Algo tienen estas tuberías, que me han hechizado; tal vez sea, que imagino un mundo gobernado por ellas. El color gris, adornaría los escaparates; todos iríamos igual vestidos; no habría diferencias, ni seres diferentes. Las mujeres, no llevarían tacones, ni se pintarían la sonrisa. Los hombres, no dispararían armas; ni jugarían al fútbol. Los niños, no tendrían miedo a jugar el escondite. La sangre, no seria pretexto para gobernar, sino los votos de cada ciudadano soberano. Las guerras, quedarían relegadas a los días de nieve. Cada uno, tiraría una bola a su enemigo; que se podría ocultar detrás de su vergüenza. Las tuberías, silencian bajo sus comisuras un mundo posible.
Ana Tapias
No hay comentarios:
Publicar un comentario