martes, 28 de febrero de 2017

Ir al peridoncista

Cada seis meses, he de ir al peridoncista: doctor de las encías. Antes, de que me vea él, una higienista me hace una limpieza. Según quien sea, se ensaña más o menos; ayer, tuve a la torturadora número uno. Me estremecía atada a la silla. Mi pensamiento, estornudaba, gritaba, se removía, contra aquella mujer, que tiraba; que estiraba mi boca, como si fuera un chicle, pegado al paladar. Al terminar, duró media hora, salió de la habitación. Fue a buscar al doctor; me hizo abrir de nuevo la boca;  me miró un minuto. "Tienes tres encías, muy mal.  Deberías hacer tres injertos", dijo, calmado. No me explicó en qué consistían, ni el tiempo de recuperación de la operación, ni los puntos que tiene que darme; no me vio la caries;  que me había diagnosticado la ortodoncista. Mi animo estaba por los suelos, al dejar aquella habitación.  Pagué los 60 euros, a la administrativa; la pregunté, el precio de los injertos,"500 euros",  soltó, con tono acostumbrado a  manejar tanto dinero. Bajé las escaleras, que daban a la calle. El frio de Segovia, no me hería la piel; que carecía de latido. Había muerto, por la indiferencia de quienes me trataron como un cheque en blanco.
Ana Tapias

el Dolor

El dolor, es una necesidad, de eso, que llaman" alma", ante la vida, y sus protagonistas: seres humanos; que son copias genéticas;  que se miran al espejo; que adornan las calles, con sus sonrisas; que juegan, a ser buenos compañeros; que idolatran, a las musas del consumismo; que nos arrojan, a un árbol sin hojas; donde es difícil sobrevivir, a la envidia, al odio, a la indiferencia.
Ana Tapias

El paso del tiempo

dEl paso del tiempo, se escurre por nuestras vidas, sin darnos cuenta; estamos preocupados por casi todo, menos por las arrugas, que nos acosan como si fueran balas, a las que no podemos esquivar. Con la cirugía estética, se nota menos el cansancio de músculos, de arterias, de venas; que suplican llegar al final; para, dejar de competir. Si eres el segundo, te conviertes en un sin techo, sin lujos, sin consumir, expuesto a la incertidumbre de la hipoteca. Inmersos en la lucha por tener, olvidamos que el paso del tiempo, afecta hasta nuestra sombra, que se pega al suelo, de donde no volverá.

Ana Tapias


lunes, 27 de febrero de 2017

Utensilios del silencio

Arropados bajo la incertidumbre, nacen espejos sin voz.  El grito, llega hasta el firmamento. La vida, se expande a millones de kilómetros luz. Los altavoces, seguirán denostando la calma, el sosiego, el vagabundeo de las formas en la noche. Las palabras, olvidan que hay amapolas, que sueñan en silencio, con un mundo sin dolor.

Ana Tapias

Pablo Ráez

Pablo, no pudo superar la leucemia; desde el sábado,  reposa, en la memoria de los españoles. Su lucha,  fue un salvavidas, en medio del océano; una flor, al lado del asfalto; un paraguas, bajo la lluvia. Sus palabras, profundas, hermosas, lentas; derrochaban esperanza, para quienes  tenían  a la muerte como vecina. Querido Pablo, tu recuerdo,coserá ternura en la bruma de la distancia, que es el paso del tiempo. No te olvidaremos.
Con admiración,  y cariño a su memoria
Ana Tapias


domingo, 26 de febrero de 2017

Pesadillas

Ayer, me fui a dormir exhausta por el ejercicio físico. Llevaba meses, con poco tiempo, para hacer  deporte. Caí de bruces sobre la cama. Me dolía el brazo izquierdo, no me he infartado todavía. El sueño me acogió en su seno. La inconsciencia, me dirigió a su territorio; pausas entre unas imágenes y otras; hasta la última, que es la que recuerdo. Miraba lo que ocurría desde detrás. Un predicador, daba consignas a los asistentes; se metía con ellos; los insultaba; los dejaba en ridículo. Mi presencia, tenía que ver con uno de mis sobrinos. Correteaba por el lugar, sin darse cuenta de nada. El predicador, seguía introduciendo sus consignas en la mente de la gente, que asentía sin vacilación. Mi sobrino, se sentó en primera fila, fui detrás de él. El predicador, un hombre de unos cincuenta años( es difícil calcular la edad, en los sueños), se percató de mi presencia. Me fulminó con sus ojos diminutos"¿ No llevas cinturón?" me dijo. "No, me molestan los cinturones", contesté apurada. Mi yo despierto, me empujaba a salir de la pesadilla "Estás en una secta, sal de ahí". Salí, sin hacer ruido del estado de sueño.
Ana Tapias

sábado, 25 de febrero de 2017

¿ Qué es ser conservador?

Soy atea de la política, pero, esta mañana escuchando la radio. Me he planteado ¿ qué es ser conservador para Trump? He legado a la conclusión, que es prohibir: el aborto, el matrimonio homosexual, la llegada de seres humanos al país. El conservador, anhela un mundo, donde impera su religión; cuyas oraciones, van dirigidas a una minoría de adeptos, uniformados y cortados, bajo un patrón de intransigencia. Ser consevador, es no aceptar la teoria de la evolución.

