El Estado Islámico ha matado de la mano de un hombre a 39 personas, el 31 de Diciembre en Turquía. El dolor sigue siendo su bandera, su horizonte, su metástasis de supervivencia. No entiendo cómo asesinan a sangre fría. Sus manos deben estar congeladas de sentimientos. Sus corazones deben estar hechos de metralla. Su pensamiento debe estar cuajado de mentiras. Ninguna religión debe imponer a los demás sus credos. El respeto es el único rezo al que nos tenemos que someter. El Estado Islámico, dibuja una utopía con sangre; cuya frontera está cubierta de cadáveres. Nos matarán a todos, pero, la democracia vivirá.
Ana Tapias
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