martes, 31 de diciembre de 2019

Vaciar el destino

Hoy termina el año, como cada 31 de diciembre, seguimos como si fuéramos autómatas las tradiciones, pero hoy, me las voy a asaltar, para ver si mi suerte se vacía de contenido y llega mi destino de una vez.  Quiero entrar con el pie izquierdo; quiero ponerme la camiseta del revés; quiero brindar con un anillo de bisutería,; quiero soñar que la vida es maravillosa, a pesar del sufrimiento; quiero cerrar los ojos y olvidar, a aquellas, personas que me hicieron daño; quiero volver a ser yo,  y, para eso, no voy a tener miedo a mi libertad.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

domingo, 29 de diciembre de 2019

Conservar el recuerdo


La fotografía pertenece a mi, bisabuela, Flora. Sé que existió, por lo que contaba, su hija,  Encarna. Su vida, no fue fácil, pues enviduó joven, con tres hijos pequeños, que pronto tuvieron que ayudarla y ponerse a trabajar. Flora sobrevivió sin un riñón, en la  España republicana, en la Guerra, muriendo en la dictadura, en 1942. Mi abuela, me hablaba de ella, y hasta creo que un día con fiebre por el sarampión, la vi cuidandomé en la cama.  No lo supe, hasta que me enseñaron su fotografía. Iba de negro, aún guardaba el luto, por la muerte de Manuel, su marido. Me acariciaba con mimo. Es un recuerdo, que conservo como si fuera cebolla, le voy despojando las capas para comer su sentimiento
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jueves, 26 de diciembre de 2019

Imágenes

Se despide la década, y aparecen  imágenes, que nos recuerdan el pasado. El mundo es un collage de infinitas realidades; todas importantes, todas necesarias; todas arrolladoras; para quienes las padecen. Cada vida, es un canto al adiós, un segundo de eternidad, una gota efímera, una caricia del destino, un beso del silencio, una canción de madrugada, una pregunta sin respuesta, una oración sin dios; quien nunca, nos evita el dolor; quien nunca, nos destierra de la destrucción, quien nunca, nos busca en el exilio; quien nunca nos salva de la incertidumbre;  quien nunca nos consuela en la lucha. Sobrevivimos en una sociedad de ateos, que difuminan la felicidad en su egoísmo, por eso, cada imagen, es un sueño derrotado, una melodía destronada, una muerte sin principios, una perspectiva de un esqueleto sin chocolate; que nos deja en la mediocridad de lo salado, que sube nuestra tensión sentimental, pero hemos de apretar los recuerdos y seguir caminando.


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Soledad


 No sé, si estas judías blancas, tendrán la noción de soledad, o esperaran ser comidas, sin compasión, hacía sus sentimientos, por mi familia; pero yo, que debo ser un ser alma que vaga de plato en plato, sin el consuelo de los  muros emocionales, me siento sola, a pesar de estar rodeada de seres que miran con interés; algunos, hasta se molestan en escucharme, cuando  expreso mi opinión, que siempre es desacertada para la mayoría; por eso, he decidido que nunca me callaré, que siempre voy a escribir, acompañada de la soledad de mi destino.
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lunes, 23 de diciembre de 2019

La velocidad de los sueños

Nunca he entendido de matemáticas, ni de física, pero sé, que los sueños tiene velocidad, que se expresan cuando se salta sobre deseos, cuando se mastican las ilusiones, cuando se despegan los anhelos, cuando se cruza la incertidumbre, cuando se besa el olvido,  cuando se canta sin pausa, cuando se acaricia el mañana, cuando se despide la melancolía, cuando se destierra la soledad. Los sueños, avanzan, sin ocasos, ni penumbras, abrazados al destino, que siempre llega, a pesar, del silencio de las palabras.
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domingo, 22 de diciembre de 2019

Navidad reciclable





Para mí las únicas navidades, son las de mi infancia, no puedo con las navidades de las ausencias, de las pequeñas perdidas, de las tragedias de otros que aceleran  mi llanto y no me dejan creer en la navidad, por eso, reciclo, cada año, a aquella niña, que miraba a su abuelo, materno, apuntar en su cuartilla, los números de la lotería; aquella niña, que cantaba en la función, improvisada, para sus padres y abuelos; aquella niña, que jugaba a imaginar un mundo de turrón de chocolate; aquella niña, que se empapaba en la nieve, que caía ajena al cambio climático, convirtiendo los tejados en melancolía;  aquella niña, que nunca comía sopa de pescado, en la casa de la abuela, con el hermano de su madre, que resultó ser un maltratador psicológico; aquella niña, que supo ser feliz bajo la inocencia; aquella niña, que se escondía debajo de las mantas cuando presentía a los Reyes Magos, por eso, cada navidad, olvido que no creo en nada y me disfrazado de ella

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martes, 17 de diciembre de 2019

Retrato del ayer

La fotografía, es de mi muñeco, de toda la vida. Me lo regalaron, mis abuelos, maternos, cuando tenía dos años. Le bauticé como "Coco", debía ser una palabra, fácil de decir, y no he sido capaz de cambiar su nombre, que me lleva a la niña que  observaba,  el mundo,  con fantasía, cubierta de alegría,  abducida por su imaginación. La niña, que jugaba sin obedecer a las reglas de monotonía. La niña, que corría sin miedo, a caerse, porqué, sabía que, a pesar de romperse su alma, se recuperaría pronto. Hoy, anhelo, a esa niña, y por eso, tal vez, aún conservo a Coco.