Ana Tapias

Sentencia

La sentencia del caso Nóos,  ha creado  preguntaen el seno de la sociedad: ¿ La justicia es igual para todos? ¿ Monarquía o República?. El pueblo siempre soberano, necesita respuestas en su fan de justicia. Si, los que tienen dinero, siempre se salen con la suya, tal vez, deberíamos cambiar el sistema. Los comentarios, se escabullen en el bar, viendo la television; en la calle, sufriendo  el  atasco; en improvisadas conversaciones en la puerta del colegio; en la partida del mus. La gente, está harta de que se le indigesten las comidas, por eso, algunos, vomitan la realidad ,y piden respuestas. 
Ana Tapias

jueves, 23 de febrero de 2017

Cinco mujeres asesinadas

Cinco mujeres asesinadas en España, en cuatro días. Cada victima, nos arranca el corazón, lo divide en miles de sueños rotos, que vuelan libres hacia el universo;  donde se enquistan en realidades, que nunca serán vividas. La violencia de género, no es cuestión de Estado, ni arma arrojadiza en las paredes de casas, que lo sufren. La violencia de género, es el esqueleto de una sociedad, que ha de gritar"No" a la violencia.
Ana Tapias

El frio

El frío, da un toque de ensoñación a la realidad; la transporta a otro mundo; donde la necesidad de sentir, abruma a la obligación de pensar; que nos inmunodeprime, hasta acabar enfermos de los nervios;  que nos lleva a consumir pastillas, para volver a recuperar el aliento. El frío es un acto de voluntad para no fingir.
Ana Tapias 

¿ De qué habla la gente en Madrid?

Regresaba de dejar a mis tres sobrinos en el colegio. El día, está nublado en Madrid, me recordaba  a  una calima invernal; no hace frío, pero, tampoco calor. Iba pensando, en que mañana veré la Casa Sorolla, con mi amiga, Idoia. Y un murmullo, me ha llevado a la reflexión. En una pequeña tienda, de la Calle Ortega y Gasset; una mujer, que llevaba delantal; hablaba con el dependiente de la tienda. El "Caso Nóos". "Sólo le han condenado a seis años", decía la mujer. El hombre, asentía con vehemencia. Hoy, el marido de la Infanta, sabrá si entra o no entra en prisión. Decisión, que un 23 F, en España;  parece sacado de una mala página de la historia. 
Ana Tapias

miércoles, 22 de febrero de 2017

Pergeñar

Estudiaba la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, para mis dos oposiciones pendientes, y de repente, he sentido la llamada de una palabra" Pergeñar". Mi mente, se ha llenado de pequeñas historias, que forman un puzzle de conocimientos, para rellenar el cuerpo de "Pergeñar"; que es hacer con habilidad una cosa. Declaro mi hostilidad hacia las manualidades las matemáticas, los crucigramas, los sudokus, los enigmas, los piscotécnicos. Pergeño aceptablemente las imágenes;  veo el ángulo sin pensarlo; hago la foto como si fuera una conquista de mi cerebro;  siempre agrietado por las circunstancias, por la contaminación acústica, por la debilidad de la monotonía, que me lleva a hacer siempre lo mismo¡ Qué difícil es pergeñar en un mundo que no cree en la utopía!
Ana Tapias

14 mujeres asesinadas en España

Cada dia un hombre, siempre presunto, asesina a su pareja o expareja. La noticia, pasa desapercibida en la televisión, que sólo hablan de la defenestración de Errejón, o de los goles del Madrid, del Barsa o del Atélico; que son realmente importantes para la sociedad. Las mujeres, tendidas en las calles, en sus camas; disparadas, acuchilladas, torturadas; son sólo cadáveres, a los que lloran sus familiares, a los que nadie entrevista por miedo a perder audiencia, y anunciantes. La clave del éxito es ganar dinero, mucho dinero, para poder olvidar, que vivimos en una sociedad, que tolera la muerte de mujeres, que no sale a la calle a gritar"No", a la violencia. Mañana, pasado, siempre, habrá mujeres, que sean enterradas ante la indiferencia de la mayoría.
Con cariño a las victimas
Ana Tapias

El héroe de Francisco Silvela

Regresa de dejar a mis tres sobrinos en el colegio. Hoy, la palabra inicial para contar el cuento era"Star wars". Repasé mis conocimientos, que se centran en el color de las espadas: las rojas, son de los malos; las azules, son de los buenos.Hilé una historia, con una batalla entre ambos ejércitos, que no ganaban ninguno; las hostilidades se decidirían jugando al ajedrez; y en eso, que llega don Quijote, que  salta través del tiempo de los cuentos.  Imponiendo su voluntad a los guerreros. Mis sobrinos sonreían.  Llegaba a la calle Franciso Silvela, feliz por mi éxito como contadora de cuentos. Al fondo de la calle, un hombre ajeno a la realidad; vestido con un pantalón que le quedaba grande, no lo habia ajustado bien a las piernas; barba, de muchos días de estar en la calla; portaba una caja marrón; recogía cosas del suelo. La calle, es larga, enorme y ruidosa. Cuenta con dos semáforos, para pasar de un lado a otro. Se puso en rojo, el hombre se abalanzó hacia la carretera; un autobús paró. Varias mujeres lo mirábamos asustadas. El hombre seguía cruzando, los coches venían muy deprisa. Un hombre, de cuarenta y pico; barba blanca, cazadora negra; se adentró en la carretera, le cogió de la camiseta, y le dejó en la acera. Se fue, como si no hubiera hecho nada. Ese hombre, es un héroe que ha salvado una vida, a las nueve y diez de la mañana en Francisco Silvela( Madrid)
Ana Tapias

