martes, 29 de diciembre de 2020

Juegos de la luna

 


La luna, cansada de rodear a este trágico, cruel, agnóstico año, donde salir a la calle fue un acontecimiento; donde las calles cantaron soledad; donde las sonrisas se exiliaron; donde el horizonte era frontera; donde el mañana era una utopía; donde el destino era silencio; donde los humanos eran mascarillas; donde las mascarillas eran supervivencia; donde nada, ni nadie,  parecía tener dirección;  decidió, jugar entre las nubes, para olvidar sus lágrimas, que caían sobre el pensamiento de quienes la soñaban

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

 


lunes, 28 de diciembre de 2020

La hoja de Guillermo


 

He fotografiado esta hoja, por la invitación que me hizo mi sobrino, Guillermo, así que, creo que le pertenece. Cuando vienen mis sobrinos a visitarnos, con el Covid, lo han hecho cuando han dejado salir de Madrid y entrar en Segovia; parece que han vuelto las fronteras, los muros del Este a nuestra rutina; suelo pasear con ellos, acomodados al sosiego de la ciudad de provincias, tranquila, pequeña, escultural, graciosa, cercana, que es mi ciudad. En nuestros recorridos, en cada estación, encontramos seres que nos llevan a su entorno. En invierno, nos salen al paso viejas hojas, arrugadas, qua acariciamos con la mirada, que bautizamos con el deseo, que olvidamos bajo el murmullo de la lluvia:  que ahoga nuestras palabras, envueltas, dentro de laberintos imposibles de soñar. La hoja de Guillermo, forma parte de su memoria, y ahí vivirá en soledad hasta que llegue su invierno

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Con todo mi amor a mi sobrino

 

 

domingo, 20 de diciembre de 2020

Sombra bajo la lluvia



 
 Hasta los paraguas tienen sombra bajo la lluvia. Mi ser se diluye dentro de las finas gotas de nubes, que se acercan a mi contorno, para intentar comprender a mi esqueleto; que yace envuelto entre las dudas sobre el mañana. Siempre es el mañana la razón de la inquietud, pero el mañana no existe, es solo una idea que vaga entre la esperanza; una imagen sin destino; un canto a la desmemoria; una fotografía sin huellas dactilares; un universo escondido. Los paraguas se cierran sin llorar como sus sombras

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
 

viernes, 18 de diciembre de 2020

Mi sombra


 En la oscuridad cuando los rostros se difuminan dentro del abandono, aparece mi sombra envuelta dentro del misticismo de la distancia, a veces me asusta y me recuerda a la película "Psicosis" de Hitchcock. Sé que Norman Bates, asesinará mi monotonía con un cuchillo largo, incipiente, verosímil. Sé que la luna, no me protegerá, sino que se esconderá entre las nubes presa del pánico de ver sangre de sombra. Sé que mi alma, no llorará mi perdida puesto que la he olvidado dentro de cajones de utopías. Sé que moriré, en la memoria de mi abecedario adonde nunca llegarán mis sueños

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Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

jueves, 17 de diciembre de 2020

Objetos nocturnos


 

Nuestros ojos cansados de soñar utopías, despiertan al día aún cegados por la melancolía, de dejar atrás un mundo donde los muertos vuelven a nosotros, para transformase en seres reales.  Sus rostros que recordamos sin fisuras dentro de la memoria, nos abrazan en nuestra realidad decadente de incertidumbres; cargada de miedos; constipada de sentimientos. Salimos de casa, ahogados  dentro de nuestros recuerdos, sin sentir el aroma, de la vida, que se esconde bajo objetos que nos hablan desde su soledad, pues ellos, también sueñan con volver al ayer.

A la memoria de mis cuatro abuelos, quienes de vez en cuando me visitan en mis sueños. Os quiero

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

 


miércoles, 16 de diciembre de 2020

Media tristeza


 

Es mejor pensar, que la tristeza no es toda, sino media, dejando la otra media a la esperanza, a la lucha, a las sonrisas; que vagan por nuestros sueños sin complejos, sin dudas, sin miedos, sin preguntas. Es mejor pensar, que la tristeza forma parte de una mitad, que se desprende en mil pedazos, para si poder llorar despacio, sin angustia, sin incertidumbre, al lado de nuestros espejos del pensamiento. Es mejor pensar, que la tristeza es síntoma que no secuela de un yo que lucha por unirse