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lunes, 16 de diciembre de 2019

Duelo por el tiempo


Cada día, el viejo, dueño de nuestro destino, echa tierra sobre nosotros. Lo hace, lentamente, sin prisas, con un toque de fantasía; pues elige, los momentos en función de nuestra hambre, de dejarlo todo. para fusionarnos con el más allá. Son instantes de olvido, de pereza, de desesperación, de duda.  Son recuerdos, del ayer, donde la música, es un piano, sin notas, con manos en blanco y negro. Son pinceladas, del hoy, donde los pasos se vuelven, sordos, en las calles cubiertas de polvo. Son cantos, de la memoria, donde los abrazos, son esqueletos, cuyo corazón, siempre late. El tiempo, se agota, sin solución, por eso, hemos de amarlo como si hoy fuera nunca.
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domingo, 15 de diciembre de 2019

Terribilitá del momento


 En cada, momento, morimos sin darnos cuenta. Alzamos la vista sin precisión, movemos las manos sin continuidad, caminamos con los pies desgastados,  lloramos sin cerrar los ojos, sonreímos sin abrir la boca; mientras, somos devorados, por la incertidumbre del hoy; somos fagocitados por el mañana; somos triturados por el futuro, al que no podemos inyectar, una sobredosis de vida, pues no está legalizado en nuestros genes ser inmortal.  El momento es la terribilitá del adiós.
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viernes, 13 de diciembre de 2019

Algo falla en la política


 Tengo la manía atrasada, de leer periódicos caducados. Me encuentro con un titular del diario" El mundo", del sábado 13 de Julio de 2019"Moncloa a acusa a Podemos de cortocircuitar la negociación". Han pasado, cinco meses, y negocian ministerios y una vicepresidencia, pero, antes, hemos tenido que volver a votar otra vez. Estos señores y señoras(lenguaje inclusivo ante todo) han estado unos meses cobrando sus sueldos, sin hacer nada. Hecho, que solo se lo pueden permitir los políticos, porqué el resto de los trabajadores, trabajadoras,  serian despedidos, despedidas pero, siempre, hay elites, que nos recuerdan, que la desigualdad existe, que unos pocos, unas pocas, deciden el gobierno de un país, que está harto,  de que lo engañen; de votar cuando ellos no se hablen ; y de ver cómo aumenta el paro, sin que sus señorías hagan nada, pues parece que siempre están de vacaciones pagadas, eso sí,

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jueves, 12 de diciembre de 2019

El horror de la decoración navideña

He trucado esta fotografía, hasta encontrarla bonita.  El Ayuntamiento de mi ciudad, la ha colocado, al lado, del Acueducto, solo faltan los marcianos con su nave espacial junto a ella. La decoración navideña, es un canto al consumismo, menos en Segovia, que arropados por el frio, invita a quedarse en casa, para no sufrir ante un espíritu navideño, anoréxico del buen gusto; alejado del recuerdo que acaricia, la memoria de nuestros antepasados, quienes, nunca soñaron con una navidad, envuelta en una bola de plástico no reciclable, sino con una bola de trapo, a la que susurrar deseos. Eran  navidades en blanco y negro, con velas y con susurros del portal del Belén.
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miércoles, 11 de diciembre de 2019

Insumisión a la derrota

Me niego, a ser un cadáver, sin sonrisa. Me niego, a ser envuelta, en el silencio. Me niego, a ser un número más de un calendario de soledades. Me niego, a ser una fotografía, en el álbum de mis sobrinos. Me niego, a ser parte, de un ayer en blanco y negro, que no usaba aspirinas para volar. Me niego a ser derrotada por el adiós. Me declaro, insumisa, del paso del tiempo, compañera de la madrugada, amiga de la caricia del viento, soñadora del abrazo, amante de la vida, participe de la sonrisa del amor, escrutadora de la palabra. No voy claudicar ante el olvido, voy a saltar hasta el otro lado de la realidad, para vencer al miedo y triunfar sobre las estrellas.
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martes, 10 de diciembre de 2019

Perder la ternura



Cada amanecer, cuando, dejamos, la cucharilla de mover el azúcar, en el fregadero, abandonamos,  la ternura de nuestros sueños, para entregarnos a la voracidad de nuestra rutina, que no nos abraza, que no nos besa, que no nos acaricia, que nos invita a sobrevivir en una sociedad de perdedores; donde la sonrisa es un triunfo; donde la verdad es tiroteada: donde la maldad es garantía de éxito;  ,donde la duda es vapuleada; donde somos parte de una sociedad, que mira para otro lado, ante nuestro dolor. Cada amanecer, es una lucha por ser y parecer de hierro ante la adversidad.

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domingo, 8 de diciembre de 2019

El camino

En el silencio del amanecer, descompongo, el sonido de las campanas, sé que me indican el camino. Un camino donde refugiarme del dolor, de la soledad, de la angustia de no saber mi destino, ni el día de mi muerte. Un camino cargado de lágrimas, rosas, del amanecer y tal vez, alguna sonrisa, para soportar la incertidumbre de estar vivo. Un camino, roto, injusto, cruel, sometido a las rutinas de una sociedad, de la que me declaro atea. Un camino en blanco y negro, esculpido por mis antepasados. En el silencio del amanecer soy sombra sin continuidad
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miércoles, 4 de diciembre de 2019

Caminar sin ausencias

Es un acto delicado, emotivo, cariñoso, caminar acompañado, no echar de menos las ausencias.

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martes, 3 de diciembre de 2019

Atrapados en el plástico de la supervivencia






El cambio climático, no  solo deteriora  al planeta, a los humanos, seres ávidos de lograr metas, de conseguir sueños, de idear fantasías, de escribir sobre el universo, también nos consume, nos corroe, nos devora por dentro, hasta convertirnos en seres sin lágrimas, en vagabundos de la agonía, en santos de la basura,  en mártires de la contaminación, en héroes del plástico,  que enquista nuestros estómagos, que se convierten en olvido no reciclable.




