En días como hoy, me gustaría no tener que escribir en mi blog. Cruzando el mar, han perdido la vida, seis inmigrantes; el mar siempre es el culpable, y no las mafias, que los meten en esas lanchas sin destino. Los más afortunados, son internados en centros de acogida; los más desdichados, son expulsados hacia sus países; donde los espera la miseria; las caras de desesperación de sus familias, que nos los abrazarán al verlos¿ Qué se puede hacer? Tal vez, ayudar a sus países de origen a crear empleos; educar a construir gobiernos, que no roben a los ciudadanos. El afán de tener dinero, destruye, arrasa, elimina, la conciencia de los hombres; que han olvidado el sentido de la sonrisa. Los europeos, también nos meteremos en barcas y buscaremos un horizonte mejor, si la corrupción no cesa.
Ana Tapias
No hay comentarios:
Publicar un comentario