Anoche, me dio por recordar el pasado, la nostalgia siempre vuelve; cogí el mando decidida, marqué Telecinco ante mí, "Sálvame". Jorge Javier, estaba cambiado, como todos; algo más gordo; a mí las carnes me cuelgan, alegremente, sin disimulo; pero, yo no me dejaría la barba. Jorge Javier, estaba a punto de someterse al "Polígrafo", por su desencuentro con Isabel; quien tras cumplir su condena, no todos la cumplen; le ha decepcionado. Un reportero, daba la crónica, desde la nueva casa de Isabel, ha abandonando "Cantora", finca que le dejó el torero; un vecino de la tonadillera; no puedo escapar del reportero, que le preguntó por ella. Jorge, ponía cara de circunstancias; a la espera de la máquina de la verdad; que requería, más anuncios, más palabras vacías, más comentarios de los contertulios. Maria Patiño, que no tiene ceja que levantar, sino venas que marcar, dio paso a la máquina; pero, para mí, era muy fuerte someterme a la tragedia de Jorge.
Ana Tapias
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