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lunes, 2 de diciembre de 2019

De dos en dos


Siempre me gustó leer libros que se parecieran, así que, iba a la biblioteca y los elegía de la misma época o temática, encontrando entre las similitudes una gracia divina de las palabras. Últimamente, los libros me salen al encuentro y el azar me ha dado dos autores, que en el fondo se parecen,  o, al menos alguna de sus frases,

"....Compro unos cojines, luego una manta para ocultarla. Pero no funciona, los cojines no se quedaran en su sitio, la manta se desliza, por eso ahora prefiero leer en otra butaca...." Donde me encuentro de  Jhumpa Lahiri

".... En este mundo, el paso del tiempo conlleva a un incremento del orden. El orden es la ley de la naturaleza, la tendencia universal, la dirección cósmica...." Los sueños de Einstein de Alan Lightman.
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El tiempo nunca nos pertenece, avanza, retenido en cada de nuestros actos, que nunca son inocuos, ni ecuánimes, pues pueden ser los últimos de nuestra vida: dejando aislados, perdidos, vencidos a nombres sin bautizar, a fechas sin registrar, a utopías silenciadas, a cantos sin paraguas, a besos sin firmamentos, a destellos de adiós sin abrazos. El tiempo. es como un día de niebla, donde nuestra mirada se pierde para no regresar
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sábado, 30 de noviembre de 2019

El sonido de la lluvia


La lluvia cae sobre el suelo, habla con los cristales, grita en la cima de los árboles. La lluvia no duerme, siempre está vigilando nuestro sueño. La lluvia no marca fiebre en termómetro, pues sus gotas, se evaporan dentro del nostalgia. La lluvia es  el recuerdo de nuestro primer paraguas, que abrimos al lado de nuestros abuelos, quienes emocionados  miraban nuestras caras infantiles, sabiendo que la misma lluvia nunca vuelve, porqué su sonido es un eco efímero.
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viernes, 29 de noviembre de 2019

La desnudez de las cucharas

Las cucharas no son bautizadas al nacer, así que, cae sobre ellas todo el pecado original que arrastran toda su vida; donde el reloj, cada segundo, cada minuto, cada hora, las recuerda que están desnudas; que nunca serán parte de una sociedad, que  las obliga a vivir uniformados, a seguir las normas, a comprometerse con la rutina, a no rebelarse, a dejarse llevar por el sentido del viento.
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jueves, 28 de noviembre de 2019

El olvido de escuchar

Vivimos envueltos, cercados, oprimidos por las prisas, por el yo. Hemos perdido, la capacidad de escuchar, de formar parte del otro, de asimilar soledades de conjugar silencios, de bailar desnudos bajo la lluvia, de crear mundos en las miradas, de susurrar sin pedir permiso, de cantar desafinando en las aceras, de besar hojas en el carnet de identidad, de soñar bajo la nada, de descifrar jeroglíficos en los semáforos, de saltar sin motivos, de destruir la monotonía en una epitafio. Hemos olvidado escuchar a la vida

Para mi amado sobrino mayor. Te quiero, Santiago.
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miércoles, 27 de noviembre de 2019

Edad del silencio

Hay una edad, donde los cumpleaños, son lagrimas que soplan velas y  los deseos no se cumplen;  donde las siluetas, se desdibujan en el horizonte y ni la utopía es capaz de abrazarla; donde el mejor regalo, se desenvuelve en el recuerdo; donde la melancolía, se suma a la felicidad de haber formado parte de nosotros; donde el ayer, se vuelve hoy en una fecha del calendario, que celebramos, es la edad del silencio.
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lunes, 25 de noviembre de 2019

El 25 N

Ayer, como todos los años útilmente, estuve en la manifestación en contra de la eliminación de la violencia de género. En España, este año, han sido asesinadas,  52 mujeres, según las cifras oficiales, que nunca se ponen de acuerdo, en la manera de cuantificar cada asesinato. Iba arropada por mujeres jóvenes quienes gritaba consignas, con las que no estaba de acuerdo. Iba llorando por las mujeres-cadáveres, que no pueden hablar, ni gritar. Iba con ellas y sus silencios. Iba arrastrando mi dolor, su agonía, mi susurro, su olvido, mi incertidumbre, su adiós. Iba

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El frio de la nostalgia

Hay días, que busco a, aquella, niña;  que imaginaba cuentos y contaba sueños; que odiaba ir al colegio de monjas, concepcionistas, donde sufría maltrato de las monjas y niñas;  que jugaba a ser mayor, en los zapatos de tacón, de su madre y de su abuela; que esperaba a su abuelo en el balcón, y corría a la puerta cuando llegaba para besarle y que fuera eterno; que cuidaba a los pájaros a quien cantaba canciones; que vigilaba el sentido del viento, para no perder el horizonte. Hay días, que vivo en el pasado. Esos días, el frio me invade, es la nostalgia que me vuelve niebla, que abraza  el recuerdo
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sábado, 23 de noviembre de 2019

Todos quieren ser presidente

Las elecciones son una subasta, donde candidatos siempre hombres, se postulan para ser elegidos y dirigir el país, al menos cuatro años. La Casa Blanca, el año que viene, tendrá nuevo inquilino o el mismo, quién sabe. En la carrera, para ser el capitán, el gran capitán, que comande a la gran América, llega otro millonario"Bloomberger" por el partido demócrata. Quién ya fue alcalde de NY, y cuya religión es la judía. Parece ser que todos los millonarios quieren ser presidente. Nos tendremos que acostumbrar a que nos manden los jefes, quienes prometerán más trabajo, más sueldo, menos impuestos, menos paro. La subasta ha comenzado ¿Quién da más?
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lunes, 18 de noviembre de 2019

Todo el mundo habla de Virgina Woolf


Todo el mundo habla de Virginia Woolf¿ Pero quién lee a Virgina Woolf? me preguntó, al avanzar en una de sus obras más comentadas “Una habitación propia", donde me encuentro con frases largas. que adormecen mis ansias de aventuras, mis anhelos de pasión, mis sueños de olvidar el mundo que me circunda, y al cual intento vadear con la imaginación de otros.
".. Hay libros sobre toda clase de temas que hace una generación ninguna mujer hubiera podido tocar...." Una habitación propia.

