Muchas veces, me pongo las camisetas del revés, sin darme cuenta; lo malo, es que pienso que está del derecho y actuó de manera, elegante, precisa, concisa; como si todo estuviera bien, pero, la gente, me observa sin piedad, sin miramientos, sin empatía; regañándome, una y otra vez, por mi insistencia en creer en un mundo al revés; la mayoría de ellos, creen en Dios, en el gobierno, en el amor, en la familia, en la amistad, en los funcionarios, en Facebook; yo soy atea de casi todo, eso si, me permito soñar que con un mundo del revés, donde todo iría mejor.
Ana Tapias
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