martes, 21 de febrero de 2017

Desvelar

Dormir bien, no es nada fácil. Las preocupaciones, las angustias, los monstruos de la razón del día, me vigilan durante la noche; se sumergen en  mi mundo en blanco y negro, compuesto de comas y puntos y aparte, Hay noches, que no me desvelo; otras que si.  Mi remedio, a veces funciona, otras no. Imagino historias de miedo, donde asesinos o terroristas, me persiguen, nunca  llegan a matarme( Me cuesta ser un cadáver, ensangrentada, agonizando, en las calles). Hace años, me dormía hablando en verso, como si fuera Quevedo o Lope de Vega. La crispación, la decepción, el ruido de la maldad, ha podido con mishistorias, que ahora son pesadillas.
Ana Tapias

Miedo

Mi sobrina, de cuatro años, dejó sus zapatos de pulsera, desgastados, en el comedor. Al levantarme, los he visto, despojados, desposeídos, desnudos de su sentido; que es cubrir los pies;  proteger su desnudez; humanizar los pasos. He soñado con meterme en ellos, para caminar a mis cuarenta y seis años con cuatro años,  y olvidar el miedo, que siempre me ha acompañado.
Ana Tapias

lunes, 20 de febrero de 2017

Resguardados

Caminanos para resguardarnos en escaparates;  cargados de dulces, de cosas nuevas, bonitas, brillantes  llenas de color; que nos hagan olvidar, las dudas, las hostilidades,  la incertidumbre; que cada dia nos lanza, nos arroja, nos escupe al abismo. La muerte nos sacude, al otro lado; donde nadie nos espera. Un ataúd vacio, sin lágrimas es nuestro último destino, por eso necesitamos resguardarnos del dolor.
Ana Tapias

El precio de la verdura

Últimamente, cuando voy al supermercado, no sé si pararme en el puesto de las verduras. Su precio amenaza mi bolsillo. Las judías están casi a 1, 40 como las acelgas; el brocoli, muy pequeño, esmirriado, parece un bonsái, a casi 1 euro. Las lechugas, y los tomates, no los miro. He de ajustar mi debilitado presupuesto, vuelvo a estar en el paro, a unas cuantas verduras. Doy una vuelta por el supermercado,  comparando más precios. La verdura enlatada, está más barata que la fresca. Tendré que empezar a comer en la lata, para poder llegar a fin de mes, que nunca llego sana y salva; siempre acumulo deudas en los pantalones. La vida cada dia está más cara y yo más delgada.
Ana Tapias

Llevar los niños al cole

 A las nueve menos diez de la mañana, Madrid, es un atasco de coches, que se enfrentan, que se adelantan, que pitan.  Salgo de casa, con mis tres sobrinos: dos niños, de ocho y de seis años; y una niña, de cuatro años.  Contamos cuentos. Me fijo, en un objeto cercano y voy hilvanando una historia. Esta mañana, fue un árbol, desnudo, en el que se posaba un pájaro, al que perseguía un cazador. Me interrumpen, es un árbol de hoja caduca. El pájaro, busca algo con lo que hacerse un vestido, para camuflarse; encuentra: ramas y una cajetilla de tabaco. Cose una armadura, con su pico. Los coches siguen pitando. Tiro de la mano de mi sobrina, que lleva un anorak rosa. El cazador, vuelve al árbol. Se encuentra con una cajetilla de tabaco, con forma de pájaro. ¿ Os imagináis si se fuma al pájaro?, pregunto. Guille sonríe, no dice nada. El cazador, coge al pájaro y se lo lleva a su casa, donde se hacen amigos; y colorin colorado, este cuento se ha acabado, termino. Guille, de seis años; se dispone a contar el suyo: sobre pócimas, y científicos. Mariana, ha contado siete perros, la encantan. Cruzamos dos pasos de peatones, ya vemos el colegio de lejos; detrás vienen dos amigas, que están en la clase de los dos, son hermanas. La más pequeña, mira a Guille,su compañero de clase, con ojitos. Envidio esa dulzura, ese amor de los seis años. En el semáforo, de la calle grande, muchos niños, esperan a que se ponga verde. Imbuidos en el sueño, dejamos a un lado, el otro lado de la acera;  entramos en el colegio. Los beso, y los deseo que sean felices. Vuelvo a casa, deseando ser niña, para contar cuentos con pócimas mágicas, que me hagan creer en los sueños.
Ana Tapias

domingo, 19 de febrero de 2017

Patria

El primer libro, que empecé a leer de Aramburu  fue uno de relatos( he olvidado el titulo); combinándolo con los "Peces de la Amargura", donde una bomba, destroza la pierna a una mujer. Delante de mis lecturas, estalló"Patria"; las criticas eran demoledoramente buenas. Me aventuré en él, sin piedad, sin hastío, cargada de sueños, de ilusiones, sin tabúes ( No soy vasca, no he vivido el problema terrorista en primera persona) El lenguaje de Aramburu, nos acerca a la familia de una victima,a la familia de un etarra; en un pueblo de San Sebastián; donde todos se conocen, se espían, se recriminan los actos.  Cada uno, nos invita a reflexionar sobre su tragedia. La victima, un empresario;  sufrió pintadas, pagó el impuesto revolucionario, cuando lo dejo de hacer, acabó moribundo al lado de su casa. El terrorista, un joven; imbuido, desde adolescente en la lucha por la"Patria", a la que se vio abocado, radicalizado, expuesto; la clandestinidad; el entrenamiento en las armas; las ejecuciones; su captura por la Guardia Civil. Las familias amigas, se distancian, inmersas, abducidas, subrogadas por su dolor. Hasta que la esposa del asesinado, tras la tregua; vuelve al pueblo, a buscar la amistad perdida, que le servirá de cauce, para perdonar y tener el perdón de uno de los verdugos de su marido. La realidad, de aquellos años en el País Vasco, nunca la entenderemos el resto de los españoles; pero, Patria, nos ha acercado a ella.

