  siempre llega.
 
Ana Tapias

viernes, 13 de enero de 2017

En la sala de espera

El miércoles, a mi padre le dio un mareo en mitad del monte; a duras penas consiguió llamar a Martín, uno de sus hermanos; que vive en el pueblo, y al 112. Una ambulancia sin medicalizar, sólo con un conductor, lo llevó a Turégano. El médico no vio nada raro.  Fue hasta el Cubillo, su pueblo; donde había dejado el coche, y condujo treinta kilómetros hasta Segovia.  Al entrar por la puerta, sus ojos estaban lagrimosos. Era difícil sobrevivir al mareo, y aún más, a no tener un accidente por la carretera. Le convencí, para ir al hospital de Segovia a urgencias, a que le hicieran pruebas. La sala de urgencias, es pequeña, no cuenta con más de cincuenta incómodas, pesadas, duras sillas, para sentarse a esperar el veredicto de las pruebas. Mi padre pasó, mi madre fue con él. Me quedé abandonada en aquella sala; llena de caras sin solución. Abrí el libro electrónico; me decanté por la" Caligrafía de los sueños" de Marsé; logré concéntrame unos minutos. Me perdí, en aquella mujer mayor; alta, con pelo corto, aún con rastros de su belleza juvenil;  que un celador dejó en la sala. Venía acompañada de una mujer, pensé que era su hija, La mujer empezó a gritar, a llorar, a lamentarse. La cuidadora fríamente, la dijo que se calmará. Mi mente, viajó a la dureza de ser mayor; de depender de un cuidador sin escrúpulos; de cómo el cuerpo con el paso de los años nos deja a la intemperie, despreocupándose de nuestro dolor. Una hora, sin saber nada de mi padre. Mis hermanas, mi amiga Idoia, llamaron. En la sala, irrumpieron seis gitanas, con tres niños. Empezaron a hablar en alto, los niños correteaban ajenos a sus madres. A mi lado, se sentaron dos, apenas tenía espacio para mí.  No sabía qué hacer con las manos, con la mirada, con el cuerpo. Una de ellas, alzó la voz, criticando el comportamiento de otra.  Mi padre llamó, pronto le darían el alta. Las pruebas no daban nada concluyente. Me sentí aliviada; hubo gente que salió de la sala; pero, yo permanecí quieta, inmune, soportando las vidas de esos seres, que nos llamaban" Payos". En la calle, vi tres coches de policía y veinte gitanos. La luna me llevó a Lorca.
Ana Tapias Garcia

martes, 10 de enero de 2017

Los refugiados y la nieve

Europa vive inmersa en un temporal de frio. La nieve cae sin dar tregua, dejando un paisaje acorde con el invierno. Unos lo llevan mejor que otros. Los refugiados que duermen en campanentos, corren el riesgo de convertirse en esqueletos helados. Dando a la frontera europea, un toque de cementerio ambulante. Nadie hace nada, los muñecos del mar, naufragan de sus sueños.
Ana Tapias

Desencajar

Útimamente, noto que mi alma, se ha desencajado de mi cuerpo. Vuela ajena a la realidad; a la que me someto sin  fisuras. Lloro envuelta en metáforas, cubierta de silencios, desdeñando las pausas. Nadie me invita a soñar,sólo  a fracasar en medio  del  frio. Mi alma, se posa en la utopía.
Ana Tapias

lunes, 9 de enero de 2017

Meryl Streep

La Streep, es mi actriz favorita. Sus actuaciones me conmueven, alteran mi sentido de la realidad, desvanecen mis pesadillas. La noche pasada, en los Globos de Oro, Mery dijo" Que se la rompió el corazón, al ver como la persona que aspiraba al asiento más respetable del pais, imitaba a un periodista discapacitado; que la falta de respeto invita a la falta de respeto; que la violencia incita a la violencia. Lloro al escribir estas palabras. Mis lágrimas, son de todos aquellos, que se sintieron abofeteados, humillados, despreciados. Gracias Mery, por ser altavoz de los invisibles.
Con admiracion a Mery
Ana Tapias

domingo, 8 de enero de 2017

Pesadillas

Llevaba toda la noche, de un trabajo a otro. Sólo me quedan 13 dias, para terminar mi contrato. Fui, ayudante de cocina y niñera en Madrid. En la última escena que recuerdo. Las pesadillas son peliculas mudas.  Era un piso alto, tal vez un  octavo piso;  me asomaba a la terraza acristalada. Ante mi, el cielo madrileño, aparecía  cubierto de telas de araña. Las arañas eran enormes, me daban miedo". ¿Como habrian llegado hasta alli? ¿Cómo se habrían escapado del hombre?, Pensé .El despertador me atrajo hacia la noche helada de mi ciudad.
Ana Tapias

sábado, 7 de enero de 2017

Ilusión

La ilusión es nuestro futuro. Nadie queremos morir, pero, todos lo haremos. Mientras llega el adiós a  nuestras pupilas; caminanos erguidos, dentro de una bola; que el destino gira a su antojo. Asumimos ser muñecos de trapo.

