Caminanos para resguardarnos en escaparates; cargados de dulces, de cosas nuevas, bonitas, brillantes llenas de color; que nos hagan olvidar, las dudas, las hostilidades, la incertidumbre; que cada dia nos lanza, nos arroja, nos escupe al abismo. La muerte nos sacude, al otro lado; donde nadie nos espera. Un ataúd vacio, sin lágrimas es nuestro último destino, por eso necesitamos resguardarnos del dolor.
Ana Tapias
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