Presuntamente, el marido mató a su mujer de 55 años; para ello eligió un cuchillo. Virginia, ha abandonado la realidad; cubierta en sangre, agonizando sola, sintiendo que su vida no le importaba a nadie. Morir siempre es difícil, nadie quiere dejar el mundo de los sueños; debe serlo aún más, si lo haces asistiendo a tu asesinato. No imagino, qué pensó, Virginia; al ver a su agresor sobre ella; no acierto, a pesar el sufrimiento, que salpicó sus últimos momentos de conciencia; no oigo, la dureza de su grito" No te perdono". Querida Virginia, vives en el resto de las mujeres. No te olvidaremos.
Con cariño a la memoria de Virginia
Con cariño a la memoria de Virginia
Ana Tapias
No hay comentarios:
Publicar un comentario