Virginia Woolf, quiere que las mujeres, seamos participes de una sociedad, donde tenemos derecho a pensar.  Para ello, necesitamos el silencio de una habitación, donde  dejar atrás las obligaciones impuestas por nuestro sexo; una habitación donde, dibujar nuestra libertad, que nos fue robada por la historia; una habitación donde ser leal a nuestros sueños. La habitación de Virginia Woolf, nos invita a colocar  nuestros miedos; a ordenar nuestras inseguridades; a  descatalogar nuestras lágrimas;  a bucear en nuestras sonrisas, en el seno de un mundo que nos  ha silenciado. Pero hemos de ser valientes, y crear desde nuestro yo, que es nuestra habitación, otro mundo.











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El verbo

Y el verbo se hizo hoja y fue palabra, y la palabra, fue emoción, sentimiento, destino, amor.  Y el verbo, se rompió en mil lágrimas, ante la nada y la nada vengativa disparó un adiós, y dos cuerpos se olvidaron en el calendario.
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domingo, 17 de noviembre de 2019

Encontrar el silencio

No es tarea fácil encontrar el silencio, dentro de la contaminación, del atasco, del caos, en el que nos sumen las palabras; que nos invitan a ser parte de los otros y olvidarnos. Pero tenemos el derecho, a tener un mundo propio, donde ser fieles a nuestros principios, a nuestros sueños, a nuestras alegrías, a nuestras derrotas, a nuestros ocasos, a nuestros amaneceres y para eso, hemos de poseer el silencio, escucharlo y dejarnos llevar por su ritmo interior.
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jueves, 14 de noviembre de 2019

El frio de la nostalgia

Hay días, que solo encuentro abrigo en el frio, que me besa sin pedirme nada a cambio; que me quiere sin malversar mi destino; que me acoge sin pedirme hipotecas. Mis manos, rojas, sellan mi incredulidad ante un mundo que no entiendo. Mis pies, helados, caminan entre la incertidumbre de personas que no entienden la belleza como arma de expresión. Mi cuerpo, constipado, de sueños, se dirige hacía un iceberg, donde fundirse en soledad. Hay días, que me abrazo a la utopía.
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martes, 12 de noviembre de 2019

Bodegón del olvido


 "Qué difícil es perseguir al olvido, cuando nos acecha el recuerdo" , pienso, cada amanecer, cuando quiero olvidar  que me aprietan las arrugas frente al espejo, que me oprimen las lágrimas en el lavabo, que me susurran las preocupaciones delante del calendario, que me besan los porqués en la almohada, que me inquietan los qué dirán en los semáforos, que me agitan las pesadillas del adiós, que  me inculpan los sueños sin destino, que me sugestionan los deseos sin final, que me adormece el insomnio de no llegar más lejos. Un día de estos, voy a empezar a ser valiente a ser yo.

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lunes, 11 de noviembre de 2019

Comer olvido

El olvido devora nuestras figuras, desdibuja nuestros contornos, fagocita nuestras imágenes. Nadie permanece a salvo de la distancia. Nadie es invitado al banquete del recuerdo. Todos obedecemos  al adiós. Todos negamos abrazos. El destino, pulula, inconsciente, a nuestro alrededor, mientras nosotros nos dedicamos a embellecer ante un espejo que siempre nos traiciona.

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viernes, 8 de noviembre de 2019

La incertidumbre del país



A los españoles, más nos vale tener cerca  un colegio electoral, pues ya vamos por la tercera vez este año, que tenemos que acudir. En abril, fueron las elecciones generales. En mayo, autonómicas, locales y europeas; que podría n haber sido todas en la misma fecha;pero alguna mente pensante, decidió que arruinar más a España, bien valía unos cuantos votos. El 10 de noviembre, acudimos a unas nuevas generales¿ Pero, qué está pasando en España? Pues, que vivimos envueltos en una época de incertidumbre: con la mayor caída del paro desde el 2012; con aranceles americanos a nuestros productos; con el Brexit a las puertas¡ Que dios, nos pille confesados!; con  violencia callejera en Cataluña;  con menores no identificados, que atacan a mujeres, que roban en casas;  con una subida de impuestos para las clases medias, puesto que los ricos, ricos, siempre tributan fuera; con el presupuesto de Montoro¡ Quién era Montoro! Debemos ir a votar, para encauzar el ritmo de nuestra economía, de nuestro biniestar, de nuestros sueños; que duermen en el olvido de unos politicos, que se han instalado en la supervivencia, no el futuro de España



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jueves, 7 de noviembre de 2019

Llueve

Siempre llueve sobre nuestra nostalgia de lluvias pasadas, que nos dejaron a la intemperie, desnudos de olvido. Las gotas, crean mundos, dibujan silencios, desabrochan soledades, bautizan utopías, cantan besos, sellan universos. La lluvia corre sin miedo hacía el destino, del que nosotros nos  escondemos debajo de un paraguas.
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miércoles, 6 de noviembre de 2019