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©


martes, 15 de diciembre de 2020

Luces de cambio del olvido



 El olvido es un semáforo, que cambia de luz con los días, con las noches, que se ciernen sobre nuestra imaginación, que baila sobre nuestro deseo, que acuna nuestra esperanza, que destierra nuestra melancolía, que intuye nuestro dolor, que acampa en nuestros sueños; que descansan en silencio, resguardados, bajo la soledad de la monotonía, que siempre es un anexo a nuestra felicidad que cambia ,
 de color, junto con nuestro destino 

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domingo, 13 de diciembre de 2020

Sin mascarilla

Pasé el Covid en la peor etapa, cuando más muertos hubo en mi ciudad Segovia; cuando nadie iba con mascarilla. Desde entonces, he perdido el olfato del rostro;  he olvidado la memoria de los gestos;  he secuestrado el canto de la esperanza en una mueca; he silenciado palabras en mi diccionario de supervivencia. Desde entonces, busco dentro de las mascarillas, el espejo de personas, que se encuentran a salvo de la incertidumbre dentro ellas. Desde entonces, hallo a personas desdibujadas, desfiguradas, desfragmentadas, por la erosión del dolor, de una enfermedad, que ha creado seres invisibles, con ojos que lloran en el seno de una sociedad,  que ha tenido que aprender a respetar la distancia del sufrimiento

 

 

© Ana Tapias( todos los derechos reservados)

Descansar de la rutina

Los trabajos me agotan, son un collage de esfuerzos unido a personas, con las que he congeniar para que sea llevadero el tránsito hacia mi otra vida: la de ser útil a los demás. Pero las personas, no son fantasías son seres cargados de complejos, envueltos en experiencias, que rezan al dios de la competencia; todos quieren ser el mejor, el que destaque, el que sea imprescindible para la organización. Eso requiere un gran esfuerzo de concentración, de no equivocarse, de no dejarse llevar por los impulsos de la razón, si no por el equilibrio de las sonrisas, que siempre ayudan a crear espacios del entendimiento. Los trabajos me dejan fueran de las emociones, al lado de la precariedad de la libertad, por eso, necesito perder mi mirada en el horizonte ,donde puedo soñar con ser yo sin temor  a ser criticado.

 
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martes, 8 de diciembre de 2020

Charcos


 

Los charcos tiritan de frio en la madrugada, bajo el olvido de las ausencias, que lloran el deterioro de la memoria, que se ahoga en el descuido de quienes no creen que la vida es maravillosa, que las utopías no se expurgan, que el horizonte  no es un abrazo al sentimiento, que todo no es posible si nos atrevemos a luchar, que el camino no termina secuestrado en un camposanto, que la felicidad  no es una rutina de la cuenta bancaria, que el amor no se pierde en el mercado de la incertidumbre. Los charcos son farolas, que encender en nuestros momentos de oscuridad.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

domingo, 6 de diciembre de 2020

Niebla de la mirada


 

No somos conscientes,  de que nuestra mirada se alimenta de sueños, que cree en la esperanza, que busca el consuelo en las sonrisas,  que acaricia el paisaje desde su dolor, que resiste a la soledad bajo sus zapatos, que anhela primaveras en su destino, que susurra paz en las palabras, que admira abecedarios con tachones, que encuentra empatía en el miedo de los demás, que imagina mundos al otro lado de la distancia; por eso a veces, nuestra mirada cansada de la indiferencia de nuestro pensamiento, se vuelve niebla que cubre nuestro cuerpo de olvido

 Ana Tapias( todos los derechos reservados) )©

 


viernes, 4 de diciembre de 2020

Soledad de ser invisible


 

La mayoría de las personas que nos rodean son invisibles para nosotros, incluso aquellas de las que presumimos conocer o tal vez amar, siempre se nos escapa alguna palabra, algún gesto, algún sentimiento que lo hacen diferente; que lo vuelven auténtico; que lo invitan a no ser parte de nuestros contornos de la imaginación, adonde llevamos desnuda nuestra soledad, que se deja querer por el destino que la intenta vestir con abecedarios, que termina por desobedecer,  cubriéndose de frío, de calor, de lluvia, de nieve para culminar en un charco de ausencias donde se ahoga sin ser escuchada

 


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jueves, 3 de diciembre de 2020

Sombras de nostalgia


La vida se aparece a una sombra, unas veces  en color, otras en blanco y negro, que confluyen bajo la mirada de los soñadores, que caminan sin aliento; sujetos a la rutina de sus pasos que chocan contra la nostalgia; que besan el suspiro sin pedir permiso; que acarician el deseo con afán de enamorar; que anhelan la eternidad, que nunca se refleja en los espejos, solo en las viejas fotografías donde el recuerdo es sombra invisible que vuela sobre el tiempo.  

