Lleva casi un año sin nevar en Segovia; lo comenté en Facebook, con un amigo del Espinar( un pueblo de Segovia); me decía que allí se nevaba. "Con los mayores que somos y aún nos importa la nieve; es incomoda; no puedes sacar el coche; te resbalas; te caes; el cuerpo se vuelve hielo", pensé. Al hablar de la nieve, recuperamos la infancia, olvidando la dureza que supone aceptar la madurez; territorio inhóspito, cubierto de enfermedades, de muertes, de fracasos, de decepciones. El cambio climático, ha afectado a nuestro memoria de la ilusión, de la inocencia, de la belleza, de un mundo, que se derrite ante nuestra mirada.
Ana Tapias
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