La ausencia de mi abuela

 Hace catorce años, que mi abuela, materna, cerró su latido para siempre.  Su asiento en el sofá, no ha sido ocupado. Tampoco hemos tirado sus zapatos, ni sus zapatillas, con la esperanza de que regrese a nuestro lado, con su sonrisa, con sus ojos verdes, con su alegría. Puedo esperar hasta la vejez a reencontrarme con ella, y tendremos la misma edad. Caminaremos despacio. Nos apoyaremos la una en la otra. Nos abrazaremos, hasta perder el sentido, para volver, cada una, a la memoria de quienes nos quisieron.  Pero, mientras, llega ese momento, acaricio sus pies desnudos en mi recuerdo
Con todo mi amor,  a la memoria de mi abuela Encarna. Te echo de menos.
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lunes, 4 de noviembre de 2019

Soportar el dolor de la sonrisa




La vida es como subir una cuesta arriba, donde nunca vemos el final, a mitad de la cuesta; pero siempre llega, de la manera menos pensada, menos deseada, más olvidada. Cada día, hemos de convencer, a un mundo que no nos escucha, que solo nos observa, que somos felices. Hemos de ocultar, nuestras tristezas interiores. Hemos de sesgar nuestras preocupaciones. Hemos de traicionar a nuestros problemas. Hemos de sonreír sin pestañear. Siendo nuestra felicidad, un globo que estalla detrás de cualquier esquina, donde llorar la angustia que nos desequilibra, que rompe el espejo en mil lágrimas, que se esconden en el payaso que camina a nuestro lado.

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jueves, 31 de octubre de 2019

Pesar, comer, tiempo, olvido



Vivimos como si fuéramos inmortales, pero la realidad, es que estamos limitados al paso de los años, que siempre es bueno celebrar, aunque no es conveniente acostumbrase, ni prudente  emborracharse de eternidad. Pues nadie, ni tan siquiera el olvido es eterno. El tiempo es una cuchara que devora, sin piedad, vorazmente, sigilosamente, cada segundo, donde intentamos ser felices; donde buscamos ser otros; donde escupimos sobre el dolor; donde creamos desde el silencio palabras; donde imaginamos a un dios sin espejo; donde descuidamos la higiene de los sentimientos; donde creemos en los sueños, donde cantamos bajo la nostalgia. Pero, la muerte vigila, agazapada, nuestros movimientos para hacerlos suyos; para dejarnos secuestrados en mitad de la nada, de donde nos recatará, de vez en cuando, el recuerdo.



Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

miércoles, 30 de octubre de 2019

Necesitamos rebelarnos

Tal vez, no esté todo perdido en esta sociedad, tal vez, aún podamos erradicar la meritocracia que encierra la democracia; que nos conmina a seguir leyes, que nos parecen injustas; que nos obliga a comulgar con ideologías de derechas o de izquierdas, que no nos representan; que nos impulsa a callarnos ante el gobierno de turno. Tenemos la obligación de rebelarnos contra aquellos, que nos encierran en su ideología. Hemos de aprender, a cantar bajo la lluvia a pesar del frio del destino. Hemos de ser fieles a nuestro pensamiento, no hipotecarnos en la cuenta bancaria de quienes solo ambicionan perpetuarse en el poder. Hemos de tomar las calles con palabras, no con gritos en contra de las ausencias. Hemos de ser capaces de conquistar corazones, no de incendiarlos en el odio. Hemos de jugar a tolerar, a respetar, a quienes nos intentan doblegar. Hemos de caminar, sin miedo, hacía nuestra libertad.
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lunes, 28 de octubre de 2019

La pérdida


Estamos en días, donde los muertos, nos hablan al lado de cada esquina; nos reclaman flores; nos piden lágrimas; nos susurran un abrazo  de nuestras debilitadas, agónicas, desdibujadas sonrisas; que se ahogan bajo la incertidumbre de la rutina; que nunca es como nos merecemos; que nunca es como esperamos; que nunca es como soñamos. Nada, ni nadie es perfecto, ni tan siquiera nuestros sangre enterrada; cuyas vidas, forman parte de aquellos minutos, congelados, de los que dudamos; de aquellos minutos exiliados, de nuestra almohada; de aquellos minutos desvanecidos, de las manecillas del reloj; de aquellos minutos sin rumbo, en nuestro calendario; de aquellos minutos camuflados de alegría, en nuestro armario. Nuestros muertos, esqueletos de nuestra memoria, se descalzan a finales de octubre y principios de noviembre,  para que sus pies desnudos, nos hielen la sangre de dolor, y nuestro corazón llore sin miedo.
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sábado, 26 de octubre de 2019

Escalofríos del tiempo

El tiempo es la única máquina de matar, que nunca se cansa de disparar; que nunca duerme;  que siempre está alerta ante las madrugadas; que siempre busca la ocasión para no pasar desapercibida; que adolece de transformaciones propias de nostalgia; que incita a las lágrimas del recuerdo.  La fotografía, es de mi tío abuelo, que llegó hasta los 105 años. Sobrevivió a casi todo: a la Guerra de Marruecos; a la Guerra Civil y a una condena a muerte que fue conmutada. Imagino, que mi tío, Esteban, sentiría  en su cuerpo deteriorado; en su mano inutilizada para trabajar, por los torturadores; en sus ojos opacos de imágenes; los escalofríos del paso del tiempo, pero nunca  se acobardó y siempre luchó por traspasar la barrera callada, silenciosa, perenne de la inmortalidad
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viernes, 25 de octubre de 2019