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

 

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martes, 1 de diciembre de 2020

Vuelo del recuerdo


 El recuerdo siempre vuelve, es como las cigüeñas que se dejan querer en los altos de las iglesias, como si fueran las montañas de nuestras ciudades; donde caminamos pegados a la incertidumbre de nuestra realidad, que se desmorona bajo nuestra mirada que llora sin poder cambiar de sueño; sin poder acariciar el destino; sin poder besar el deseo. El recuerdo siempre nos abraza al ayer, que suspira nostálgico cada invierno.

Ana Tapias ( todos los derechos reservados(©

 


lunes, 30 de noviembre de 2020

Memoria del frio



El frio es memoria de la niña que fui, que deseaba  grandes nevadas para no ir al encuentro de los seres ,con cofia, que rezaban en silencio;  que caminaba con  pies mojados por calles encharcadas de esperanza; que frotaba  manos analfabetas ateridas de palabras con faltas de ortografía, sin acentuar;  que observaba junto a mi abuelo, Leoncio, como la nieve se agranda en copos gordos o se difumina en copos invisibles, al recibir los rayos del sol. El frio pasados los años, es una montaña nevada que se deshace en blanco y negro en el recuerdo


Con todo mi amor a mi abuelo Leoncio, no te olvidare nunca 
 Ana Tpais( todos los derechos reservados)©

domingo, 29 de noviembre de 2020

Héroe del abismo

 

No me gusta el fútbol, no entiendo de las hazañas con el balón que cambian de pierna, que dejan atrás rivales, que encuentran la portería, que hacen gritar a la grada. Tal vez, por eso, no puedo con la figura de Maradona como un héroe del césped, admirado por miles de personas. Imagen que me lleva a los circos romanos, donde un tirano laureado, decidía quién vivía o quién moría, tras la lucha en la arena, jaleado por los pobres plebeyos, que olvidaban sus míseras existencias. A Diego Armando, lo veo desde sus actos, que podrían formar parte de una crónica de sucesos, con idas y venidas a la cárcel; donde nadie le hubiera salvado de ser tratado como un delincuente, pero la Historia no siempre acierta con sus héroes ni con sus verdugos, que es en lo que se convirtió "el Diego" en su vida personal. Estoy convencida, que el primero que sufrió sus excesos fue él, pues nadie puede estar feliz en la piel de un hombre con adicciones; de un hombre que pega a las mujeres; de un hombre que tiene relaciones con menores; de un hombre que salta sobre la justicia para convertirse en un dios de todo pero sin nada en su conciencia. Ha muerto un hombre solo; un hombre vencido por las circunstancias; un hombre ajeno al horizonte, a la madrugada, a las hojas, a las flores, a los silencios; un hombre que nunca fue fiel al espejo de héroe, roto delante de una figura esperpéntica, histriónica, cruel, dominadora, de la que nadie nunca quiso saber.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Los viejos negocios


 

Esta Mercería de Segovia, pertenece a una amiga de mi madre, a quien conozco desde que nací. He crecido con sus aromas, con sus botones, con sus cremalleras y con la inefable Marce; una mujer entregada a su oficio, cargada de ternura, de sensibilidad, de empatía con las necesidades de sus clientes, quienes se fueron convirtiendo en amigos. Marce es una mujer entrada en edad, con achaques en su cuerpo que la impiden volver a su vida de antaño, pero conserva intacta su capacidad de servir a los demás. Como Marce, hay miles de personas, que nos han acompañado en nuestras pequeñas rutinas, que son necesarias, vitales, imprescindibles, para llevar una camisa bien abrochada, a quienes no hemos de olvidar, dentro de una sociedad de grandes superficies,  puesto que, gracias a ellas sonreímos con una cremallera, caminamos con esperanza, recordamos en blanco y negro

Con cariño a Marce, una mujer maravillosa

Ana Tapias( todos los derechos reservados©


viernes, 27 de noviembre de 2020

Soledad sin filtro


  

 Nuestras palabras, gritan dentro de espacios poseídos de alientos, que no nos besan en las mejillas, olvidando lo que amamos, que es perseguir nuestros latidos, cansados de la supervivencia, agotados dentro de la incertidumbre, que amueblan nuestro destino, sujeto al abecedario de la muerte, que es nuestra soledad sin filtros, arraigada a nuestros pasos sin voz.

