Mi etapa escolar, no me gustó; el Colegio de Monjas al que iba; ni mis compañeras; ni mis profesoras. En el patio del colegio, creo. que jugábamos a los "Ángeles de Charlie", cuando la serie estaba de moda; yo siempre me pedía ser Sabrina. El patio del Colegio, con carreras, con voces, con empujones, se ha trasladado al Hemiciclo; donde dos diputados, han sido captados por las cámaras, jugando a ser maquinistas de la locomotora del tren. Señorías, vuelvan a la clase, en orden, calladitos, y haciéndose arrumacos, que España bien vale una misa.
Ana Tapias
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