El segundo entierro de Franco



Pertenezco a una de, esas familias, donde en la Guerra civil, los bandos enfrentaron a hermanos contra hermanos; quienes se reconciliaron al terminar la guerra. Nunca hubo odio en mi familia, pero, nadie murió; todos sobrevivieron, a pesar de ser condenado a muerte uno de mis tíos, cuya pena fue conmutada, por años de cárcel.  En mi casa, nunca se hablaba de la guerra, ni de Franco. Yo nací, en los últimos años de la dictadura, así que, no tengo recuerdos claros, concisos, específicos de la sociedad de aquella época, que no me pertenece. El Valle de los caídos, me lo encuentro, cada vez, que regreso de Madrid a mi ciudad. Estuve, una vez, con el colegio; no sé si tenía ocho años o diez años. El segundo entierro, de Franco, me produjo una sensación extraña, pues para mí y muchos españoles, era el primero; era tener noción de un dictador; quien fulminó la democracia cuarenta años: y me sentí a salvo de su visión de la vida y de la muerte; y me sentí libre de la cárcel, que encerró  a los españoles en unas costumbres, que no tuvieron más remedio que seguir; y me sentí mujer, en una sociedad,  donde somos iguales, donde nadie me dice cómo he de comportarme, ni qué he de hacer para ser perfecta/( pues me declaro imperfecta, del revés, rebelde)Todos los funerales, son tristes, pero este, era tardío para las lágrimas; era dañino para los represaliados, los fusilados, los que siguen en las cunetas; era solemne para los familiares, que permanecían hieráticos, firmes, abducidos por la memoria de su abuelo, de su bisabuelo, que salía en helicóptero, sin mirar atrás,  del lugar, donde aún permanecen enterrados miles de republicanos,  que deberían ser exhumados, para poder llegar a sus cementerios y ser llorados con la dignidad de los héroes. Nunca será héroe, quien no escucha, quien obliga, quien condena, a los que no piensan como él. Nunca será héroe, quien desdibuja la libertad, quien la oprime, quien la destina a formar parte de una bandera. El segundo entierro de Franco blindó mi alma de Constitución 
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lunes, 21 de octubre de 2019

Reiventar a Cézanne

Esta mañana volví a pensar en Cézanne, al ver las naranjas de zumo, sin vida, en la terraza de mi casa. Visité su bodegón pintado en 1899, titulado “Naturaleza muerta con manzanas y naranjas". El paso del tiempo, ha dejado sus naranjas y manzanas, desdibujadas, por el polvo, de la nostalgia;   ajenas al devenir de la actualidad; bañadas por la melancolía de un siglo, que solo se estudia en las clases de Historia; cubiertas, por los silencios, de las personas que las tuvieron entre sus manos;  subyugadas, por un destino, que nunca es fiel a la tierra; descuidadas, por riego de la esperanza, pues todo es efímero hasta los sueños. Las naranjas y manzanas de Cézanne. son devoradas por esa cuchara sin principios que las devora sin piedad. 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

La pérdida del recuerdo

Una fotografía, de una mujer, bella, para su época, extraña para la nuestra; puede aparecer en medio del desorden de la rutina; al lado de la carencia de esperanzas; junto a la negación de la ilusión. Parece joven, pero también murió. Se quedo viuda pronto, con tres hijos, pequeños. a los que alimentar; entonces no había pensiones, y con un riñón de menos. Ella, ya no es nadie. Sus hijos murieron. Uno de ellos, con cuarenta años. Las otras dos hijas, legaron al mundo hijos, y estos nietos; quienes, desconocen, la existencia de esta imagen; que yo una de sus bisnietas, he encontrado, de casualidad,  en un armario, entre sábanas y un pañuelo, y, decidido rescatar del olvido, para que Flora, sea eterna entre mis palabras de recuerdo.

Con todo mi amor, a mi bisabuela
 Ana Tapias( todos los derechos reservados)©


jueves, 17 de octubre de 2019

Lo que se difumina

Ante la adversidad, todo se difumina, todo se pierde, todo se agota, la vida no tiene sentido; pero hemos de sonreír, para llenar nuestra mirada de esperanza; pero hemos de seguir sin miedo, para ser parte del universo;  pero hemos de cantar bajo la lluvia, para espantar al dolor;  pero hemos de sobrevivir a un mundo, que nunca se parecerá a nuestro deseo.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Reconciliarse con el cansancio

El cansancio es como una piel de cebolla, que nos va desgastando, las emociones de los días de arco iris; los sueños de las noches de pesadillas; los sentimientos de los calendarios con niebla; las fragilidades, de las esperas, en los hospitales; las caricias, de los abrazos, en las despedidas; los atascos, de las angustias, ante los semáforos de la vida;  los besos, de los silencios, en los cementerios;  las soledades, de nuestras sombras, en los jardines; los pasos, de nuestras miradas, que lloran sin preguntar al horizonte; las nostalgias ,de nuestras infancias, en el recuerdo; los abismos del dolor, que nos asaltan en los recodos del camino; los olvidos de los amigos que nos crucifican; los testamentos, de los generales, de la Historia, que nos atan al pasado; los celos, de  nuestros compañeros, de espejos que nos invitan al grito.  El cansancio es como una cuchara, que devora nuestros interrogantes para dejarlos sin respuestas.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

miércoles, 16 de octubre de 2019

Violencia en las calles

Las calles, de algunas, ciudades de Cataluña, se están impregnando de violencia, tras la sentencia a los políticos, que mandaban en la Generalidad cuando convocaron un referéndum y proclamaron la república. El Tribunal Supremo, en una sentencia, que marcará tendencias en la judicatura; ha condenado a los procesados, a penas entre nueve y trece años. No hubo violencia; o si la hubo, fue una fantasía animada; una utopía en manos de unos idealistas; una caricatura de rebelión, porqué fue sedición. Así que, desde lunes, los radicales democráticos, crean un estado independiente en Catalonia. Deciden quién pierde aviones; quién se sube a los trenes; quién pude ir a trabajar o quién ha de sumarse a la huelga; para convencernos, al resto de los españoles( ellos también lo son)que son las víctimas de un estado fascista, que encarcela a sus líderes; que tienen el deber de atacar a un estado opresor; que son intérpretes, los únicos intérpretes, de su soberanía; que han de ganar la batalla, pues esto es una guerra entre hermanos.  Las calles, de algunas, ciudades de Cataluña, son bañadas por el odio, por el dolor, por el sufrimiento, de unas personas que no tienen bandera, porqué si la tuvieran la respetarían, y con sus actos no lo hacen. Las calles, de algunas, ciudades de Cataluña, lloran .©