 


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jueves, 26 de noviembre de 2020

Ahogarse en la indiferencia


 

Hay días, en los que me gustaría ahogarme en el anonimato, para contagiarme de la invisibilidad de las gotas de la lluvia, y formar charcos que reflejen mis palabras, que llenen mundos, que olviden sentimientos, que abracen a mis sobrinos, que vistan la indiferencia, que reflejen el ayer, el hoy, el mañana de mis latidos, que me indiquen hacia donde he de mirar para ser libre. Hay días, que vivo en una dictadura, pero hay días que me baño en mi libertad.

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miércoles, 25 de noviembre de 2020

Sombras del silencio


 

Las sombras esperan el instante de hablar, para estar más cerca de nuestros cuerpos, que se vuelven visibles con el contacto del abecedario; que humanizan, sus rostros, para convertirlos en deseos que encuentran sueños; que escupen enigmas para ser acariciados, por la luz, que los convierte en huesos con anhelos. Las sombras cierran las alas para volar hacia el otro lado del olvido

 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

 


martes, 24 de noviembre de 2020

Otras miradas


 

Los gatos callejeros, se pierden entre los vericuetos de la necesidad, donde el hambre, se convierte en escuela pública, privada y concertada; donde la sed, es instinto para buscar la solidaridad de aquellos que la dejan en recipientes bajo las estrellas; donde la libertad, es atropellada por quienes encuentran en su existencia una dictadura para las suyas. Los gatos callejeros, somos nosotros, escondidos dentro de nuestros hogares, que son ausencias del pensamiento, que vadea sin forma hacia quienes nos gobiernan

 

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domingo, 22 de noviembre de 2020

Instantes de escarcha


Las estrellas sueñan con invadir planetas para exiliarse de su torpe destino de ser inalcanzables; anhelan ser libres de su gravedad, para saltar sobre el silencio; claman venganza de su madrasta la soledad.  Quieren contar sonrisas, derramar lágrimas, explicar dudas, reinventar miedos para que los mortales no las envidien, sino las acepten como parte de sus cuerpos, a los que dan forma bajo la luz de la escarcha, que es un instante, que es un momento, que es un segundo, cuajado de eternidad.

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Distancia del silencio


 
 

El devenir de nuestra existencia, es un monólogo con nuestra distancia, que a veces escupe palabras, que a veces susurra silencios, que a veces llama a las sombras, que no saben dónde esconder las lágrimas, que invisibles vagan por las calles en busca de una sonrisa. que las devuelva a sus sueños, para volver a nacer en la esperanza, que fluye sin parar dentro de nosotros

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viernes, 20 de noviembre de 2020

Nostalgia del ayer


 Cada otoño, nuesta nostalgia reverbera lo vivido que se apodera de nuestra memoria, que a duras penas se sostiene bajo el peso del silencio, bajo el agravio de la soledad, bajo la metástasis de las dudas, que se pierden en un bosque de rostros sin destino, que abrazan nuestros sueños de reencuentro con el ayer.
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martes, 17 de noviembre de 2020

Momentos fugaces


 La mirada perpetua el momento fugaz, y queda colgada de la memoria, donde permanece, en libertad, hasta que es encarcelada por el paso del tiempo, que crea niebla en nuestro recuerdo; que busca olvidos dentro de nuestras sombras, que elige silencios dentro de nuestros besos. La mirada es  soledad efímera de nuestra alma.

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lunes, 16 de noviembre de 2020

Fragilidad del momento




 Somos restos olvidados del mañana, que crujen en soledad ante la huida de nuestros antepasados, que se cuelgan dentro de nuestra memoria, hasta que el silencio los transforma en ayer. Somos esqueletos con dudas del hoy, acallados por la soledad de nuestros movimientos, siempre sujetos a rutinas que no elegimos. Somos sombras de la nada, fulminados por el destino arrogante, que nos abandona cada otoño, en parques sin nombre, donde fingir que pensamos, donde soñar que fuimos, donde creer que vivimos.
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Con todo mi amor a mis cinco sobrinitos, que espero me recuerden. Os quiero.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Soluciones


Las soluciones no son atractivas, ni altas, ni van maquilladas, se esconden bajo el entrecejo de los pensadores, que son brillantes, que se ocultan detrás de las palabras, que sueltan ante la evidencia de la ocasión, ante el caos de la soledad, ante el ocaso de la duda. Las soluciones vuelan hacia lo alto de la destreza, adonde llega nuestra esperanza.
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jueves, 12 de noviembre de 2020

Lo borroso


 Somos espectros, que se desdibujan cuando se aproximan a cuerpos vencidos por la dictadura de la monotonía, que nos invierte el sentimiento, que nos deforma la alegría,  que nos  consume el sentido común,  que nos incita a no ser libres, que nos desprotege de los sueños, que nos sume en las derrotas de los otros, pues las nuestras viven camufladas bajo contornos que nos somos, pero que hablan por nosotros.