Ana Tapias

viernes, 17 de febrero de 2017

El cuento de la Princesa Kaguya

El cuento de la Princesa Kaguya, es una pelicula Isao Takahata; que cautiva, silencia, despeja el alma. Su lentitud, al principio, invita a la calma, a la nostalgia, a la necesidad, de volver al campo; para sentir su sosiego, su belleza, su espiritualidad. Dentro de un brote de bambú, aparece una niña diminuta, con un traje de princesa; la encuentra un viejo labrador, cortador de bambú; la lleva a su casa; al mostrársela a su mujer; se transforma en un bebé. La cuidan como si fuera su hija. Tiene el pelo moreno, tez blanca, ojos negros; juega con los niños del monte, es feliz, sonríe, ama la naturaleza. Su padre, halla en el bambú: oro, y vestidos caros. Cree, que la felicidad de su hija, es casarse. Va a la ciudad, construye una casa. Nombra a la niña, ya adolescente, princesa. Hace una fiesta, a la que acuden, todos los hombres importantes del imperio. La niña del bambú, no acepta su destino: servir los deseos de belleza, de su futuro esposo. Pone a prueba a los candidatos, todos fallan. Quiere huir de su vida, llora; su mirada se enquista en la luna, de donde vino, y a  donde ha de volver a cumplir para lo que nació" Ser princesa". Los cuentos, a veces, nos enseñan la realidad, otras la truncan; pero, la necesidad de rebelarse, es un instinto imposible de acallar.
Ana Tapias

Ser número dos

Hace una semana, la lucha entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, se saldó a favor de Iglesias. Aclamado, aplaudido, encumbrado, por las bases( es lo que cuenta en los partidos, no las cúpulas dirigentes). La purga, siempre las hay en los partidos, ha comenzado. Errejón, ha quedado relejado, por no destituirlo, quedaría anti democrático; a un plano invisible, donde nadie le pondrán micrófonos a su alcance. Los partidos necesitan a un segundo, ahora, será  Irene Montero. Quien tendrá que comulgar, dejarse llevar, someterse, a los dictados de Iglesias; si se atreve a criticarlo, a desafiarlo, a batirse en duelo con él; acabará en el foso de los leones; como todos aquellos, que osan  cuestionar al líder.
Ana Tapias

jueves, 16 de febrero de 2017

El caso Nóos

El caso Nóos, llega a su fin. Hoy se hará pública la sentencia. Urdangarín y su esposa, sabrán si son culpables o inocentes( no sé muy bien de que se les ha juzgado, me pierdo en las leyes: son laberintos, no aptos para poetas en paro). Los comentarios de los españoles, se dirigirán sobre si la justicia es igual para todos o los ricos se salvan. Ya he leído algo en mi red social de cabecera, A mi, poeta sonmolienta de articulos, no me imprime escribir nada más¡ Que Dios reparta suerte!
Ana Tapias

Volver

Ayer, volví a mi lugar de trabajo; donde estuve siete meses archivando documentos.  Mi sitio, estaba ocupada por una desconocida, a quien besé y pregunté por su bebé. En los otros puestos de trabajo, se escondían caras que me sonreían, que me preguntaban, que me aconsejaban que estudiará. Mi desconcierto iba en aumento, no sabían quién eran; disimulaba, hablando atropelladamente, sobre mi fuga Madrid, en cuyas calles, aún me perdía; sobre mi olvido de las patatas fritas, que ya no comía; sobre la operación de cataratas de mi madre. Mis palabras rebotaban en esas paredes, mientras mi mente ya no sudaba por aprender los recovecos, de ese espacio; limitado a miles de documentos; agrupados en carpetas, en silencios, en vidas consumidas en trabajar, en sueños derrotados ante la evidencia, en cánticos al no despertador. Firmé mi cese, y tuve la certeza que nunca volvería a descifrar jeroglíficos en aquella oficina.
Ana Tapias

Escaparates de juguetes

En los escaparates de juguetes,  los niños, dejan sus huellas en los cristales; traspasan al otro lado, para instalarse en un mundo de plástico; sin ruido a su alrededor; desgranan su vida junto a esos personajes ficticios, que no los obligarán a hacer los deberes; a comer acelgas; a dejar de ver la televisión para irse a la cama; a inventar besos para desconocidos; a olvidar que la sumas y las restas son horas y horas de contar con los dedos; a desplegar su tesón,  frente a quienes creen que sólo son niños. En los escaparates de juguetes, la vida parece un mosaico de sonrisas, por eso es necesario pararse, y soñar con ellos.
Ana Tapias