Ana Tapias( todos los derechso resersrvados)

martes, 15 de octubre de 2019

Gotas de lluvia

Las gotas, invisibles, toman momentáneamente, los edificios; apenas anhelan la otra realidad donde serán almas con alas; apenas, pueden amar sin llorar la prematura despedida; apenas, olvidan el silencio de las palabras; apenas, cantan alabanzas en las iglesias; apenas cuentan susurros entre las montañas; apenas buscan bancos donde descansar; apenas señalan al olvido para recordar.  Las gotas, caducas, caen, como si fueran cenizas efímeras de la nada.
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lunes, 14 de octubre de 2019

Caminar bajo la lluvia



Cuando oigo las gotas, resbalar sobre el asfalto; estrellarse contra los tejados; bañar las calles; deslizarse por las hojas; brindar en las fuentes. He de precipitarme, hacía ellas, para alcanzarlas, para besarlas, para abrazarlas. Los segundos, los minutos, las horas, caminando, bajo la lluvia, me transforman en un ser de agua, que se evapora al abrir la puerta de casa

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Paraísos perdidos entre guerras

!Hay tantas guerras en el mundo que nunca conoceremos! Cuyas poblaciones son aniquiladas;  cuyas palabras son derrotadas; cuyos suspiros son desdibujados, que es difícil, adentrarse en su geografía de la perdida. Pero algunas veces, los medios de comunicación  nos alertan sobre guerras, invisibles, para nuestra rutina de pasos rápidos, envolventes, trepidantes. Una de ellas, es la que se vive en la frontera del norte de Siria con Turquía. "Kurdos y Turcos, combaten cuerpo a cuerpo en aldeas", dice el titular de un periódico. Imagino, esas casas, construidas por los bisabuelos o tatarabuelos, de los habitantes, que son destruidas por los intereses de otros. Imagino, ese horizonte, de ceniza, que se cierne sobre la mirada. de los que aman su realidad. Imagino, el llanto de las fotografías, arrojadas al olvido sobre el fuego enemigo y solo puedo, llorar con ellas; solo puedo, dejar de creer en una sociedad que todo lo convierte en dolor; solo puedo, camuflarme, con esos muertos, que nunca volverán a soñar. Imagino, la soledad, de los supervivientes, que anhelan no recordar; no ser parte de ese paisaje sin sonrisa; no caminar en el hoy, sino volver a un pasado donde el eco era parte de su despertar.
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¿Cómo curar el paso del tiempo?


 Observo, las ,viejas, fotografías de mis antepasados, intento buscar en sus rostros huellas de alegría y de tristeza;  pero no me decido a definirme;  no apuesto por nada;  no distingo su ateísmo o su creencia en la vida. Ellas, ellos, también pensaron que nunca llegaría su ataúd, pero acabaron con una mortaja, encerrados en el adiós, cubiertos de olvido, secuestrados por los recuerdos de sus familiares, que desaparecieron, lentamente, bajo la dictadura del paso del tiempo. El tiempo nunca tiene cura, pero si parches de felicidad, para asumir el destino: ser parte del ayer.
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domingo, 13 de octubre de 2019

Nuevas elecciones


No creo en los políticos, ni en sus máquinas de poder: los partidos. En este país, los hombres que mandan, no se han puesto de acuerdo y nos vemos abocados a unas, nuevas, elecciones, este año ya son las quintas. Primero, votamos las "generales" a finales de abril; para luego volver, a votar, a finales de mayo las “locales, autonómicas y europeas" Siendo el nivel de confusión entre la gente como un atasco de papeletas. El lio es total. Algunos, amigos, me preguntado “¿Cómo se vota al senado? “La memoria electoral es efímera”, he pensado.  Otra vez, he de explicar, que han de marcar la cruz(que no la del Valle del Caídos, que de momento, sigue en pie)  sino los nombres, de tres sujetos,  a quienes nunca conocerán, pero de quienes se han de fiar. Tarea ardua, difícil, corrosiva, para el sentido común, y que , demás, pueden ser de diferentes partidos. Mi voto, lo voy a decidir a ciegas, entre todas, las papeletas que me lleguen, sacaré una, y así, me ahorro el pensar¡ Quién me va arruinar!

Ana Tapias ( todos los derechos reservados(©

sábado, 12 de octubre de 2019

El peso de la vida

La vida se rompe, se desfragmenta, se descompone en momentos, que nos dejan cubiertos de nieve, todo depende de nuestra ambición, de nuestro sentido de la realidad, para ser muñecos o para ser fantasía con corazón. La vida se desglosa, se descataloga, se desdibuja, dentro de una balanza, donde todo se compra, donde todo se vende;  donde la tristeza, se cuela, cada noche,  bajo las sábanas de nuestro ajuar funerario, que resucita cada amanecer.