Ana Tapias

Los niños en Mosul

Comía acelgas y miraba las noticias. Casi me he acostumbrado a ver de todo, sin inmutarme: la guerra en Siria; un exmilitar que mata a nueve personas en el aeropuerto de Florida; tres mujeres asesinadas en España por violencia machista. Mi madre, coció patatas, quedaban pocas acelgas. De repente, un reportero que trabaja para " Noticias de la Cuatro", nos empujó a la Guerra en Mosul. Un hombre muy grave, fue introducido en la ambulancia. El reportero viajaba con ellos. En el hospital, habia unos cuantos niños. Una niña, de unos cinco años, sonreia ajena a su pierna herida. Otro niño, de unos once años, tumbado en una cama, pedía ayuda. Queria una pierna ortopédica para jugar al fútbol. Mis ojos lloraban, por esos niños sin infancia;  por esos juguetes enterrados bajo los escombros; por esa miseria, que no golpea a la sociedad de luces de Navidad. La comida me supo a derrota.

Ana Tapias

Empanadillas

Las empanadillas se hicieron famosas una Nochevieja, en la imitaciçon de Martes y Trece. Mi hermana,Encarna, padeció durante meses la bromita. Para mí, las empanadillas es ver a mi abuelo materno, haciendo la masa, moviéndola por la mesa, explayada de la cocina, creando las formas que remataba con el rodillo, y arrojandolas al aceite caliente. Ahora, las empanadillas son congeladas, y mi abuelo yace escondido en mi recuerdo.
Ana Tapias

miércoles, 4 de enero de 2017

Viajar en metro

Hace meses, que el trabajo no me deja ir a Madrid; la última vez que estuve fue en Mayo; me robaron mi bono-metro, recién comprado. El ladrón fue un chaval de unos quince años. Cada vez que voy, a la capital, llena de soledad segoviana, donde las calles sudan silencio; tomo el metro, para ir a casa de mis hermanas. Me siento, si puedo, dejó mi maleta,  mi mochila, sobre el suelo;  y me dedico a observar a la gente, sus caras, sus gestos, su rictus de preocupación; su cansancio; su estrés. Imagino cómo serán sus vidas; esos segundos de irme a otras casas, otros trabajos, otros amores, otros duelos interiores; me alejan de los míos, que se  quedan mudos, aislados, sometidos, a otros pensamientos. Llegamos, a otra parada, cambio de vidas.
Ana Tapias

Personas, egoismo, y miradas

Hace tiempo, que dudo de la amistad; ya sólo me quedan dos buenas amigas, he dejado por el camino a unas cuantas, que me han roto el corazón y ya no es posible recomponerlo.  Hace tiempo, que creo que las personas  se mueven por egoísmo; que las lleva a acumular reproches, prejucios, maldad.  Hoy, vi por la calle a una conocida; la saludé, la deseé" Feliz año"; clavó sus ojos en mi ropa. Pensé que no había acertado con los colores; que estaba gorda; que era fea. Seguí caminando, descubrí a la hermana de una examiga, desvié mi mirada de su cuerpo. No puedo perdonarla lo que me dijo; no asimilo su faltad de lealtad a mí; que la ayudé cuando nadie quería hacerlo. En ese momento, sentí que formaba parte de un paisaje escondido, difuminado, perdido en el horizonte; donde los amigos, conocidos, no eran egoístas; donde no ponían zancadillas; donde susurraban amor. Llevo todo el día, asimilando el dolor de ser atea de las personas.
Ana Tapias

martes, 3 de enero de 2017

Susurrar palabras

Las palabras: acuosas, místicas, indisolubles, absorben mi pensamiento. Mis manos escriben una frase bordada con años de lecturas, que desencadena en una oración; mi imaginación se explaya frente a hechos, que anhelan salir de su silencio; de su fotografía en blanco y negro;  de su anonimato. El papel susurra a vocales y a consonantes, que sean fieles a la realidad; que opinen; que hagan justicia sobre la injusticia. El abecedario toma sentido; se vuelve fuerte; existe. La vida nace en mi.