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lunes, 9 de noviembre de 2020

Sueños sin destino

 

El mundo exterior asusta a nuestra alegría, sobre todo en estos últimos meses, donde los ataúdes, flotan en nuestro imaginario de la derrota; donde un virus, se cuela dentro de nuestro espacio, nos rodea, nos cerca, nos invade, nos acerca a la despedida; donde las mascarillas, nos vuelven seres anónimos, seres carentes de sonrisas, seres sin expresión. Pero hay esperanza de sobrevivir, si nadamos hacía la libertad de nuestra fantasía, donde una fuente en un parque, se convierte en un mar, sin destino, que rescata nuestra inmortalidad de la incertidumbre


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miércoles, 4 de noviembre de 2020

Encontrar el paisaje, perder la mirada


El mundo interior nos pervierte la alegría, sobre todo en estos últimos meses donde los ataúdes flotan en nuestro imaginario de la derrota;donde un virus se cuela dentro de nuestro espacio, nos rodea, nos cerca, nos invade, nos acerca a la despedida; donde las mascarillas nos vuelven seres anónimos, sere carentes de sonrisas, seres sin expresión. Pero hay esperanza de sobrevivir al encontrar el pasaije, al fundir nuestra mirada con libertad, sin miedo de caer en la fosa del olvido
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

La incontinencia del sufrimiento, nos invita encontrarnos con el paisaje, a perder la mirada dentro de sus pertenencias, que dan forma a su creatividad, y nos alejan de nuestros dramas personales, de los tragedias colectivas, de los sucesos mundiales, que nos afectan, en cada parte, de nuestra anatomía que llora, inmensamente,  al respirar; por eso, es necesario, dejarse llevar hacía las nubes, subir montañas, acariciar el vuelo de los aves para sentirse libre de la realidad, que nos ha tocado vivir.


 

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domingo, 1 de noviembre de 2020

Vidas en el olvido


 

Los cementerios se cubren de olvido; de vidas cuyo significado ha quedado perdido en el tiempo, de donde nunca volverán, pues nadie los espera, ni los protege, ni los cuida, ni los balancea en su memoria. Me gusta observar los nichos descatalogados, desdibujados, difuminados por la nostalgia de nombres sin destino, como el de doña Isabel Martínez Calvillo,; quien murió el 22 de mayo de 1879, a los 67 años; dejando esposo, hijas y nietos. Isabel nació 1812, año en el que las Cortes de Cádiz, aprobaron la"Pepa", asi llamada la  Constitución, que dotaba  España,  de monarquía constitucional, con división de poderes y sufragio universal indirecto. Isabel resistió hasta los  67 años de siglo XIX, que son los noventa de ahora. Imagino que fue una mujer, entregada a su hogar, al cuidado de sus obligaciones de esposa, de madre, y de abuela. Una señora, con un porte de vitalidad, de fuerza,  de lucha, de soberanía sobre sus posesiones; que la hicieron dueña de una historia, nunca escrita en los documentos oficiales, sino en los corazones de quienes la quisieron. Los cementerios, están repletos de sueños de amantes que  se leen entre líneas.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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miércoles, 28 de octubre de 2020

Lo que se nos va


 


Cada otoño, nos damos cuenta quienes no pisan las hojas no se enteran, que la vida se nos va sin pedir permiso; sin dar explicaciones; sin excusarse,  para abandonarnos delante de un Camposanto, donde descansan seres anónimos; alojados en lúgubres, en pequeños, en incómodos, espacios no aptos para respirar, ni para soñar, tan solo para olvidar. Cada otoño, al caminar sentimos, que un día, no tendrán sentido las preocupaciones, ni las angustias, ni las meteduras de pata, porqué seremos uno más en cadena de tumbas sin sombra.