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viernes, 11 de octubre de 2019

Tenemos la obligación de soñar


 Hemos de aprender a saltar sobre el dolor, por qué no, nos podemos rendir; eso sería caer en el fracaso de la vida, que  nos llega, cuando  el alma, cansada, herrada, vagabunda, decide adoptar un cuerpo, de una familia, a la que pertenecemos a pesar de no saber nada de ella;  decide, quedarse unos años, bajo el aroma de la primavera, para olvidar el invierno que es la nada;  decide eliminar al dios que la persigue, para creer en si misma;  decide bailar con la gravedad, para flotar junto a las estrellas;  decide seguir hacía adelante, pese a la incertidumbre. Tenemos la obligación de soñar en el  destino, pese a que nunca sea nuestro del todo-
Con todo mi amor, a mis cinco sobrinos.
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jueves, 10 de octubre de 2019

La dictadura de la memoria

   


En mi familia, la Guerra civil, como en tantas otras familias, lucharon hermanos contra hermanos; en un frente cargado de silencios, de angustias, de dolor, de lágrimas. El destino, los llevó a ganar o perder la guerra. En realidad, las guerras siempre se pierden, pues todos  mueren, de alguna  u otra forma en ellas. Ninguno de los dos bandos, al terminar, peleó en las reuniones familiares, ni culpabilizó al otro.  Mi infancia, vivió la agonía de la dictadura;  que se deshizo en una cama de un hombre, al que no conocía, pero me mostraron su cadáver. Pasados los años, he ido leyendo, cuajando mi versión sentimental de las batallas de la guerra; he ido conociendo a los personajes de uno y otro bando. Últimamente, veo con estupor, como los partidos de izquierdas, reivindican la memoria de aquellos combatientes( a los que nunca conocieron) que se asemejan a sus ideas. Sería injusto decir, que pensaba lo mismo un hombre de los años treinta, que un hombre del 2019.  Esta memoria, es acatada como si fuera de una dictadura de la derrota; olvidando a las víctimas ,de aquellos, combatientes, quienes también fueron crueles, vengativos y ejecutores. En la guerra y en la postguerra, fueron asesinados muchos inocentes, entre ellas las "Trece rosas", treces mujeres, a las que lloramos cada cinco de agosto. Pero no, se habla de las·"Catorce monjas Concepcionistas", torturadas en 1936. Veo sus rostros, de unas y de otras, encajados en el tiempo, descuidados de la sonrisas, sujetos a la traición y sé que nunca quisieron morir así; sé que nunca sucumbieron a las ideas de los otros; sé que nunca dejaron de luchar; sé que nunca perdieron su fe en su dios laico o dios creyente; sé que nunca se desdibujaran donde nuestros corazones. Ellas, nuestras heroínas, forman parte de la memoria común, de una España, que olvidó el perdón, que perdió el respeto, que sacrificó la ternura. Una España, que no hemos de perpetuar en el presente.
Con todo mi admiración a la memoria de las Trece Rosas, y las Catorce monjas concepcccionistas
Ana Tapias( todos los derechos resevados)©

martes, 8 de octubre de 2019

Escribir desde el día de ayer




No sé, sí fui algo más, que una tímida sombra encadenada a la rutina. No sé, sí comí  para despedirme, de los seres, que me acompañaban. Seres, ya, sin digestiones, ni apetito. Seres que solo beben de la memoria, de donde también se desvanecen. No sé, si fui alumna, de aquel colegio, donde las monjas me pegaban y las niñas se reían de mi. No sé, si mis abuelos fueron los Reyes Magos de mi infancia. He perdido la noción del ayer, para encontrarla, tal vez, debería escribir desde mis recuerdos.
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viernes, 4 de octubre de 2019

El dolor

El dolor, es una lanza que se cruza en nuestro camino; que nunca se exilia; que nunca postula por ser alegría, ni por cantar bajo la lluvia; sino por asesinar nuestra ilusión, por depauperar nuestra esperanza; por silenciar a nuestros sueños, que vagan sin horizonte, que comen sin apetito, que se desnudan sin ser admirados. Hemos de aprender, a sobrevivir con el dolor sobre nuestro corazón, pero, quiero creer que todo llega hasta la felicidad.
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jueves, 3 de octubre de 2019

Escanciar el paso del tiempo


No tenemos espacio para la duda, el tiempo es voraz y come cada pregunta sin respuesta, cada ecuación sin interrogante, cada sonrisa sin suspiro, cada lágrima sin pañuelo,  cada jeroglífico sin salida,  cada madrugada sin apetito, cada latido sin  destino, cada error sin goma, cada muerto sin ataúd, cada olvido sin pensamiento, cada atardecer sin luz, cada beso sin ternura, cada arco iris sin deseo. El tiempo no perdona a quienes sueñan, por eso es necesario escanciarlo en los recuerdos


Ana Tapias( todos los derechos resevados)



miércoles, 2 de octubre de 2019

Costumbres

La rutina,  nos  obliga levantarnos como si el día de hoy fuera el único a memorizar dentro de un calendario, donde tachamos los segundos que parecen firmamentos, para   llegar a  la Navidad, porqué en Navidad siempre nieva, aunque sea en las películas y eso nos deja acariciar la infancia, donde soñar parecía fácil.

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martes, 1 de octubre de 2019

Espectros demacrados

Los muertos, nos persiguen por las calles, mientras caminamos envueltos en la ternura del  frio, o despejados de la nostalgia en el verano. Los muertos, sigilosos, aprenden de nuestros pasos, el camino, olvidado, en la memoria de quienes lo recuerdan, que no cruzan semáforos con sus silencios, sino inmersos en el crujido de la rutina. Los muertos. somos también nosotros cuando nos creemos vivos.
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lunes, 30 de septiembre de 2019

Sin limites, sin tiempo


El silencio de los segundos, nunca se agotan en el calendario, se imprimen en el infinito como si fuera un augurio del alma, que vaga sin prisas, acogida a la deuda de la soledad, inmersa en los solsticios   de la razón, equinoccios de la costumbre, desbrozos de las auroras, despidos de  las madrugadas, descuidos de las estrellas fugaces, despropósitos de las dudas, desalientos de las sonrisas. El tiempo pasa, sin llorar, acogido a la eternidad de cada sonrisa, que siempre puede ser la última. 
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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