Ana Tapias

Matias Catrileo

Mi poeta de cabecera, Antonio Letelier, ha compartido en Facebook; una noticia que ha llamado mi atención. Abro el link; leo el breve comentario, y veo el  video que acompaña la noticia:  aparece Michele Bachelet, presidenta de Chile, leyendo un discurso sobre los Derechos Humanos; al fondo, se oye a dos mujeres; están subidas a una torre; las dos hablan; una de ellas grita" Soy la hermana de Matias Catrileo, asesinado en democracia en tu gobierno Michele Bachelet, por luchar por los derechos de las tierras Mapuche". Busco en la Wikipedia, quién era Matias Catrileo; descubro que era un estudiante de 23 años, que fue disparado por Walter Ramírez; por defender con vehemencia, con ímpetu, con el entusiasmo que da la juventud;  los derechos de los mapuches. Pueblo que vive, en el sur de Chile y Argentina. Su asesino, no está encarcelado; el paso del tiempo, ha marchitado el cuerpo de Matias Catrileo, y la injusticia de su muerte, sigue presente en Chile; país con demasiados cadáveres sin respuesta. Justicia para Matias Catrileo.
 Ana Tapias

lunes, 2 de enero de 2017

Atentado en Turquia

El Estado Islámico ha matado de la mano de un hombre a 39 personas, el 31 de Diciembre en Turquía. El dolor sigue siendo su bandera, su horizonte, su metástasis de supervivencia. No entiendo cómo asesinan a sangre fría. Sus manos deben estar congeladas de sentimientos. Sus corazones deben estar hechos de metralla. Su pensamiento debe estar cuajado de mentiras. Ninguna religión debe imponer a los demás sus credos. El respeto es el único rezo al que nos tenemos que someter. El Estado Islámico, dibuja una utopía con sangre; cuya frontera está cubierta de cadáveres. Nos matarán a todos, pero, la democracia vivirá.
Ana Tapias

Navidades


El gato de la foto, lo decoró mi sobrina, Mariana, de cuatro años; con el cotillón que los compré en Nochevieja. Creo que las navidades se han convertido en una masacre del consumismo; un destierro de la realidad; un agónico tira y afloja entre el sonreír y el llorar. La sociedad, se hace la acupuntura para desterrar el dolor, al que estamos sometidos: la muerte repentina; el sobresalto de la enfermedad;  la precariedad del trabajo; el egoísmo de la sociedad;  la soledad de no ser entendidos, de gritar nuestros sueños al vacío, de fotografiar sangre y teñirla de olvido. Ya no me alivia, volver a la infancia para creer en la navidad.
¡Ana Tapias

Dos mujeres asesinadas en el 2017

No han corrido del calendario del 2017, ni tres días, y ya han sido asesinadas dos mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Envueltos en la vorágine de la Nochevieja, el Año Nuevo, y la resaca de las reuniones familiares;  no hemos tenido tiempo de asimilar la muerte de estas dos nuevas víctimas, que inauguran tristemente el año. Comparto en mi Facebook cada nuevo crimen; la mayoría de mis amigos virtuales lo ignoran; pero hay un reducido número, que se pregunta quién es el culpable; qué se puede hacer contra la violencia machista. El culpable es el asesino. No sé si se puede hacer algo, si hay una solución medida contra el maltrato.  La sociedad, debería apoyar más a las victimas; desterrar a los maltratadores a la cárcel, a otras provincias;  que se supiera sus nombres, sus apellidos; que sus fotos estuvieran en una lista de acceso a todos. Criminalizar su comportamiento en la televisión, en la radio, en las redes sociales. Cada maltratador, debería ser objeto de una campaña de marketing, que vendiera el dolor que causan. Así, tal vez, cada paliza que diera nos llenaría a todos de moratones.
Ana Tapias

domingo, 1 de enero de 2017

45 mujeres asesinadas en el 2016

"45 mujeres asesinadas en el 2016", dijo Matias Prats, en el noticiero de Antena 3. Desde ese momento, no tuve Nochevieja. Mi pensamiento, viajó a esos 45 hogares, a sus lágrimas, a sus interrogantes, a su dolor. 45 ataúdes, que deberían estar vacíos, no llenos de sueños. Los hombres que pegan, que destrozan la vida de sus compañeras, deberían sentir cada puñetazo, cada bofetada, cada paliza, en sus cuerpos; así, tal vez, entenderían el dolor gratuito que causan.
La sociedad ha de salir a la calle, a decir "No" a la violencia de género.
Ana Tapias

Europa blindada

Europa, se blindó la Nochevieja para evitar atentados. Es difícil caminar por las calles;  el miedo te encoje ante coches, autobuses, camiones, que parecen bombas, metralla, balas. Las ciudades, se han convertido en trincheras, llenas de escaparates que venden una sociedad feliz. Esta sociedad, llora en cada esquina, en cada silencio, en cada suspiro.  Queremos morir, arropados por una sábana en un hospital, o en nuestra cama; no deseamos agonizar en una calle, con un terrorista abatido a nuestros pies. Nadie se fía de nadie, todos somos culpables. Europa se ha blindado.
Ana Tapias