miércoles, 15 de febrero de 2017

Los charcos en Madrid

Los charcos en Madrid, son  espaciosos; dentro de ellos, se acomodan paraguas abiertos, llenos de finas gotas, expuestos a la contaminación; son ruidosos,  reflejan el  eco de las ambulancias, que se abren paso,  en el atasco sin fin de las calles interminables;  son espejos, no aptos para personas con tabúes en la mirada; son árboles desnudos,  que se visten de agua; son deslucidos paraísos, que anhelan ser descubiertos; son sueños rotos, de aquellos que tienen pesadillas inconclusas. Los charcos de Madrid, pueden ahogar a quienes se aventuren a ser ellos mismos.
Ana Tapias

martes, 14 de febrero de 2017

10 mujeres asesinadas

10 mujeres asesinadas en España, en el 2017. La sociedad ha salir a las calles,  a gritar contra cada maltratador, que abofetea a su pareja; contra cada asesino que dispara, que apuñala, a la madre de sus hijos; contra cada hombre, que apoya con su silencio a quienes matan. La violencia, nos alcanza a todos; alcemos la voz, ante esta vanguardia de dolor; que cada día nos sacude.
Ana Tapias

Tomás Valiente

En 1996, un 14 de Febrero, la banda terrorista ETA, asesinó a Tomás Valiente.  Estudiaba en la biblioteca; al día siguiente tenia examen; abrieron la puerta, unos policías, nos miraron. Salí al pasillo, mis amigos, me dijeron "Que habían asesinado a un profesor"¿ La ETA? pregunté. No recuerdo su respuesta. Fuimos a clase de Historia Moderna, debatimos sobre el terrorismo; algunos de mis compañeros apoyaban a la ETA. Cerraron la Universidad. En lo siguientes días, se celebraron.
manifestaciones; los estudiantes se pintaron las manos blancas; no estaban manchadas de sangre, como las de los asesinos. Al leer, el libro de Fernando Aramburu" Patria"; voy recordando aquellos años, perdidos en el exilio del olvido; en los  que tanto sufrimos, por aquellos a los que arrebataron la vida.
Con cariño a la memoria de Tomás y Valiente
Ana Tapias

lunes, 13 de febrero de 2017

La radio

Hoy, 13 de Febrero, se celebra el" Dia Mundial de  la radio". Cierro los ojos, encuentro sus voces , desnudas, aterciopeladas, cálidas, en mi memoria. Una de esas voces, era la de Consuelito Muñoz, locutora de Radio Segovia; que eclipsaba mis tareas escolares; prestaba atención a sus palabras; cuajadas de sinceridad; dibujadas en blanco y negro; descontadas de la realidad, de la que huía al escucharla. La radio de mis abuelos, maternos; grande, marrón, con botones blancos; me hizo soñar, en aquellos años donde la television tenía dos canales.
Ana Tapias

domingo, 12 de febrero de 2017

Ir a Misa

Soy atea, desde hace más de veinte años; mi ateismo no es reversible, ni reciclable, ni de ida y vuelta. Mi ateismo es fuerte, severo, crónico. A veces, voy a misa: en los entierros, bautizos, y con mis sobrinos.  Hoy, me adentré enuna iglesia, grande, voluminosa, espaciosa, moderna, de Madrid. El estilo minimalista, carente de decoración, no me abstrajo al exilio del románico, como hacen las iglesias románicas de Segovia. Una pantalla grande, a la derecha del altar, con letras; me recordó a un Karoque católico. Las canciones eran las de mi infancia. El párroco, era simpático, convincente, encantador; hablaba con los niños; habría unos cincuenta, distribuidos en  ocho bancos. Mis otros sobrinos, se aburrían sometidos al silencio, que imponía una ceremonia; a la que algún día, volverán para recordar esa fe; que era sólo una ilusión más de la infancia.
Ana Tapias

La realidad

La realidad siempre es canalla, desabastecida, humillante: unos mandan, otros obedecen; unos tienen dinero, otros sobreviven tirados en las calles, bajo la lluvia, al raso; estampando el frio en su piel; enquistados en los rayos de sol; degustando la idea de que todos no somos iguales; de que Dios es una imagen sin formas, adornada en los altares; de que la vida, se compone de muchas distancias, imposibles de saltar. 
Ana Tapias

viernes, 10 de febrero de 2017

El sufrimiento

Sobrevivimos, agotados, denigrados, humillados. El sufrimiento, ocasionado, por aquellos rostros, que andan violentamente, atropelladamente, taconeando; gritando a nuestro alrededor; nos hiere en el alma; que llora pausadamente, al ritmo de las circunstancias. Sin darnos cuenta, perdemos, la inocencia, la ilusión, la fe. Es difícil, mantener el equilibrio, en el alambre sin red,  que es la vida. Las llagas en la mirada, nos pueden arrojar al vacío, en cualquier momento de debilidad, y yaceremos tendidos en medio del asfalto, ante la indiferencia de todos, que caminarán, sonriendo.
Con cariño, a mi amiga Idoia, que siempre me ayuda a superar el sufrimiento.
Ana Tapias

Vaciar

A mi pensamiento, ha llegado la palabra vaciar, debe ser por algo, tener algún significado que desconozco, que mi mente aumenta como si fuera un lente de contacto. Soy miope, me cuesta ver de lejos; muchas veces, camino sin gafas por las calle.. Mi mirada se relaja, se sumerge en otro mundo, que carece de engaños, de dudas, de agotadoras preguntas de por qué tanta injusticia. Una hora,  a lo sumo, dos, un frenazo, un pitido, me devuelven a la realidad. Debo asumir donde vivo, quien me rodea, a quien he de perdonar, a quien de amar. Vacío mi capacidad de olvido, y asumo el destello de  frustración con el que vivo.
Ana Tapias