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lunes, 26 de octubre de 2020

Fronteras de la vida


 Nuestra vida, termina en una tumba excavada en la tierra, a la espera de que nuestros huesos, agotados, se dejen caer dentro del mutismo, del silencio, del olvido; que nunca se ceñirá a nuestra sombra, tan muerta como nosotros. La sombra no es inmortal, ni el recuerdo. Nada permanece, en un mundo que gira sobre si mismo; que descuida la emoción; que daña el sentimiento; que ataca la belleza; que siembra incertidumbre; que corre para ser el primero. Nuestra vida, termina en un hoyo, pero para llegar hasta ese lugar, hemos de intentar sobrevivir a la derrota que nos acecha, que nos rodea, que nos deja al limite de la esperanza, pero hemos de creer al menos que podemos soñar para sobrevivir.


Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

domingo, 25 de octubre de 2020

Levantarse en otra realidad, en otro mundo

 

 

He dormido mal, como casi siempre útilmente, así que, me he conectado a internet para escuchar la radio. El locutor, parecía un hombre salido de la vieja, de la grande, de la usada, radio de mis abuelos, que proclamaba “Acabamos de salir del toque de queda", pero no, estamos en la dictadura, al menos no la de Franco; sino, en una democracia, cuyo presidente ha decretado “El estado de alarma", que nos prohíbe salir a la calle en una franja horaria de 23 horas a las 6 horas, que puede cambiar según, la Comunidad Autónoma, y la expansión del virus,  que sigue desatado, pero antes del verano parecía que la curva estaba controlada y mucha gente se dispuso a viajar, soñando que el virus había fenecido dentro de alguna ola de calor;  pero a este virus no hay quien lo entienda, y resucitó para atracar, de nuevo, nuestros cuerpos, anclados a la realidad del toque de queda, donde nadie es inocente; donde todos somos culpables, donde todos somo conspiradores; donde todos somo asesinos; por eso,  hemos de permanecer vigilados por nuestros recuerdos dentro de nuestros hogares¡ Hemos vuelto los tiempos en blanco y negro!

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©


jueves, 22 de octubre de 2020

Artículo 113

 

Siempre me ha fascinado la política, nunca los políticos. Es como una guerra entre dos frentes, que no dudan en matarse lentamente, sin piedad, encontrando en la agonía del rival un motivo para ser el ganador, cuya recompensa es un país, azotado, por la enfermedad, por el paro, por la crisis estructural de siglos de atraso; de haber sido escasamente industrializado, pero, siempre contento con su suerte. Un país, que nunca se ha rebelado frente a sus dirigentes, que siempre han sido hombres. Las mujeres  han sido relegadas a ser amas de llave, que observan con ensimismamiento, al líder que cabalga tuiteando con la bandera de la victoria, en un campo de hambrientos; quienes lloran su suerte ,confinados, dentro sus casas sin ventanas, para salir a aplaudir a los héroes de mercadillo; que gritan, que vociferan, que insultan, unos contra otros; olvidando a los que nunca han votado ni a derechas ni a izquierdas, ni ultraderechas, ni ultraizquierdas; pues solo, piensan en sobrevivir en un país cuyos impuestos son sus amuletos, de la suerte, para evitar el déficit. El artículo 113, de la moción de censura, debatida estos días, ha servido para asesinar la esperanza de los que aún creemos que un mundo mejor es posible.

Ana Tapias(todos los derechos reservados)©

miércoles, 21 de octubre de 2020

El paisaje cura de la enfermedad


 

Estamos enfermos de sueños rotos, de utopías vencidas, de alegrías derrotadas, de melancolías desdibujadas, de anhelos rotos, de palabras estrelladas, de besos sin versos, de suspiros sin ecos, de madrugadas sin despertador, de noches con insomnios, de despedidas sin abrazos. La monotonía nos fragmenta, como si fuéramos cuadros cubistas, en seres que se ahogan en sus sueños; en sombras que lloran al destino; en olvidos en marcos de rutinas; en partituras ajustadas a miradas ajenas; en cuerpos limitados dentro de burbujas de supervivencia. Todos llevamos una catedral, un árbol en la memoria, que nos curan de una realidad que nos confina en el dolor.


Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©


domingo, 18 de octubre de 2020

El peso de la felicidad



Un suspiro para regalarme felicidad, es todo lo que necesito al inicio del día, cuando todo parece como antes, y,  la inutilidad de un virus que me acosa, que me inunda, que me aborda en cualquier lugar; que me obliga a llorar, a ser pesimista, a ser una funambulista de mi cuerpo con los de los otros; que esquivo con educación, con buenas maneras, sabiendo que cualquiera de ellos puede ser una soga que ahogue mi cuello, y lo convierta en invisible, en recuerdo, en memoria. Un suspiro de felicidad, que dejo en la balanza de mis abuelos; donde los gramos, eran decisivos para sobrevivir en la postguerra; mi postguerra, es encontrar el kilo de sonrisas entre tanto dolor, 

 Ana Tapias) todos los derechos reservados)©

 


Ser valiente, ser coherente con la verdad

El viernes en Francia, fue decapitado, Samuel Paty, maestro. Su delito, fue enseñar  el significado de la palabra"libertad de expresión", para ello, contó a sus alumnos lo ocurrido con las caricaturas de Mahoma, publicadas en el "Charlie Hebdo". No estoy de acuerdo, con que se dibujen caricaturas que dañen los sentimientos de los creyentes. A mí, que me educaron en el catolicismo; a pesar de no situarme en ninguna franja de creencia, me duele ver imágenes,de Jesús o de la Virgen, en contextos sin sentido. Asi que, puedo entender, el dolor de ver a Mahoma en una caricatura.  La religion es comunidad, es empatía, es respeto, es rezo;  nunca es sangre, ni sufrimiento, ni derrota. Samuel Paty, aùn sabiendo el riesgo que corría, decidió ser valiente, y coherente con la verdad, creando con sus palabras un mundo más libre y más justo, donde ha quedado atrapado en el corazón de millones de personas, que lo vamos a recordar como un heróe de la tolerancia.
Con toda mi admiración a Samuel Paty, descanse en paz
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

lunes, 12 de octubre de 2020

Vidas colgadas


 

La vida pende siempre de un hilo, que se balancea entre lo correcto y entre lo incorrecto. Lo correcto de sobrevivir sin dañar a nuestra memoria colectiva. Lo incorrecto de morir habiendo dejado fustes de belleza a nuestro alrededor. La vida  la construimos entorno a nuestros muros personales,  con ladrillos  de sonrisas, de lágrimas, de victorias, de derrotas, de aciertos, de fallos, de consonancias, de contradicciones; que nos impulsan a saltar, cada día, sobre lo inaudito, sobre lo inconcebible, sobre lo maravilloso de estar vivos; de ser bautizados en esta realidad; de admitir soñar que es posible hasta volar sobre el recuerdo y no caer en el vacío del olvido.

 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
A mis cinco sobrinos con todo mi amor, espero que me recuerden

Actores

 


Dos personas, actúan en un pequeño escenario, delante de una máquina de escribir. Uno de ellos, escribe palabras que dan forma a su pensamiento; el otro, le observa, le pregunta. El que escribe, se ha pasado toda su vida encerrado dentro, del olvido, de una sociedad que margina a los seres disfuncionales. El que pregunta, se ha pasado toda su vida recitando, poemas, que nadie escucha, pero que todos aplauden por miedo a no estar altura de los intelectuales. Cada uno ellos, opta por colocar sus pies de una forma. Uno los cruza; el otro los deja paralelos. No son tan diferente, pese a ser uno alto y otro bajo, son iguales, pues ambos buscan ser escuchados.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

 

 

viernes, 9 de octubre de 2020

Sinergias del momento





El momento es la fuerza, es la unión, es el deseo, de nuestros sueños que vuelan hacia el espacio para tomar la forma de las estrellas; que una veces, son fugaces, otras veces, son eternas mariposas, que juegan a bailar dentro de nuestro pensamiento, donde son perseguidas por la rutina; donde son acosadas por la razón; donde son doblegadas por la obligación, pero siempre hay un segundo de eternidad que nadie nos puede arrebatar

 


Ana Tapias( todos los derechos reservados)©


 

martes, 6 de octubre de 2020

Palabras que caminan


 

Las palabras resguardadas en los diccionarios caminan entre la incertidumbre, entre el dolor, entre lágrimas, en estos días, donde un virus, vuela por el aire hacia nuestros pulmones, para invadirlos de silencios, que se ahogan en nuestra voz; pero vocales, consonantes se fusionaran en un alfabeto de esperanzas, que oxigenaran nuestra supervivencia.