Adictos

Hay seres que aman la aventura, lo imposible, lo utopico.Son aquellos, que se tiran por barrancos en bicicleta; que se lanzan sobre puentes, con unas cuerdas que los sujetan; que se montan en aviones sin fuselaje, ni asientos, para aterrizar donde pueden. Son adictos a la inmortalidad, y por eso se arriesgan para rebelarse contra la muerte
Ana Tapias

Caminar por Madrid

Caminar por Madrid, es estar sujeto al ruido, que cae en suspensión  bajo los oidos, entre la comisura de los labios, pegado a la sien, incrustado en los pies, acoplado al ritmo del corazón. El aullido de las ambulancias, no cesa, no se agota, no se cansa. Nos arroja contra la pared de la incertidumbre, que nos recuerda que la muerte está al otro lado de la frontera; que  nuestro destino se acerca;que no hace falta estar enfermo, para acabar sin sueño. Caminar por Madrid, es olvidar el silencio de la inmortalidad
Con todo mi cariño, a mi amiga Idoia, con quien camino por Madrid.
Ana Tapias

miércoles, 8 de febrero de 2017

Casi un atropello

Veniamos felices con los niños, de vuelta del colegio. Corrían, saltaban, jugaban a ser héroes; al lado de mi hermana y mio; caminaban dos hombres jóvenes con tres niños: dos de cuatro años y una silla de bebé. En el primer semáforo en rojo, uno de ellos, casi se tira al carretera ; el padre lo paró. A pocos metros, en el segundo sémaforo en verde, el niño estaba quieto; el padre, llevaba la silla de su hija; en un segundo. el niño se abalanzó a la carretera;  una ambulancia venía muy deprisa, los coches la dejaron pasar. Mi hermana, y amigo del padre, gritaron" Para, para, para"; yo sujetaba a uno de mis sobrinos. El padre, se tiró encima de la ambulancia, que frenó; no había visto al niño. Nos quedamos temblando, en estado de shock, paralizados, por la evidencia" La vida se nos va en un momento"
Ana Tapias

Soy Emma Suarez

Me he mirado al espejo, no me he visto bien esta mañana, será por el flequillo que es nuevo y rebelde. He pensado" Soy Emma Suarez, subo a buscar dos Goyas, todos me admiran". Me he sentido bien. Creo que hoy seré como ella, valiente, guapa, aferrada a sus sueños; con la voz tomada por la emoción, en cada palabra que esgrima ." Soy Emma Suarez", va a sustituir a mi querido"Soy Inigo de Montoya tú mataste a mi padre, preparate a morir". Soy una pantalla de cine, con frases adaptadas a mis emociones.
Ana Tapias

El sudor

El sudor es lo único nuestro. No podemos decir nunca la verdad, siempre ofendemos a alguien. Si algún compañero, nos pone la zancadilla. Nos insinúan" Que es raro, no mala persona", Si un niño dice un taco. Miran mal a sus padres, a sus abuelos, a sus tíos. Vivimos en una sociedad, que abofetea nuestra libertad de expresión; el sudor es nuestro pensamiento libre, sin contaminación acústica, desinhibido.
Ana Tapias

Las calles de Madrid

Las calles de Madrid, son pequeñas fronteras entre la realidad y la ficción. La realidad, era una ambulancia atascada entre varios coches, ninguno de ellos se movian. La ficción, la ambulancia la conduciría Bruce Willis, quien en un alarde de soberbia, se saltaría todos los semáforos, todas las prohibiciones, para salvar al enfermo; victima de un ataque casero terrorista( nueva forma de atentar) de la que Willis, tiene la responsabilidad de salvar, para que el magnánimo presidente de USA, no lo encierre en una prisión de alta seguridad. La realidad se ha impuesto sobre  ficción, la ambulancia se hizo paso entre el atasco
Ana Tapias

Ser un dibujo animado

Estos días, los paso con mis sobrinos; cuyas edades comprenden entre los 4 y 8 años.  En sus horas libres, se asoman al televisor por medio de los dibujos. Antes me aburrían, ahora, siento  la necesidad de ser, una imagen de color; que brilla en la oscuridad; que habla con ilusión, sin deseos de venganza; que salta charcos sin miedo a mojarse; que vuela y aterriza en un lugar seguro. Quiero olvidar el mundo gris de la guerra, de los crímenes, de los asesinatos, de las dudas, de las lágrimas, de la enfermedad; que me acosa.
Ana Tapias


martes, 7 de febrero de 2017

La guerra en Sria

La guerra en Siria, sigue; el parpadeo de muertos no cesa, no para, no se detiene; me obliga a llorar; a gritar "No"; a no querer imaginar, lo que pasa en las cárceles del exterminio;  donde unos y otros, se dedican a matar al enemigo, a torturar, a vengar a los muertos. Ya no creo casi nada, de lo que leo, de lo que veo, de lo que escucho. Sé,  que la guerra, es mucho más cruel de lo que cuentan. Mis lágrimas, resbalan sin destino por las calles de un país sin tregua.
Ana Tapias

Las calles de Madrid

Las calles de Madrid, son desiguales, asfaltadas, llenas de coches, amparados en la velocidad, para  llegar al guión doméstico de la rutina. La vida, no consiste en heroicidades; ni dar besos a las cumbres, ni resistir bajo la tempestad. La vida es sobrevivir al campo de exterminio, que es mirarnos cada día al espejo, y soñar que la vida es maravillosa.
Ana Tapias

lunes, 6 de febrero de 2017

Madrid

Llevaba meses, sin pasar al otro lado de la sierra; al atravesar el túnel, sentí como si nunca antes,  hubiera pisado Madrid; como si fuera mi primera vez; como si no supiera nada de la vida. Estos ocho meses sin venir, ha cambiado mi forma de mirar, de soñar, de pensar. Pero, las calles de Madrid, siguen atestadas de gente, que arrojan sus manos, a quienes caminan sin sentir; que buscan buscan detrás de la suciedad de sus lágrimas, una sonrisa; que necesitan creer en la esperanza, para no tener frío. Las calles de Madrid, se han abandonado a la miseria de unos pocos; a la supervivencia de la mayoría, que trabajan sin calefacción; a la riqueza, de unos pocos, que taconean sin pudor.
Ana Tapias

domingo, 5 de febrero de 2017

Samuel

Samuel, de cuatro años, ha dejado su vida, al cruzar el estrecho. Leo su historia, en el Diario"el Mundo"; que es la de su madre, con quien se hundió en las aguas del océano. A Verónique, le detectaron un tumor, que no podía curarse en el Congo; salieron para buscar la curación en España; saltaron de país en país, hasta llegar al estrecho; donde las mafias disponen pateras, que son ataúdes con sueños, muchas veces. La culpa de la muerte de Samuel, la tienen quienes permiten a estas mafias, traficar con seres humanos, que los arrojan  al otro lado de la valla. El mar, es una valla de contención, mejor que cualquier muro;  como si fueran delincuentes sin derechos, cuando son seres humanos que lloran por un futuro mejor.
Con cariño a la memoria de Verónique, Samuel y de todos aquellos,  que dejan la vida en el mar.
Ana Tapias

sábado, 4 de febrero de 2017

Misógino

Nunca me interesé, por el significado de la palabra misógino, hasta que la leí, en la biografía de algunos escritores. La RAE, la define como "Persona que siente misoginia". Misoginia" Aversión a las mujeres". Altos, bajos, corpulentos, esmirriados, de media melena, de pelo al cero, miopes, hipermétropes, sonámbulos, despiertos, soñadores, vagos, trabajadores, acosadores, violadores. Cada uno de ellos, encierra un beso perdido; una caricia despreciada; una mirada eludida de las mujeres; que somos  como las farolas, en medio de dos mundos: el que nos somete, y del que queremos liberarnos.
Ana Tapias


Firma que te fima

Firma que te firma. Cada día, suma más enemigos, más imitadores, que buscan sus gestos, para ridiculizar sus actos, que tienen muchos detractores e imagino que también admiradores. No se le mueve un pelo, al levantar muros; al colgar el teléfono al presidente de Australia; al sugerir cómo tienen que vestir hombres y mujeres; a criticar a quien le critica¡ Ha nacido una estrella!
Ana Tapias

Televisión

Anoche, me dio por recordar el pasado, la nostalgia siempre vuelve;  cogí el mando decidida, marqué Telecinco ante mí, "Sálvame". Jorge Javier, estaba cambiado, como todos; algo más gordo; a mí las carnes me cuelgan, alegremente, sin disimulo; pero, yo no me dejaría la barba. Jorge Javier, estaba a punto de someterse al "Polígrafo", por su desencuentro con Isabel; quien tras cumplir su condena, no todos la cumplen; le ha decepcionado. Un reportero, daba la crónica, desde la nueva casa de Isabel, ha  abandonando "Cantora", finca que le dejó el torero; un vecino de la tonadillera; no puedo escapar del  reportero, que le preguntó por ella. Jorge, ponía cara de circunstancias; a  la espera de la máquina de la verdad; que  requería, más anuncios, más palabras vacías, más comentarios de los contertulios. Maria Patiño, que no tiene ceja que levantar, sino venas que marcar, dio paso a la máquina; pero, para mí, era muy fuerte someterme a la tragedia de Jorge.
Ana Tapias

viernes, 3 de febrero de 2017

Quiebra

Que no nos mientan, las gotas de lluvia son la quiebra del sistema; del cambio climático; de los atascos; de las insuficiencias cardiacas;  de las miradas de detrás de los cristales pausadas, lentas, impasibles; de las caídas; de los vahídos bajo la tempestad; de políticos locales, que se matan por el presupuesto; de los Consejos a los que van los esqueletos, descompuestos, tras estar en el gobierno; de los choques de trenes; de los desvaríos de Pujol; de los ataques terrorista; de la subida de la luz. La lluvia, es la culpable de todo.
Ana Tapias