 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Borrar el tiempo

Me ha salido la fotografía movida, no se percibe con claridad lo que es. Son cáscaras de huevos que rodean un reloj, del siglo  pasado, que perteneció a mi tío abuelo Esteban; quien vivió 105 años, en dos siglos diferentes. Era toda una institución en la familia, pues sobrevivió a la Guerra Civil, donde cambió de bando, del sublevado al republicano; lo que casi le cuesta la vida, pero su condena a muerte fue conmutada; pero sí estuvo en las cárceles franquistas, olvidadas, dentro del tiempo; borradas de la historia porqué los cadáveres no tienen voz; porqué los esqueletos no pueden ser escuchados; porqué los huesos no saben recitar las torturas que sufrieron; porqué el alma de la derrota,  forma parte de la memoria de un país ,roto, desde entonces, que no ha sabido abrazar, ni perdonar, ni escuchar al hermano del otro bando, que en realidad era él, pues en la Guerra Civil perdieron todos los que la padecieron.

 A la memoria de mi tío Esteban con cariño de su sobrina

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

sábado, 3 de octubre de 2020

Encuentros con distancia


 

Son días, de distancias, entre la palabras que no se sienten libres de correr por las calles de la duda; por temor a ser contagiadas por un virus, que decide asesinar; que busca ser enterrado dentro de la  soledad de las ausencias;  por eso, los abecedarios se disfrazan con mascarillas que actúan como si fueran muros frente al destino. 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

 


viernes, 2 de octubre de 2020

otoño en la memoria


Todos tenemos un otoño en la memoria, al que volver cuando la tristeza se vuelve lluvia; cuando el dolor se viste de frio; cuando el sufrimiento se congela en nuestros rostros, heridos por el paso del tiempo, que nunca volverá a nuestros sueños, a nuestros besos, a nuestros de anhelos de un mañana sin bufanda. Todos tenemos un otoño en la memoria, donde caminamos sin miedo; ajenos a las dudas; envueltos en las caricias de las hojas, que nos acompañan a un horizonte de ternura donde nos  refugiarnos de las lágrimas, incesantes, de la supervivencia. Todos tenemos un otoño en la memoria, que nunca muere.

 Ana Tapias( todos los derechos reservados(©


miércoles, 30 de septiembre de 2020

Espacios para resistir


 

Vivimos tiempos de Covid, donde la única manera de salvarse de una muerte, no deseada, es anclarnos a nuestros hogares,  encerrados dentro de paredes, aupados por nuestros recuerdos, bendecidos por nuestros antepasados, quienes nos observan, desde la lejanía de sus fotografías. Sus rostros son solemnes, mayestáticos, condescendientes con el futuro, que no llegará a sus venas, pues su sangre se heló en el calendario. El futuro somos nosotros, que sobrevivimos recordando espacios, donde dábamos la mano a nuestros abuelos; donde caminábamos cerca de nuestros amigos: donde jugábamos a ser todos uno en la misma pandilla.  Son espacios para resistir al miedo, para sortear la incertidumbre, para vencer a un virus que no nos deja volar.

Ana Tapias) todos los derechos reservados©


Sujetar la memoria


 

La memoria de mis abuelos, late atrapada dentro de mi sujetador, negro por el luto de sus ausencias. Me acerco a sus infancias, poco prolongadas en el tiempo; puesto que mi abuela, se quedó huérfana de padre de niña, y mi abuelo, era el séptimo de una familia de ocho hermanos. Descifro sus olores, sus sabores, sus quehaceres, en las escasas fotografías que me han llegado; que se deslizan por mis manos, para así poder  acariciar su amor, que tanto necesito para olvidar un mundo repleto de injusticia, con sobrepeso de envidia: que acumula odio como forma de expresión;  que es analfabeto del sufrimiento ajeno; que ignora la bondad de los soñadores de utopías; que ningunea el talento de los que vuelan por encima de supervivencia. La memoria de mis abuelos, es mi tronco de felicidad, al que no puedo renunciar en mi soledad.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Con todo mi amor al niño Leo y a la niña Encarnita, os quiero.

lunes, 28 de septiembre de 2020

Tiempo de nube y distancia


Son tiempos de Covid, donde la distancia es un básico de nuestro armario de supervivencia; que necesita alejarse, de una muerte, que nos afecta a todos por igual, no hay gremios sociales para este trágico virus, que ha llegado de un lugar sin nombre; de una civilización sin escrúpulos; de un sistema sin soberanía popular. Son tiempos de Covid, donde las nubes son una utopía de felicidad; donde las estrellas son anhelos de nuestros suspiros; donde el viaje a Saturno solo Julio Verne se atrevería a imaginarlo. Son tiempos de Covid, donde las palabras asesinan a nuestros pulmones necesitados de libertad. Son tiempos de Covid, donde manda el olvido, puesto que, los abrazos están prohibidos en esta dictadura del dolor.

 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©