El patio del colegio

Mi etapa escolar, no me gustó; el Colegio de Monjas al que iba; ni mis compañeras; ni mis profesoras. En el patio del colegio, creo. que jugábamos a los "Ángeles de Charlie", cuando la serie estaba de moda; yo siempre me pedía ser Sabrina. El patio del Colegio, con carreras, con voces, con empujones, se ha trasladado al Hemiciclo; donde dos diputados, han sido captados por las cámaras, jugando a ser maquinistas de la locomotora del tren. Señorías, vuelvan a la clase, en orden, calladitos, y haciéndose arrumacos, que España bien vale una misa.
Ana Tapias

jueves, 2 de febrero de 2017

Taciturno

Las imágenes, suelen mostrar una secuencia de la realidad. En la foto, un grupo de turistas chinos; se concentran entorno al Centro de Recepción de Visitantes. Inmune a su curiosidad, una mujer mayor, pasa a su lado, sin dirigir la mirada, a estos, amables, educados, fotógrafos, visitantes;  que adornan las calles de la ciudad, Viste  abrigo,  pañuelo,  medias; se nota que es invierno; el frio, ya no es el mismo que en su niñez, pensará. Lleva el bolso cruzado; la vista perdida, en su mundo; un sudoku de sonrisas y de lágrimas; que encajará con suavidad, sin violencia;  adaptándose a los tiempos, que siempre corren taciturnos a nuestros deseos.
Ana Tapias


Vivir

Cada mañana, nos despertamos, agotados, sin entusiasmo; pensando, que viviremos siempre; que nos rodearán los mismos a quienes, hace años que no soportamos; que nos juzgarán los vecinos, si oyen algún ruido extraño; que caminaremos al mismo ritmo que ayer; pero, llega el viento, nos derriba, nos tira al suelo,; abandonándonos a nuestro destino, en sepia, del que no sabremos cómo despertar.

Ana Tapias


Crimenes de honor

Leo la palabra" Crímenes de honor", en la noticia, que publica el Diario "el Mundo" digital, titulada" Los talibán ejecutan en Badakshan a una embarazada acusada de adulterio". La muchacha, no fue preguntada, si quería ser violada o no, fue violada; la muchacha,  fue asesinada por uno cuantos seres, disfrazados de hombres. En esa misma provincia, quitaron la vida a una niña,  que no quiso casarse con un talibán. Estos crímenes, no serán juzgados, ni condenados; pasarán desapercibidos en el seno de la multinacional del dolor, que son los actos del yihadistas. A mí, si me importan estas mujeres, a quienes se les arrebató la sonrisa. Lloro, a través de mis palabras por ellas.
En memoria de estas dos mujeres asesinadas.
Ana Tapias

El INEM

Hoy he vuelto a apuntarme al IMEN; ayer, terminó mi contrato como auxiliar administrativa. La oficina de Segovia, ha cambiado de sitio. He entrado, algo asustada, adaptándome a mi destino. Me ha recibido, una máquina, donde he tecleado, en "Apuntarme", ha salido un número. He entrado a  una sala de espera, de no más de cuarenta de sillas( no las he contado); enfrente mío, unos ventanales enormes etiquetados, con las letras del Ecyl en rojo; a mi derecha, dos pantallas; en una de ellas, salían los números, acompañados de un pitido. Tenía que girar la cabeza, para no perderme. A mi lado, una mamá joven con su bebé, en un carrito; detrás unos extranjeros, hablando en su idioma; a mi alrededor, gente con caras, sumergidas, ahogadas, subyugadas, por la tristeza,  cuyo ritmo late lentamente, como si fuera una bradicardia social. Mi número, ha salido en la pantalla. Me he dirigido a la mesa; un funcionario, no me ha saludado, seguía hablando con su compañera;  me ha pedido el DNI, ha metido mi número en su ordenador.¿Eres licenciada en Historia? si, he respondido."Pues mal asunto, no vas a encontrar trabajo", ha dicho. He medido mi contestación, pues, quería mi tarjeta de demandante de empleo"Cada uno tiene que estudiar lo que gusta", he contestado, a esa busto inhiesto, sobrio, desfigurado; al que, le hubiera preguntado¿Tú, que eres un enchufado?, conozco a muchos funcionarios como tú. Sus palabras, me han arrojado, abandonado, postrado en la calle; como si fuera un trasto viejo, sin posibilidades de supervivencia. A muchos funcionarios, se les olvida, que cobran, gracias a nuestros impuestos, al menos podían ofrecer esperanza.
Ana Tapias

miércoles, 1 de febrero de 2017

El mundo del revés

Muchas veces, me pongo las camisetas del revés, sin darme cuenta; lo malo, es que pienso que está del derecho y actuó de manera, elegante, precisa, concisa; como si todo estuviera bien, pero, la gente, me observa sin piedad, sin miramientos, sin empatía; regañándome, una y otra vez, por mi insistencia en creer en un mundo al revés; la mayoría de ellos, creen en Dios, en el gobierno, en el amor, en la familia, en la amistad, en los funcionarios, en Facebook; yo soy atea de casi todo, eso si, me permito soñar que con  un mundo del revés, donde todo iría mejor.
Ana Tapias


El precio de las verduras

El precio de las verduras, ha subido y nadie sabe cómo ha sido. Al ir a la compra, ajustaremos, nuestras digestiones, al precio de mercado, impuesto por las malas cosechas, que sufrieron las consecuencias del temporal. El calabacín, figura cansina en mis veranos: mi padre, lo cultiva en su huerta, para entretenerse; ha llegado a ser deseado por media España, que no alcanza a fin de mes. Nos esperan semanas, de comer pasta, a la luz de las velas; pues, la luz no deja de subir; y parece que la lluvia no va a caer. Vivimos malos tiempos para la vista y para el estomago; sólo nos queda el consuelo de que se acerca la primavera, habrá más luz de día, y tendremos menos tiempo para pensar en el Gobierno
Ana Tapias